El despliegue policial evitó esta mañana que las unidades de transporte de AEAS marcharan hacia casa presidencial. Su presidente, Genaro Ramírez, calificó la maniobra de represiva. Otras gremiales acudieron a la Asamblea para pedir mejoras en sus prestaciones.
Por Angélica Cárcamo / Fernando de Dios. 30 de Octubre. Tomado de Contra Punto.
SAN SALVADOR- El despliegue de más de 300 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) neutralizó este viernes la marcha que había anunciado el presidente de la Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (AEAS), Genaro Ramírez, y el Movimiento de Rutas Urbanas.
El plan de contingencia diseñado por el gobierno impidió que las unidades de transporte de pasajeros, que ya estaban concentradas en diferentes lugares del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), se desplazaran hacia Casa Presidencial y paralizaran en tránsito en buena parte de la capital.
Con esta jugada, las autoridades impidieron que los transportistas presionaran por una subida del precio del pasaje hasta los $0,50, al menos en la forma en que habían planeado.
Como la acción de protesta había sido anunciada hacía más de dos días y es la tercera vez en este año que AEAS lleva a cabo medidas similares, el gabinete de Seguridad del gobierno coordinó a Policía Nacional Civil (PNC), Viceministerio de Transporte (VMT), Fuerza Armada y Dirección Genera de Transporte Terrestre para “conservar el orden público y garantizar el libre tránsito de las personas”, según el director de la PNC, Carlos Ascencio.
Las unidades se habían concentrado desde primeras horas de la mañana en lugares como Santa Tecla, Soyapango o Mejicanos para iniciar la marcha hacia Casa Presidencial obstruyendo arterias como los bulevares del Ejército, Venezuela o Constitución y la Carretera de Oro o la Panamericana.
Sin embargo, retenes de la PNC se hicieron presentes para impedirlo, con lo que AEAS decidió suspender la protesta sobre las 9:00 horas y Genaro Ramírez dio la orden de que las unidades circularan normalmente, algo que ocurría alrededor de media hora después.
Durante las horas en que esas unidades estuvieron paradas, vehículos de la Fuerza Armada, de la PNC y de distintos ministerios ofrecían transporte a las personas que no hallaban su bus habitual.
El tránsito vehicular se vio afectado por la presencia de buses y microbuses en los costados de algunas de las principales vías de la capital, si bien su incidencia fue menor de lo que habían pretendido y hubieran logrado de haber realizado la marcha hacia Casa Presidencial.
Genaro Ramírez aparecía a primera hora de la mañana en un el Canal 33 para calificar esta estrategia del gobierno como una “acción represiva” propia de una dictadura.
“Nosotros habíamos convocado a una marcha, lamentablemente terminó en un paro porque la policía no nos dejo circular. Lastimosamente el gobierno hizo uso de los actos represivos que hacían en el pasado, como si estuviéramos viviendo en una dictadura”, dijo Ramírez, militante y asesor de un diputado del Partido de Conciliación Nacional (PCN).
También anunció que “no se quedarán con los brazos cruzados” y que se reunirán para estudiar nuevas medidas. Eso sí, esta vez, dijo, tomen la decisión que tomen, no van a avisar de qué día se manifestarán.
El gobierno no negociará en estas condiciones
El Secretario de Asuntos Estratégicos, Franzy Hato Hasbún, ya había avisado el jueves de que no se permitiría a los transportistas afectar la circulación de la ciudadanía. También reiteró la negativa del gobierno a negociar un alza del pasaje y menos en estas condiciones.
En la tarde del viernes, compareció ante los medios para enfatizar que “las medidas de presión este gobierno no las acepta”, y para volver a invitar a Genaro Ramírez y sus agremiados a que retornen a la Mesa Nacional del Transporte.
“Tenemos que buscar la solución del problema del transporte público” dijo Hasbún y añadió que “con medidas aisladas no vamos a encontrar esa solución” y que no se van a tomar decisiones fuera de la citada mesa.
No obstante, el funcionario recordó que los avances son lentos en el ámbito del transporte público porque es “un tema tan complicado y con tantos antecedentes negativos en términos de desorden y en términos de sesión de permisos, etc.”.
El Director de Transporte Terrestre del VMT, David Linares, apuntó que dentro de la Mesa Nacional del Transporte se están consiguiendo grandes avances en materia de ordenamiento del transporte mediante la concertación y el diálogo, pero que los transportistas también buscan fortalecer sus posiciones de negociación.
Situación de anarquía
La bolsa en la que había metido el VMT a todos los transportistas para concertar un proceso integral de ordenamiento del sector del transporte público se empezó a descoser cuando AEAS se desmarcó de la Mesa Nacional del Transporte.
El resto de gremiales importantes seguían negociando y propiciando tibios avances como la implantación de la caja única o el acuerdo de establecer una tarjeta prepago, que se implementará en un futuro cercano según anunció el VMT la pasada semana.
Sin embargo, las buenas intenciones y palabras se terminan cuando los transportistas miran el precio del combustible, en alza constante desde hace semanas, y otras cuestiones. Sus cuentas no salen y sus estrategias de presión, si bien aún no se notan en la calle, se diversifican.
El gobierno se niega a ceder en el aumento de prestaciones hasta no tener resultados palpables en el ordenamiento del sector, resultados visibles, que la ciudadanía pueda identificar.
El pasado jueves, seis de las trece principales gremiales decidieron acudir a la Asamblea Legislativa, para introducir una pieza de correspondencia en la piden que se doble el subsidio que perciben actualmente por cada unidad, es decir, que pase a $1000 por bus y $500 por microbús, y que se les permita subir el pasaje urbano al menos hasta los $0,30.
La propuesta también persigue que el sector deje de pagar impuestos indirectos como el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA), y que a partir de junio de 2011 se establezca un sistema de subsidio al transporte que se adapte a las alzas del precio del combustible.
Por su parte, Catalino Miranda, presidente de la Federación de Empresarios del Transporte (Fecoatrans), anunciaba que, tras conversaciones con gremiales del AMSS y el oriente del país habían llegado al acuerdo de pedir un alza del precio del pasaje hasta $0,25 en la zona urbana.
Miranda declaró que tanto gobierno como gremiales tienen el reto de solucionar la crisis del transporte, pero advirtió al ejecutivo del error que cometería si deja que la situación pase a ser anárquica.
El proceso de negociación en el transporte hace aguas - Noticias de El Salvador - ContraPunto
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