Muchos consideran que la llamada"descentralización" de los servicios de agua, está más cercana a un proceso de privatización de la misma.
Por Gerardo Arbaiza.31 de Enero. Tomado de Contra Punto.
SAN SALVADOR-Para Gloria Rodríguez, residente de la colonia Los Naranjos, en el municipio de Apopa, departamento de San Salvador, abastecerse de agua potable ha sido una epopeya de varios años.
El suministro lo provee PROSOL, una empresa que maneja equipos de distribución de agua que son propiedad de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA).
Dicho servicio dista de ser eficiente, según la señora Rodríguez, ya que la empresa solo les provee de agua durante tres horas en la mañana y tres horas en la noche , dejándolos al día siguiente sin suministro de agua, en un ciclo que se repite vez tras vez…
Similares irregularidades se encuentran en el servicio de otras distribuidoras descentralizadas de agua diseminadas en todo el país, de acuerdo a un estudio efectuado por El Foro del Agua por la Sustentabilidad y el Derecho al Agua, con el apoyo de Ingeniería Sin Fronteras Catalunya (ESF).
Para los precursores de este estudio, el fenómeno de cómo han evolucionado los sistemas descentralizados de agua, luego que se anunciara este mecanismo durante la presidencia de Francisco Flores Pérez (1999-2004), es caldo de cultivo de un álgido debate.
Cuestiones que van desde favoritismos políticos y proyectos abandonados hasta falta de transparencia en la rendición de cuentas, son anomalías que arroja este estudio de manera preliminar.
La persona detrás del estudio es Quique Gornés, un ingeniero español de origen catalán, que lleva cerca de tres años en el país, y ha invertido 10 meses en conocer a fondo la situación de las 23 operadoras descentralizadas de agua que existen en el país, las cuales surgieron a raíz de unos créditos otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Aparte del enfoque privatizador que el actual sistema de descentralización de agua posee, Gornés ve como el principal eje en este debate el papel que ANDA juega como regulador de estas operadoras, ya que al ser la misma ANDA otro operador, siempre intentará voltear los momios a su favor, cuidando sus propios intereses.
Gornés compartió brevemente para ContraPunto, sus impresiones en cuanto al tema, luego del extensivo tiempo que invirtió en realizar su estudio.
¿Que te motivó a realizar el estudio sobre los Sistemas Descentralizados de distribución de agua en el país?
Era un tema que estaba en la agenda. Yo he estado trabajando en temas de agua potable y saneamiento en el país por bastante tiempo; entonces el caso que pasaba con las descentralizadas era algo recurrente, y a raíz de nuevos posicionamientos y con el cambio de gobierno, parecía que se quería reabrir el debate. Ahí fue cuando empecé a hacer las investigaciones, además de haber hablado con bastante gente salvadoreña que me dijo que sería un buen tema para abrir el debate en el sector de saneamiento y agua potable en El Salvador.
Luego de este diagnóstico ¿Que descripción le daría usted, a grandes rasgos, al sistema de distribución descentralizada del agua en El Salvador?
Tiene mayor cercanía a los usuarios, y eso los hace más ágiles en temas como reparaciones y en la respuesta que le dan a los usuarios; aunque no podemos decir que esto es un proceso de descentralización. Con los contratos por administración hablaríamos mas bien de una externalización, es decir, que ANDA ha contratado a ciertos operadores para que hagan ciertas cosas.
Este fenómeno de subcontratación, ¿podría ser el principal problema de los sistemas descentralizados, según su opinión?
El tema de fondo es que no hay un organismo regulador, es decir que no hay un marco legal que defina las responsabilidades de cada cual y por cuanto no están claras esas responsabilidades, cada uno le tira la pelota al otro. Hay que ver que la titularidad de los sistemas sigue siendo de ANDA, y ANDA a la par está viendo como se le usurpa su espacio, es decir, ¿cómo que hay un operador nuevo administrando una estructura que es suya? Entonces ANDA está haciendo funciones de regulador, cuando es otro operador, y es un problema que hay que solucionarlo.
Esto debe ser un debate amplio que abarque a toda la sociedad, en donde se defina como se hace un marco legal a toda esta situación, cómo se hace una nueva ley general de agua, una ley al subsector de agua potable y saneamiento, que defina y clarifique todo este sector.
¿Cómo ha sido que esta estructura de sistemas descentralizados de agua ha cedido frente a favoritismos políticos?
A través de las descentralizadas y fuera de ellas. La gestión de agua potable y saneamiento tiene que ser para todos, y al jugar a posiciones de poder con las inversiones, con los fondos o las gestiones de los sistemas, se pierde la transparencia en dichas gestiones.
Menciona usted que a través de las subcontrataciones que ANDA realiza con los operadores descentralizados, percibe cierta rentabilidad ¿Le conviene a ANDA mantener el actual estado actual de sistemas descentralizados?
No del todo. Esos sistemas ya no son rentables y, si no estuviesen descentralizados, ANDA sería más rentable, porque ANDA les paga a estas operadoras para hacer una serie de tareas. Entonces si no les tuviera que pagar, entonces serían más rentables sus sistemas, porque la gente seguiría pagando su tarifa.
¿Existen cosas que ANDA realiza o deja de realizar con esta rentabilidad que obtiene por medio de las descentralizadas?
Cuando menciono que las subcontrataciones que ANDA realiza con las operadoras están generando retorno, dichos retornos deberían usarse para invertir en agua y saneamiento. Es decir que este sistema se está llevando a la sostenibilidad y que invertir en agua y saneamiento supone mejoras en salud, cumplir con un derecho humano y generarían todavía más rentabilidad.
El ejemplo en España fue que de las inversiones hechas en el abastecimiento de agua, se sacaron los réditos para invertir luego en saneamiento y en aguas residuales. El Salvador debería empezarse a plantear a largo plazo cómo mejorar la situación de agua y saneamiento en todo el país aplicando este ejemplo. Es evidente que todos los ingresos que genere el sector agua deben regresar al sector agua, tal vez no al mismo sistema o al mismo municipio, sino que como una concepción de solidaridad entre territorios, donde los sistemas rentables cubran las pérdidas de los sistemas no rentables. Todo el dinero debe de reinvertirse para mejorar el servicio.
Y esto amerita por una parte la participación de las comunidades, en un grado mayor al que lo han realizado…
Exacto, uno de los problemas que se han detectado hasta ahora es que nadie ha vigilado que se cumplieran esos procesos de participación. En primer lugar porque ANDA no tiene personal capacitado para supervisar procesos sociales; ANDA tiene ingenieros, administrativos y economistas, pero no gente especializada en temática social. Entonces ANDA ha supervisado el proceso en la forma de temas administrativos, financieros y técnicos, pero no ha supervisado el tema de participación comunitaria. Alguien tendría que haberlo hecho, porque ha quedado a la elección de los actores del territorio lo que se hace en cada territorio y si se inician procesos de participación, tiene que haber alguien que brinde garantías en el proceso.
¿Cree conveniente que deberían estudiarse algunas experiencias de otros países en cuanto al tema?
Experiencias iguales en otros países no van a haber, pero sería conveniente conocer experiencias internacionales, con problemas similares en la cuestión de agua potable y saneamiento y donde se ha conseguido resolver los problemas.
En Centroamérica ya solo quedan dos países que no tienen Ley General de Agua, que son El Salvador y Guatemala. Otros países cercanos ya están en el camino y tal vez tengamos que aprender de ellos y tomar su ejemplo.
¿En que medida el BID y el KFW están condicionando el entorno de trabajo en los sistemas descentralizados y cómo podrían cambiar las cosas si otro tipo de entes financieros invierten en el rubro?
Yo he estado hablando de forma no oficial con la gente del BID y ellos mismos admiten el error que cometieron hace 10 años. Es decir, que ellos mismos son concientes que no se puede exportar tal cual modelos de otros países, sino que hay que analizar la realidad de cada país.
Yo creo que sigue habiendo posibilidades de financiamiento, pero la principal cuestión no es lo que quieran los agentes externos de El Salvador, sino lo que quieran los agentes internos. Si El Salvador decide en un debate amplio cómo gestionar sus servicios de agua potable y saneamiento, ya podrá buscar aquellos inversores que le permitan hacer lo que El Salvador quiera hacer. No hay que decir que los organismos financieros no tienen poder, porque sí lo tienen, pero si El Salvador tiene claro lo que quiere, va resultar más complicado que desde fuera le digan lo que tiene que hacer.
Frágil gestión descentralizada del agua, según estudio - Noticias de El Salvador - ContraPunto
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