LPG-Editorial-Se reafirma la alianza estratégica Estados Unidos-El Salvador

 Nuestro país es, evidentemente, un centro de atención muy importante no sólo en la subregión centroamericana sino también en la región latinoamericana.

Escrito por Editorial.28 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.

 

Una de las decisiones más significativas de la política exterior de la presente Administración fue la de no sólo mantener la relación amistosa y cooperativa con Estados Unidos, sino crear las condiciones para consolidarla en forma progresiva. Esta línea de acción es claro que se distanciaba de la que viene sosteniendo el partido que llevó al poder al Gobierno actual, ya que el FMLN ha reiterado muchas veces su adhesión, al menos sentimental, al llamado “Socialismo del Siglo XXI”, que es una invención chavista, que tuvo su momento de empuje y que hoy, a todas luces, está haciendo agua. En nuestra subregión centroamericana, la Nicaragua sandinista se sumó al proyecto de Chávez y el ex Presidente hondureño Zelaya intentó hacerlo con las consecuencias conocidas. Si El Salvador hubiera tomado esa ruta, estaríamos mucho más emproblemados de lo que estamos.

El Gobierno salvadoreño estableció, desde el principio, una relación constructiva con la Administración Obama. Hoy, en su gira latinoamericana de marzo próximo, el Presidente Obama visitará tres países: Brasil, Chile y El Salvador. Desde luego, no es un itinerario casual. Las visitas presidenciales, sobre todo cuando se trata de los jefes de Estado de los países poderosos en el ámbito global, están debidamente calculadas conforme a criterios estratégicos. No es una simple cuestión de visitar “amigos”: hay todo un tejido de intereses en juego, y por eso habría que hacer lecturas integrales de las mismas.

Aquí hay que calibrar lo que significa Estados Unidos para nosotros y lo que podemos significar nosotros para Estados Unidos. En nuestro caso, Estados Unidos es nuestro principal socio comercial y, además y fundamentalmente, el lugar de destino del grueso de nuestra población que emigra en busca de una vida mejor. Es decir, hay una asociación natural, que a ambos nos conviene desarrollar como alianza estratégica permanente y funcional. Hay, por otra parte, candentes problemas que compartimos, como los embates del crimen organizado en muchas de sus formas. La seguridad y el desarrollo son, pues, las áreas fundamentales de cooperación.

El Presidente Obama acaba de subrayar, ante las dos cámaras del Congreso estadounidense, la necesidad de enfatizar los compromisos con la innovación, la educación y la modernización de la infraestructura. Son, curiosamente, temas vitales también en nuestro país. Y es que la globalización acerca realidades y exige trabajar en común, para ir logrando un mundo mejor.

Esta visita, ya oficialmente anunciada es, desde luego, una muestra de confianza en la Administración presente del país; pero sin duda significa mucho más que eso. Es la reiteración de la confianza en el proceso que vive nuestro país, cuyo desenvolvimiento se ha venido haciendo hasta la fecha con una normalidad básica que hay que reconocer y potenciar. Lo que falta es convertir esa normalidad en efectivo crecimiento en todos los órdenes, y para ello hay que empujar un proyecto integral de desarrollo al que se acompañen los beneficios de las alianzas estratégicas como la que tenemos con Estados Unidos.

Nuestro país es, evidentemente, un centro de atención muy importante no sólo en la subregión centroamericana sino también en la región latinoamericana. Esto acrecienta la responsabilidad de hacer las cosas bien en todo sentido.

Se reafirma la alianza estratégica Estados Unidos-El Salvador