Escrito por Rafael Ernesto Góchez.29 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.
regochez@hotmail.com
Las elecciones 2012 son territoriales. Habrá votación en 262 municipios y la resolución de la Corte Suprema de Justicia –al declarar inconstitucional la lista cerrada y bloqueada para las elecciones de diputados– conducirá a que los candidatos se acerquen a los votantes de 14 departamentos.
Asumiendo que varios candidatos a diputados se “subirán” en la figura de los postulantes a alcaldes y que la centralización sigue vigente, surge el dilema ciudadano de votar por dos propuestas distintas: municipalismo o desarrollo local sostenible (DLS). Esta disyuntiva conviene incorporarla al debate nacional para que sea abordada responsablemente por los candidatos a alcaldes y diputados 2012.
El municipalismo enfatiza la administración del gobierno local y la provisión de servicios públicos. Es decir, el municipalismo recalca la recolección de basura, alumbrado público, tasas, partidas de nacimiento, cementerios, mercados y fiestas patronales. El municipalismo se percibe como un tema secundario.
El DLS supera al municipalismo. El DLS es un enfoque de desarrollo que armoniza el corto, mediano y largo plazo. ¿Cómo? Vía un proceso participativo orientado hacia la solución de los problemas específicos de las comunidades. El DLS es una plataforma de trabajo que supera el período del gobierno municipal (3 años), enfatizando la lucha contra la pobreza, la equidad de género y la gestión de riesgos. Es además un medio que favorece la generación de negocios, inversiones y empleos a escala local.
El DLS requiere del concurso de los sectores público, social y privado, y por ende, las municipalidades deben asumir un nuevo rol y los alcaldes poseer un nuevo perfil. Estos cambios son difíciles de lograr en aquellos partidos políticos que solo piensan en ganar elecciones. Afortunadamente, existen múltiples iniciativas locales de desarrollo en todo el país que tienen el potencial de convertirse en “locomotoras” del DLS.
El perfil de los alcaldes ha mejorado, pero falta mucho por hacer. Este salto de calidad es posible darlo promoviendo la contraloría social. La ciudadanía debería participar activamente y contribuir al progreso de sus barrios, comunidades o cantones..
La intimidación aumenta. Los salvadoreños tienen miedo al salir de su casa y abordar el bus. Las ventas informales, los negocios ilícitos y el desorden se apoderan de las calles. Paradójicamente, los dirigentes políticos se hacen los desatendidos de estos problemas y se concentran en la lucha electoral. ¿Cómo avanzar hacia el DLS? Una acción positiva sería que los medios de comunicación le dieran voz a la ciudadanía y que esta condicionara su voto 2012 a la discusión de propuestas trascendentales como la nacionalización o municipalización del transporte público.
Hay dos puntos críticos: (1) la urbanización es acelerada e irreversible; y (2) el caos urbanístico y ambiental impiden que el desarrollo nacional sea sostenible. ¿Qué hacer? Implementar un Plan de Ciudades en seis centros urbanos: AMSS, Santa Ana, Sonsonate, San Miguel, Usulután y Lourdes-Colón-San Andrés, donde vive casi la mitad de la población y se realiza más del 75% de las transacciones económicas. De hacerlo, mejoraría la coordinación entre gobierno central y municipalidades. ¿Qué se necesita? Un liderazgo colectivo: Secretaría de Asuntos Estratégicos/CONADES, comisión legislativa de asuntos municipales, COMURES y Cámara de Comercio de El Salvador.
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