El Gobierno enfatizó que no es válida ninguna propuesta de aumento al pasaje o a la compensación. AEAS y las rutas urbanas dijeron que la medida era represiva y violaba sus derechos.
Escrito por Liz Aguirre.30 de Octubre. Tomado de La Prensa Gráfica.
“Este tipo de medidas no lo aceptamos, y vamos a cerrarles cualquier posibilidad que afecte la libre circulación.”
Franzi Hasbún, Asuntos Estratégicos
“La manifestación es un derecho que todos los ciudadanos tenemos, pero no así movilizarse con unidades de transporte.”
Carlos Ascencio, director de la PNC
“Con esta actitud represiva, vamos a realizar las acciones sin andar avisando.”
Genaro Ramírez, presidente de AEAS
Los motores de decenas de unidades del transporte colectivo tuvieron que apagarse antes de siquiera iniciar la marcha programada para ayer, en la que AEAS y las rutas urbanas pedirían al Gobierno un aumento al pasaje.
La policía acudió a los puntos de concentración de los transportistas e impidió que las caravanas de unidades salieran de ahí hacia el destino pautado: Casa Presidencial. A las 6 de la mañana, el dispositivo policial estaba apostado bloqueando la salida de las unidades en Santa Tecla, bulevar del Ejército, zona de la Terminal del Sur y bulevar Constitución. Atravesaron patrullas, motocicletas, y se utilizaron 310 agentes policiales en el dispositivo que el Gobierno, ayer al mediodía, calificó de exitoso.
Pero Genaro Ramírez, presidente de AEAS, tachó la medida de represiva. “Represión. Dictadura. Como en los mejores tiempos de los militares. Lo que ellos criticaron están haciendo ahora”, sentenciaba el líder gremial. Aseguró que se les violó su derecho constitucional a manifestarse.
Una vez que se logró desactivar la marcha, el director de la Policía Nacional Civil, Carlos Ascencio, expresó que el propósito de no dejar marchar a las unidades había sido conservar el orden público y garantizar el libre tránsito de personas.
“La manifestación es un derecho que todos los ciudadanos tenemos, pero no así movilizarse con unidades de transporte que crean problemas a terceras personas”, justificó el jefe policial ayer a mitad de la mañana.
Rotundo no
El secretario de Asuntos Estratégicos, Franzi Hasbún, fue enfático en decir que no es válida para el Gobierno ninguna propuesta de aumento del pasaje o de la compensación al transporte público.
En conferencia de prensa, el funcionario dijo de manera tajante que fuera de la discusión del planteamiento integral de la solución a la problemática del transporte, abordado en la mesa de diálogo, no hay ninguna posibilidad de tomar una decisión: “Una medida aislada, sin ese marco integral de solución, no sirve”.
Para el funcionario, las conversaciones en la mesa de diálogo van caminando, pero fue muy claro en decir que la solución no llegará ni en una semana ni en un mes.
Por su parte, David Linares, director general de Transporte, aseguró que en la mesa de diálogo ha habido algunos avances, como reformas de leyes, “pero a veces no es lo que ellos esperan”, dijo.
Los representantes del Gobierno insistieron en que bajo presión no se va a ceder a nada, y negaron que haya habido represión a la marcha de ayer. “Este tipo de medidas nosotros no lo aceptamos y vamos a cerrarles cualquier posibilidad que afecte la libre circulación de las personas”, apuntó por su parte Hasbún.
AEAS no descartó realizar más acciones para presionar al Gobierno a aumentar el pasaje. “De que nos vamos a quedar con los brazos cruzados, imposible”, dijo Ramírez. La próxima vez, dijeron los transportistas, no van a avisar qué es lo que van a hacer, y tampoco descartan tomar la decisión de incrementar el pasaje unilateralmente a $0.50.
Según cifras recabadas por el Viceministerio de Transporte, de las 1,000 unidades que se había anunciado que iban a marchar, solo el 35% participó. Se contabilizaron 349 unidades, entre buses y microbuses, las que se apostaron en vías principales del Gran San Salvador, para dirigirse a Casa Presidencial. El director de Transporte explicó que la mayor concentración de unidades se dio en el bulevar del Ejército, con 185; mientras, en la autopista al aeropuerto fueron 26 y en la zona del bulevar Constitución, otras 53.
No se impusieron esquelas ni se decomisaron placas, simplemente la policía se empeñó en que las caravanas no salieran de sus lugares de concentración.
Por su parte, el Viceministerio de Transporte puso a disposición 170 vehículos, entre estatales y del transporte, para trasladar por la mañana a la población hacia el centro de San Salvador.
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