Escrito por Salvador Guevara Casco.29 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
sallguevara@hotmail.com
El prolongado receso que los estudiantes de los niveles de Parvularia, Básica y Educación Media tienen al final del año escolar es un descanso merecido para aquellos estudiantes que verdaderamente supieron aprovechar su año escolar dedicando todas sus energías, habilidades, recursos y destrezas para acrecentar sus conocimientos académicos, artísticos, deportivos, etc.
Desafortunadamente, en nuestro país nos encontramos inmersos en una crisis de valores promovida por factores endógenos y exógenos que influyen de manera directa y en otros casos de forma subliminal en personas de cualquier edad, pero en especial en niños y jóvenes que aún se encuentran en el proceso de formación de su carácter y su personalidad. El bombardeo permanente de la violencia en la programación de muchos canales televisivos nacionales e internacionales, el acceso prolongado a internet en pasatiempos negativos como la pornografía, el chateo con personas desconocidas, etc., han contribuido de forma exponencial a que tengamos una juventud con carencia de valores, correspondiendo a los padres de familia, maestros y religiosos proporcionar a los jóvenes el antídoto a estos antivalores tanto en los hogares como en los centros educativos.
El período de vacaciones de fin de año no debe servir únicamente como un período de ocio, donde los jóvenes se aburran de no tener nada que hacer. Los padres de familia tienen que ejercer control sobre las actividades de sus hijos, previniéndolos de abstenerse de la práctica de malos hábitos y costumbres. Como padres de familia debemos fomentar la buena lectura en el hogar y la participación de los niños y jóvenes en las tareas hogareñas. Demás está decir la importancia de los cursos de verano que además de entretener a los jóvenes fortalecen sus habilidades en diversos ámbitos.
Es preocupante la reciente captura que realizó la PNC de jóvenes de uno y otro sexo, pertenecientes a diferentes centros educativos de San Salvador, quienes en horario de clases fueron sorprendidos realizando una orgía en una casa particular. Pero más grave aún fue sorprender a alumnas de un centro escolar ingiriendo bebidas alcohólicas dentro de la institución educativa.
Nadie ignora que los jóvenes que ingieren bebidas alcohólicas y fuman tabaco están a las puertas del consumo de otros tipos de drogas. En consecuencia es imperativo que en los centros educativos públicos y privados haya mayor vigilancia para evitar que estos se conviertan en lugares de tráfico y consumo de drogas.
El MINED tiene un reto muy grande en este sentido porque en la medida en que casos lamentables como los que estamos comentando sean considerados como situaciones esporádicas y sin importancia podría llevarnos a tener una situación incontrolable en el futuro. Si los gobiernos anteriores hubieran hecho lo necesario para evitar que la violencia delincuencial se expandiera, no estaríamos en la situación en que nos encontramos hoy. Por tal razón, debe comenzarse luego en poner orden en los centros escolares para no estar lamentándonos en el futuro.
Muchos piensan que el MINED debería estar más interesado en evaluar y controlar los centros educativos públicos, donde están ocurriendo los hechos antes mencionados, y permitir que los centros educativos privados realicen su labor educativa con mayor libertad y autonomía, sin descuidar la exigencia para que estos mantengan la calidad educativa que el país necesita.
Al encontrarnos a las puertas de la vacación de fin de año, es imperativo que los padres de familia se preocupen por mantener a sus hijos ocupados en algo, porque el ocio abre las puertas a la práctica de malos hábitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.