Co Latino-La rendición de cuentas en El Salvador (3) | 01 de Octubre de 2010 | DiarioCoLatino.com - Más de un Siglo de Credibilidad

Pedro Antonio Salamanca.01 de Octubre. Tomado de Co Latino.

Sobre la rendición de cuentas existe abundante literatura y experiencias conocidas, pero la idea con este tema, ha sido trasladar algunos conceptos y relacionarlos con situaciones que ocurren en nuestro país, con lo cual no se agota el tema, pero al menos se han señalado aspectos que se deberían considerar seriamente por quienes tienen la potestad y oportunidad de mejorar el acto de rendir cuentas;  ya sea entre iguales, como se abordó en el artículo anterior, o entre desiguales como se define en el epígrafe anterior, al referirse a la rendición de cuentas de carácter vertical.
Esta clase de rendición de cuentas, es la más débil en nuestro país, no existe normativa que obligue a los funcionarios a que rindan cuentas a los ciudadanos y organizaciones o entidades de la sociedad civil, con excepción de los Concejos Municipales que están obligados a realizar “cabildos abiertos” y “consultas ciudadanas”, para que los habitantes de su comprensión participen, opinen y decidan sobre asuntos relacionados con la gestión municipal o el desarrollo local, aunque los ediles no han logrado una participación masiva.
El Gobierno Central, valga decir los tres Organos del Estado, Ministerios, Entidades Autónomas y Otras instituciones como Tribunales, Procuradurías, Superintendencias, Corte de Cuentas y demás, no realizan actos de rendición de cuentas de carácter vertical, es decir, ante los ciudadanos u organizaciones de la sociedad civil; sin embargo, cabe destacar que por iniciativa propia, este año, la mayoría de ministerios e instituciones autónomas que integran el Organo Ejecutivo y la Sala de lo Constitucional, del Organo Judicial, realizaron actos de rendición de cuentas; pero las demás instituciones que dependen directa o indirectamente del Organo Legislativo y el Organo Judicial ¿Cuándo?
Como la información institucional, no fluye libremente de las esferas estatales hacia los ciudadanos en general y en particular a las organizaciones de la sociedad civil, es que con justa razón se está demandando que se apruebe una ley de  acceso a la información, y así  poder actuar como lo dice el refrán “si la montaña no viene a mi, yo voy a la montaña”.
Para ilustrar como opera o debería ser un sistema de rendición de cuentas, sería bueno que nos interesáramos en darle seguimiento al caso de corrupción en la construcción de la supercarretera “Diego de Holguín”, veamos: en un principio se dijo que el monto de lo defraudado en dólares era alrededor de 40 millones; recientemente la Corte de Cuentas informó que se había emitido una sentencia por un monto de 3.2 millones; según lo publicitado hasta ahora, al parecer han quedado sin explicación pública alguna la suma aproximada de 26 millones; en adelante, será necesario conocer de la Corte de Cuentas, cuál será el resultado definitivo que emitirá la Cámara de Segunda Instancia, integrada por los señores Presidente y Magistrados, principalmente si los 3.2 millones serán cancelados o perdonados; si los fondos son pagados por los imputados sería bueno que el Ministerio de Hacienda informara de su reintegro al fisco; si existieren  delitos a los imputados sería bueno que la Fiscalía General, diera a conocer su demanda; y si hubiera delitos que castigar, que los tribunales correspondientes informen de las sentencias impuestas. De esta manera, se podría tener información “completa, veraz y oportuna”, de este caso en particular y se podrá observar como  las diferentes instancias del Estado, asumen su  responsabilidad de informar oportunamente.
Por tanto, para que en El Salvador exista un eficiente sistema de rendición de cuentas, es necesario establecer la obligatoriedad de informar de su gestión todas las entidades  y organismos públicos, no solamente ante la Asamblea Legislativa  o ante los organismos de control como hasta ahora se hace por ley; sino todas las entidades públicas, sin excepción alguna, deberían realizar actos de rendición de cuentas ante la ciudadanía, para fomentar la transparencia y la responsabilidad en el manejo de los fondos y bienes públicos, como también de sus decisiones en beneficio de la sociedad.
Porque en una verdadera democracia sin duda es necesario un eficiente sistema de rendición de cuentas, fundamentado en principios y normas que hagan posible la transparencia de las operaciones y actividades públicas, que exista un justo balance de pesos y contrapesos entre los poderes del Estado, que fluya la información de manera horizontal y vertical para que los ciudadanos tengamos la oportunidad de premiar a los buenos o castigar a los malos funcionarios que nos representan en las estructuras del gobierno.

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