Cuando el actor estadounidense Robin Williams hizo la película Dr. Patch Adams, despertó un novedoso medio, hasta entonces ignorado, de utilizar el buen humor con pacientes hospitalizados como medicina terapéutica de resultados comprobados.
Escrito por Ernesto Rivas Gallont.30 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.
Desde entonces, el buen humor como medicina ha sido tomado muy en serio. Existen varias organizaciones de profesionales que promueven la terapéutica en docenas de hospitales en Estados Unidos. Probablemente la más conocida sea la Association for Applied and Therapeutic Humor (AATH) con sede en California, dedicada exclusivamente a difundir la utilización del buen humor en medicina curativa.
El humor terapéutico es cualquier intervención que promueve la salud y el bienestar estimulando el buen humor para obtener una reacción o apreciación del paciente que estimule, al menos, sonrisas.
Estas intervenciones pueden mejorar la salud o pueden utilizarse como un tratamiento complementario de la enfermedad para facilitar la curación o mejoría del paciente, o hacer menos pesada la carga emocional que una enfermedad produce.
Cada día surgen más organizaciones como la AATH que son entidades profesionales integradas por médicos, sicólogos, científicos, educadores y otros profesionales que incorporan el buen humor en sus vidas cotidianas. Algunas de ellas son organizaciones internacionales que tienen capítulos en muchos países alrededor del mundo.
La AATH es la más conocida entre las que proveen evidencia basada en hechos sobre el beneficio del buen humor en pacientes, cuya misión es servir como una comunidad de profesionales que estudian, practican y promueven la salud por medio del buen humor y la risa.
Está comprobado que el buen humor, cuando se utiliza apropiadamente, reduce la ansiedad y la tensión, promueve el bienestar sicológico, mejora la interrelación y las relaciones personales, genera identidad de grupos, aumenta la tolerancia del dolor, mejora el estado de ánimo, la esperanza, energía y vigor y contrarresta la depresión y la ansiedad, entre otros atributos.
Ya antes he escrito sobre un grupo de amigos que nos reunimos en la casa de playa de uno de ellos los días domingo y nos esforzamos para no hablar de cosas serias, más dedicar el día a pasar contentos, retomando con buen humor las cosas que aquí pasan y riéndonos a carcajadas. La mayoría de los participantes en el grupo ya somos de la tercera o cuarta edad y, francamente, al terminar el día nos sentimos muy satisfechos y con ánimos renovados.
No hay duda, la risa y el buen humor son excelentes medicinas. Estudios académicos serios han demostrado que la risa puede ayudar a prevenir enfermedades cardiológicas y a reducir el estrés. Pero aun para los que gozan de plena salud, la risa es esencial para el bienestar general.
A medida que los años se acumulan, los problemas crecen y disfrutar la vida parece ser más difícil, y también, aumenta el estrés. La risa no es siempre causada por un chiste o una situación cómica; es el resultado de encontrar el buen humor en la vida cotidiana.
El estrés y degaste que causan los conflictos y tensiones pueden complicar la preocupación y causar un aumento de la ansiedad y depresión. La risa reduce el nivel de los hormones de estrés y fortalece el sistema inmune, mientras aumenta la cantidad de endorfinas y neurotransmisores. Esto, según los médicos, significa un sistema inmune más fuerte, así como una disminución en los efectos físicos del estrés.
Lea más sobre el tema, hoy en mi blog, http://blog.netorivas.net
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