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2011/01/21

LPG-El Informe 2010 (1/3)

 El Informe 2010 reconoce dos situaciones desafiantes en los próximos 20 años: la gran cantidad de gente en condición de pobreza (43%) y la irracional capacidad de consumo que nos ha hecho alcanzar el tercer puesto a escala mundial en consumo.

Escrito por Sandra de Barraza.21 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica. 

 

¿Qué nos hace estar bien? Cada cual tiene su respuesta, pero a pesar de ser un concepto subjetivo registra el Informe de Desarrollo Humano El Salvador 2010, el bien-estar se vincula con la capacidad que cada uno tiene de hacer realidad sus planes y proyectos de vida, tiene que ver con la capacidad de hacer y construir todo aquello que da satisfacción y realización personal. Bien-estar significa que cada quien pueda estar satisfecho consigo mismo porque usa su capacidad, sus conocimientos y sus talentos.

¿Qué da satisfacción y bienestar? El dinero o el ingreso no es lo único que da bienestar a la persona, la familia y la sociedad. Por esto, en el Informe se comentan las debilidades en la metodología e indicadores para la medición de pobreza. Se puede tener mucho y no estar bien. Se puede tener y estar en riesgo de perderlo. Se puede carecer de lo indispensable y vivir en marginación y exclusión permanentemente. En el país tendremos que hacer un esfuerzo serio para renovar y actualizar en enfoque metodológico para que se pueda contar con información para el diseño y la evaluación de políticas públicas.

¿Qué da bienestar y sentido de pertenencia? Tener una ocupación o profesión es lo primero que da bienestar. Tener las capacidades personales y contar con oportunidades de usarlas es fundamental. Sin esto, difícilmente se tiene el quinto factor que da satisfacción personal, el ingreso propio. Para lograr el primero y quinto factor, la gente aspira a tener educación superior (al menos 13 grados de escolaridad), no tener discapacidades, hablar un segundo idioma y poder usar computadora. Estos son el segundo, tercero, cuarto y séptimo factor de bienestar y satisfacción.

Estamos bastante lejos de esta aspiración educativa que daría bien-estar a la gente. Para enrumbarnos, la tarea de educación y capacitación de recursos humanos debe tener cambios radicales y profundos. ¿Pueden asumirse las tareas y cumplir esta meta con la generación de 2011? ¿Podemos comprometernos a que en el año 2031, los nacidos en el bicentenario tengan un promedio de once grados de escolaridad, dominen el inglés y las tecnologías de información y comunicación? ¿En cuánto debe incrementarse el financiamiento a educación? El equivalente al 4% del PIB dice el Informe, pero ¿cuáles son las fuentes de financiamiento posibles? Esas deben acordarse ¿en el Consejo Económico y Social?

¿Qué más da satisfacción y bienestar? Tener un hogar con padre y madre. ¿Qué hacer para recuperar el valor de la estructura familiar? Es la pregunta. En los últimos 60 años, la familia ha tenido el mismo desempeño que la macroeconomía. El resultado es que la realidad no es como la pintamos, hay debilidades, es inestable y no hay solidez. ¡La familia está como la macroeconomía! ¿Cómo recuperarla y fortalecerla? ¿Cómo tomar conciencia del efecto que la emigración tiene en la familia? ¿Compensan las remesas lo que se ha perdido en bien-estar de la familia? El reemplazo del papel socializador por el consumismo ¿a dónde nos lleva? Para que la sociedad tenga bien-estar, la familia debe tener atención prioritaria porque es la primera y principal fuente de socialización para integración social. En la equidad en las oportunidades de género no puede olvidarse el papel que cada cual asume al interior de la familia y el sentido gregario. ¿Hasta dónde llevar la individualidad? La respuesta es personal pero las consecuencias de hacer o no hacer en familia las pagamos todos.

El Informe de Desarrollo Humano El Salvador 2010 reconoce dos situaciones desafiantes en los próximos 20 años: la gran cantidad de gente en condición de pobreza (43%) y la irracional capacidad de consumo que nos ha hecho alcanzar el tercer puesto a escala mundial en consumo. Hay oportunidades y recursos para hacer las cosas diferentes. Se puede dar un buen giro al enfoque y construir otro modelo de desarrollo, un modelo basado en la gente. Un modelo que supere esa contradicción entre el conformismo de la gente pobre y la insatisfacción de la gente rica. Un modelo que deje de gastar recursos públicos en subsidios millonarios en los más ricos a costa de los que más lo necesitan. Un modelo que deje de financiar asistencialismo con deudas internacionales. Seguir como estamos es la peor opción, aunque seguramente es la más cómoda.

El Informe 2010 (1/3)

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