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2011/01/31

El Faro-“El compromiso es que esta Asamblea Legislativa no tenga nada que ocultar” - ElFaro.net

 El FMLN asumirá por primera vez la presidencia de la Asamblea Legislativa. A partir de este martes, 1 de febrero, Reyes será el presidente del Órgano Legislativo, tan marcado por la desconfianza y la falta de credibilidad. Aunque promete transparentar la institución, no asume compromisos para revelar las contrataciones de empleados o los acuerdos de junta directiva.

Rodrigo Baires Quezada.31 de Enero. Tomado de El Faro.

 

El diputado del FMLN será presidente de la Asamblea Legislativa durante 15 meses. Un hito para su partido, que nunca ha dirigido el parlamento a pesar de haber ganado la mayor cantidad de diputados en las últimas elecciones. Todavía como vicepresidente asegura que dará un giro al papel que juega el presidente del Órgano Legislativo. ¿En qué sentido? Este tiene que ser más proactivo para que esta institución retome su lugar como centro de concertación política entre los partidos y los sectores sociales. Para ello, sostiene, el presidente debe tener una verdadera autoridad política y credibilidad. ¿Acaso no la ha tenido su predecesor, el pecenista Ciro Cruz Zepeda? Reyes no contesta la pregunta.

Tampoco se atreve a hacer compromisos para abrir una de las claves del funcionamiento administrativo y financiero de la Asamblea Legislativa: las decisiones de la junta directiva. Esa que autoriza contrataciones y acuerda mantenerlas ocultas del público. Esa que autoriza comprar automotores de lujo para los diputados, y esa que acuerda recetarse y recetar a los demás legisladores aumentos salariales en período de crisis económica y a escondidas de la gente. Su compromiso se queda en que intentará hacer algo. “Lo vamos a conversar. El compromiso es que esta Asamblea no tenga nada que ocultar, pero también soy consciente de que tengo que hacer un esfuerzo para que cualquier medida que se tome tenga el máximo respaldo de la junta directiva”, dice.

¿Qué diferenciará su gestión con respecto a la gestión de Ciro Cruz Zepeda?
Cuando hablas de gestión, veo dos ámbitos. Una es propiamente la gestión administrativa, la gestión de los asuntos cotidianos de una institución tan particular y compleja; otra es la gestión política, de los asuntos políticos que la Asamblea tiene que enfrentar y resolver. En ambos puntos tengo la convicción de que se pueden hacer cambios importantes que redunden, por un lado, en un mejor posicionamiento de la Asamblea dentro del sistema político del país, en su credibilidad y en su imagen en sociedad. Y, además que contribuyan a que la Asamblea sea una actor de un carácter más proactivo y protagónico en los asuntos del país. En lo que es la gestión interna de la Asamblea, creo que es una institución que debe de modernizarse de una manera rápida y consistente. Creo que tiene que ser una ventana abierta al público en cuanto a la información que aquí se procesa, a las actividades que realiza, tanto al interior como las de proyección. Creo que debe de comunicarse más lo que se hace, tiene que abrirse más a los ciudadanos y a los medios de comunicación.

Habla de una institución que no goza de mucha popularidad entre la ciudadanía…
…  Porque lo que ha prevalecido en cierta manera es el secretismo, el misterio y los procesos poco transparentes o, hasta cierto punto, opacos. Y por otro lado, también en la Asamblea, por el mismo proceso político, se han tomado decisiones que, en algún determinado momento, han lesionado a la ciudadanía.

¿Por ejemplo?
La dolarización, algunos acuerdos para lesionar el sistema de pensiones, acuerdos de comercio que no fueron consultados con la sociedad, endeudamientos que no fueron debidamente justificados, elecciones de funcionarios de segundo grado que han llevado a que determinadas instituciones sean cuestionadas después… Y todo eso se hizo en la Asamblea. Hay un efecto de arrastre que no tiene que ver con esta legislatura, sino con que en las últimas dos décadas, donde hubo un marcado dominio de Arena, sirvió para consumar decisiones que la ciudadanía vio muy mal.

En las elecciones de 2003, el Frente terminó entregando la presidencia a Ciro Cruz Zepeda, del Partido de Conciliación Nacional…
…  El FMLN consistentemente ha ganado las elecciones de 1997, sacando más votos que cualquier otro partido…

… Pero no diputados…
… No siempre ha significado ganar más diputados, pero la voluntad popular ha estado bien clara. Pero, siempre hubo un acuerdo de la derecha para impedir que esa voluntad popular se tradujese en que el Frente presidiera la Asamblea.

Eso pasó hace seis años.
Para la derecha fue como un punto de honor. Que quizás, en su mayor expresión, se pudo ver el pasado 1 de mayo de 2009, donde a pesar que el Frente hizo una propuesta para que tanto Arena como FMLN compartiésemos en plazos iguales la presidencia, la derecha insistió en no darle ninguna participación en aquel momento.

¿Por qué dársela al PCN, que no tenía ninguna mayoría?
Eso se lo tienen que preguntar a la derecha, porque nosotros no incluimos al PCN. Las derechas se terminaron confabulando y poniendo un presidente. Lo demás es historia: ese acuerdo se quiebra cuando Arena entra en su debacle y se genera una nueva recomposición, que es la que ha permitido que un representante del FMLN, por primera vez en la historia, asuma la presidencia de la Asamblea. Tomó más de 17 años para que se produjese una transición en la conducción del gobierno, en el Ejecutivo; tomó un poco más de tiempo para esa misma transición en la Corte Suprema de Justicia. Hoy ha llegado el momento del Órgano Legislativo. Esto lo enmarco en el proceso global de transición política del país que arrancó con los Acuerdos de paz, pero que no se da de manera automática.

 

Regresemos al inicio: ¿Qué va a marcar la diferencia en la primera gestión de un partido de izquierda en la Asamblea?

Transparencia, apertura… Mucho más contacto con los ciudadanos, mucha más divulgación del quehacer de la Asamblea, un rol más activo de la presidencia en la vocería de la Asamblea, como primer órgano del estado. Y, por otro lado, en lo que es la gestión de los asuntos políticos, una presidencia volcada a la consecución de grandes acuerdos políticos. La presidencia de la Asamblea no ha jugado ese papel. Se tiene que jugar un papel proactivo, un papel de primera línea, en la consecución de grandes acuerdos de país.

Miremos algunos acuerdos que ha tomado esta legislatura: la elección de los magistrados de la Corte y el fiscal general se decidió en Casa Presidencial.
A eso me refiero.

Entonces se reclamó que la discusión salió de la Asamblea y necesitó de la mediación del presidente Mauricio Funes.
Aquí hay una contradicción: aunque el resultado fue bueno para el país, porque hoy tenemos una Corte que ha recuperado bastante de credibilidad e independencia, fue a consecuencia de que la Asamblea cediera su papel de espacio natural de negociación y concertación de ese tipo de acuerdos.

Desde afuera vemos una Asamblea pero no un parlamento.
Eso tiene que ver con que la presidencia de la Asamblea tiene que jugar un papel más proactivo, más dinámico y hacer un esfuerzo para que la Asamblea sea un espacio de encuentro y concertación. Para eso, evidentemente, se necesita tener autoridad política y credibilidad.

¿No la tenía Ciro Cruz Zepeda?
Usted lo está diciendo, no yo.

Por eso le estoy preguntando: ¿Ciro Cruz Zepeda no tenía esa credibilidad y autoridad política?
Usted lo dice, no yo… La presidencia tiene que tener legitimidad para poder convocar a estos acuerdos. Si no la tiene, si no tiene autoridad, si su estilo es más de pasillos y cuartos oscuros o cerrados, o de acuerdos bajo la mesa, obviamente no tiene la autoridad para convocar y ser el catalizador de grandes acuerdos. Ese es el reto que el FMLN y este servidor, como representante de este partido, tiene que encarar: convertir a la Asamblea en este espacio de negociación legítima y transparente para conseguir grandes acuerdos en beneficio del país, sin que eso signifique anular otros espacios.

¿Terminará  con la política de que los grandes acuerdos legislativos se tomarán a puerta cerrada, en bilaterales y a escondidas?
Las bilaterales no se pueden descartar, son parte de los procesos políticos normales. El punto no es si se negocia de manera bilateral o en una sola mesa con todos, el punto es qué tanto de esa información llega al ciudadano. Creo que las negociaciones en general sean más transparentes y que se den en el espacio idóneo…

… ¿El pleno?
Es el parlamento, las comisiones y el pleno de la Asamblea.

¿Qué garantías puede dar de que con una presidencia del FMLN habrá diálogo político en la Asamblea por ejemplo en leyes como la de partidos políticos o las reformas electorales pendientes?
Puedo señalar leyes que le interesan más a la gente, sin que eso signifique que no sean importantes estas… La ley de medicamentos es una ley que la gente está esperando. Estoy seguro de que si la presidencia de la Asamblea asume una actitud proactiva, más dinámica y emprendedora, esa ley la podemos aprobar en las próximas semanas, pero se necesita un impulso…

¡Si van a ritmo de un artículo por mes!
Te puedo decir que si desde la presidencia se hacen los mejores esfuerzos podemos lograr acuerdos y concertaciones en esa y en otra serie de leyes. Veo que la presidencia de la Asamblea no puede limitar su rol estrictamente al papel administrativo. Tiene que jugar un rol político de primera línea. Y el rol de generar acuerdos, concertación y consenso.

Cualquiera podría preguntar: ¿por qué tanto protagonismo para la presidencia de la Asamblea?
No, no se trata de protagonismo. Se trata de recuperar la esencia de la Asamblea y de la presidencia de la Asamblea.

Miremos algunos acuerdos que se tomaron y que nadie se hizo cargo de ellos después: el aumento salarial de los diputados en 2007. Ningún diputado, de ningún partido político, ni los que estaban en la Junta Directiva, se hicieron cargo de este aumento.
Creo que un directivo que toma una decisión tiene que hacerse responsable de las consecuencias de sus acciones, ya sean estas de orden político, administrativo e, incluso, legal. Lo que sucedió en esa ocasión es que hubo un acuerdo de un grupo de la derecha en la directiva que, al intentar materializarse, fue repudiado. Por eso es que al final nadie asumió la paternidad de esta criatura. Posiblemente quienes tomaron la decisión no esperaba esa reacción de los ciudadanos.

Sin embargo, ni los diputados que no tomaron la decisión dijeron quiénes eran los responsables.
No, pero era obvio. Nuestra postura fue el desmarcarnos, porque no habíamos participado, y recuerdo que no cobrábamos por varios días como señal de repudio. Pero volviendo al presente, las decisiones de una junta directiva tienen que ser asumidas con plenitud porque son actos públicos, son actos de la administración pública.

Miremos lo que pasa ahora, pues. Junta Directiva y la Comisión Política se reúnen a puerta cerrada. ¿Eso lo mantendrá?
La Comisión Política se reúne a puertas abiertas…

… ¡Abren las puertas cuando quieren!
Bueno, pero no se puede decir que se reúne a puertas cerradas.

Bueno, digamos que es una puerta semiabierta.
Digamos que, generalmente, hasta que se instala formalmente la comisión es cuando se permite el ingreso de la prensa. Esa ha sido la norma.

Y la junta directiva, sí se reúne a puerta cerrada. ¿Cambiará esto en su gestión?
Pienso que se pueden discutir mecanismos de mayor acceso a la discusión en la Junta Directiva. Yo, particularmente, pienso que el presidente de la Asamblea debe de informar permanentemente al pueblo, a través de los medios de comunicación, de los resultados de estas discusiones. Ese es uno de los puntos donde se puede ir marcando el cambio. Un punto fundamental, por ejemplo, es la construcción de la agenda de la plenaria. Estoy convencido de que el presidente debe informar al país de los contenidos de ésta y de cada dictamen que se va a aprobar… de cada pieza de correspondencia que llega al pleno. Creo que eso le quitaría un velo de misterio a las sesiones de la directiva y de la plenaria. No veo por qué estos temas tan elementales deban ser conocidos a última hora.

Eso ha sido la norma: leyes que entran a las 7 de la noche, dispensas de trámites y madrugones clásicos, que los hemos tenido incluso en esta legislatura.
Primero, hay que tener en cuenta que la mecánica parlamentaria... Los diputados, en el pleno, tienen el derecho de modificar la agenda. Por otro lado, cuando hablamos de madrugones hay que distinguir lo que es un madrugón, en el sentido peyorativo y negativo del término, de lo que son sesiones que de una manera innecesaria se prolongan hasta la madrugada por una sobrecarga en la agenda. Las sesiones alargadas que llegan hasta la madrugada, creo que son innecesarias y hay que cambiar, porque aunque el legislador tenga la mejor intención, las imagen que se transmite no es la más positiva. El madrugón clásico es cuando se trae un proyecto de ley que no ha sido discutido en una comisión y que en horas de la madrugada se aprueba sin mayor trámite, y que generalmente tiene un sentido que va a afectar a la ciudadanía o a un sector de la población, y que por ser dañino se aprueba en las madrugadas para que hubiese menos escándalo y menos acceso a los medios de comunicación para divulgar lo que estaba sucediendo. Hay que distinguir eso.

En la última sesión plenaria, se votaron tres leyes de esa manera, se alargó hasta en la  noche para sacar la ley del “draw back” puro ya cuando eran las 11 de la noche. ¿Por qué no dejar la discusión de la misma en la siguiente sesión?
Esa ley no siguió un proceso normal, porque entró en esa plenaria. Y se votó de manera unánime. Todos entendemos que era para favorecer a nuestro sector exportador pero, aunque la intención era buena, la sensación que queda es que ahí hay algo que se pudiera estar ocultando. Hay otros momentos en que, por razones de tiempo, se tienen que aprobar leyes y reformas de leyes en las que el Ejecutivo comparte la responsabilidad.

¿Por ejemplo?
En la última plenaria de 2010 tuvimos que aprobar con dispensa de trámites una reforma a la Ley de turismo, para prorrogar los efectos de la ley y volverla más accesible a los pequeños empresarios. Ese proyecto de ley vino en la última sesión. Si no la hubiésemos aprobado, la Ley de turismo hubiese vencido.

¿Pretende cambiar estos madrugones, los buenos y los malos?
Sí, absolutamente.

¿Eso significa ponerlo en el reglamento interno?
No necesariamente, porque el presidente tiene el poder de suspender una plenaria y convocar al día siguiente o dos días más tarde. Por supuesto, voy a tener un diálogo con todos los jefes de grupos parlamentarios y con la participación de los miembros de la Junta Directiva para llegar a algunos acuerdos básicos que nos permitan trabajar de una manera más ordenada y transparente, y evitar costos que, con o sin razón, tiene que pagar al Asamblea por la misma inercia con la que se han venido haciendo las cosas hasta la fecha.

Habla de transparencia en la Asamblea Legislativa. Sin embargo, sobre el manejo financiero y administrativo de esta institución se desconoce absolutamente todo. Por ejemplo, ¿cómo puede ganar 1 mil 500 dólares un motorista en la Asamblea?

O, por ejemplo, publicamos hace un par de años la compra de memorias flash a precios exorbitantes. ¿Quién controla las compras de la Asamblea Legislativa?
Es de los aspectos que la Asamblea tiene que cambiar. La autoridad para contratar empleados y otorgar salarios recae en el presidente de la Asamblea. Obviamente, un nuevo presidente que llega tiene que revisar que no se estén dando situaciones que desequilibran un presupuesto o que introducen distorsiones en la carrera administrativa de los empleados. Todo eso ha estado en manos del presidente.

Vaya, esta Asamblea tuvo un aumento de 5.7 millones de dólares para pago de salarios y se incluyeron 458 nuevas plazas. En septiembre del año pasado, Lorena Peña, diputada del FMLN, defendió que el incremento era para el escalafón de los empleados legislativos. Hoy vemos que no, que nos mintieron. ¿Se va a conocer la verdad en este caso?
Como te repito es el presidente de la Asamblea quien tiene la autoridad para contratar…

… Usted va a ser presidente de la Asamblea…
Yo no he tenido autoridad para contratar a nadie…

… Va a ser presidente de la Asamblea, ya en ese cargo, ¿va a dar a conocer quiénes en la Asamblea tienen esas plazas?
Es una situación que viene por una acumulación histórica. Aquí hay que distinguir varios factores que están de por medio. Primero, el surgimiento de un grupo parlamentario numeroso que, de acuerdo con el reglamento, pide con todo derecho que se le asigne personal de todo tipo: secretarias, ordenanzas, asesores, analistas, asistentes… Pero también hay grupos parlamentarios que han sufrido una merma importante en su número y mantienen una plantilla que tenían en su época más floreciente. Hay nuevas contrataciones y no hay reducción de las plazas que se tenían antes. Al final eso produce una plantilla de cerca de 1 mil 500 empleados.

Hablamos de Gana y Arena…
… Hay otros grupos. Tanto el PDC como Arena han tenido drásticas reducciones.

¿Por qué no dar a conocer cuántos empleados tiene cada grupo parlamentario, información que nosotros solicitamos en 2007 y que la Junta Directiva, de manera unánime, se negó a proporcionar a El Faro?
Hace un mes, esta Asamblea Legislativa aprobó la ley de acceso a la información pública. Uno de mis compromisos es que esa ley se aplique y qué mejor ejemplo que empezar aplicándola en casa. Creo que la Asamblea se tiene que preparar para cumplir con una ley que ella misma ha dictado y toda esa información, bajo la ley, se tiene que dar.

Por ejemplo, ¿se va a conocer el presupuesto de la Asamblea Legislativa antes de ser votado? Ni los diputados conocen el presupuesto del órgano legislativo antes de la votación…
… Es no es cierto. El presupuesto de la Asamblea se discute en la Junta Directiva, con los jefes de grupos parlamentarios y no se aprueba sino cuando hay voluntad y consenso para ello. Incluso, en la última votación, aunque Arena no votó por el presupuesto, estaba perfectamente enterada y había participado en la formulación del presupuesto.

¿Qué hará con las famosas “plazas fantasmas”, plazas de asesores que se dejan a discrecionalidad de los partidos políticos, y que nunca se les ve por estos lados?
Hay que distinguir dos tipos de personal.  El personal institucional, que está sujeto al régimen laboral administrativo, como cualquier institución del Estado, donde vamos a hacer un esfuerzo para que cualquier situación anómala –indisciplina laboral, bajo espíritu de compromiso con sus labores y ausentismo- desaparezca. El otro contingente de personal que tiene la Asamblea es el que está al servicio de los grupos parlamentarios. Quienes responden de manera directa por la indisciplina laboral de esta gente son los jefes de los grupos. Evidentemente, este es un tema que se tiene que abordar junto con ellos. Voy a tener un diálogo con cada uno de los jefes de grupo para examinar la situación de sus planillas y establecer compromisos de que esta Asamblea no sirva como una bolsa de trabajo.

Ya hay un caso de alguien que denunció esto.

El caso denunciado por Juan Pablo Durán y el grupo parlamentario de Cambio Democrático.
… Bueno, mi punto es que este es un tema que hay que conversar con cada partido. Voy a hacer el máximo de los esfuerzos para convencerlos de que prácticas como estas generan consecuencias negativas para la institución.

¿Podemos tener un compromiso de usted para brindar esta información cuando asuma la presidencia? Hablo de las nuevas plazas, de por qué no se ha dado el aumento a los empelados…
… Yo no puedo decir que no haya habido aumentos a los empleados. Eso lo voy a saber cuando llegue a la presidencia.

Compromisos. ¿Sí o no? ¿Se puede tener la lista de personal y montos de salarios de todos los grupos parlamentarios?
Al llegar a la presidencia tengo que examinar la información y tengo que llegar a un acuerdo con mis colegas de Junta Directiva sobre el proceso para suministrar esta información, con base en la ley de acceso a la información pública.

Digo, hablo de los montos de dinero que paga el Estado, de fondos públicos.
Te repito, lo vamos a conversar. El compromiso es que esta Asamblea no tenga nada que ocultar, pero también estoy consciente de que, como presidente, tengo que hacer un esfuerzo para que cualquier medida que se tome tenga el máximo respaldo de la Junta Directiva.

Digo, esto tiene la misma lógica de la Ley de partidos políticos: “La ley no interesa a los partidos y, por ende, no se aprueba”, aún cuando se tiene un borrador engavetado desde 2003. Dar a conocer estos montos no le interesa a los grupos parlamentarios. Como le dije, determinaron en 2007 que este tipo de información no es necesaria hacerla pública.
Bueno, del 2007 a la fecha han pasado casi cuatro años y esperaría que ese enfoque se haya modificado.

Todavía estamos esperando que nos digan, por ejemplo, cuánto costaron las nuevas oficinas de Gana. Otro dato que, aunque se preguntó, no se dio a conocer. ¿Lo hará público?
Posiblemente se puede especular lo que pudo costar. Lo que puedo decirte es que ningún grupo parlamentario puede estar trabajando al escampado como si fueran nómadas. Son necesidades que surgen de la dinámica política y en este caso surgió un grupo nuevo, numeroso…

… Entonces, se mueven las plazas que corresponde de Arena y no se contrata personal…
… Bueno, ese es un tema que la presidencia actual ha manejado…

… Digo, eso se haría en una empresa: si hago una subdivisión de un departamento, muevo el personal necesario del mismo. Quizás me toque contratar a alguien, pero no a tanta gente…
... No sé qué acuerdos políticos pueda haber con Arena, como para mantener su mismo status en cuanto a plantilla laboral, ni con Gana. Lo que sí digo es que vamos a hacer el máximo esfuerzo para que una persona que esté inscrita en una planilla de esta Asamblea, trabaje efectivamente para ella, la institución o un grupo.

 

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