Algunos de los dirigentes sindicales que mantienen paralizado el Órgano Judicial por un incremento salarial tienen hasta cinco miembros de su familia en la planilla de la Corte.
Escrito por Jessica Ávalos.21 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.
Hay muchos magistrados y jefes que tienen casi a toda su familia, incluso a amantes, como empleados. Aquí cada quien que pague sus pecados.”
Vladimir Alfaro,secretario de organización SITTOJ
“Aquí desde los magistrados hasta los últimos empleados tienen familiares trabajando. Eso es normal aquí, no hay quien lo prohíba.”
Félix Blanco,secretario general SINEJUS
El tener la credencial de dirigente sindical en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) le ha servido de trampolín a algunos dirigentes que ahora promueven el paro para conseguirle una plaza al menos a dos familiares en diferentes dependencias del Órgano Judicial.
Félix Blanco, secretario general del Sindicatos de Empleados Judiciales (SINEJUS), tiene a su hija, a su hijo y a su yerno trabajando en la CSJ. La primera trabaja en un juzgado Octavo de Paz de San Salvador. El segundo labora en el taller automotriz y el yerno en el juzgado Décimo de Paz de la capital.
“Me da risa que señalen eso porque no es cierto que yo los haya traído a la Corte. No tiene nada que ver su presencia conmigo en el trabajo. Además, es normal aquí que trabajen los familiares, no hay quien lo prohíba. Aquí desde los magistrados hasta los últimos empleados tienen familiares trabajando. Hay varios magistrados que tienen a sus hijos trabajando aquí, eso es general”, defendió Blanco.
Leda Belloso, secretaria de organización del SINEJUS, tiene a cinco familiares en la planilla de la CSJ. Su hija y su prima laboran en la administración del Centro Judicial Isidro Menéndez; su hijo, en la bodega Cucumacayán; su hermana, en la administración del centro judicial de Santa Tecla; y su sobrino, en el archivo general.
Pedro Benítez Zaldívar, presidente de ATRAJUS (Asociación de Trabajadores Judiciales), tiene a sus dos hijos empleados en la Corte. Uno de ellos en la dirección financiera y el otro en el archivo.
Ángela Durán, también dirigente sindical, comparte el mismo lugar de trabajo con su hermana, su sobrino, su cuñada y su hijastro.
Hay otra decena de dirigentes sindicales que también tienen en planilla a sus parientes cercanos. Hay sindicalistas que trabajan junto a sus compañeros de vida.
Fuentes internas de la Corte aseguran que todas estas plazas son el resultado de acuerdos logrados con anteriores administraciones para contener la presión que han ejercido en diferentes momentos estos líderes sindicales.
El secretario de organización de SITTOJ, Vladimir Alfaro, reconoció ayer que sí han existido estas “negociaciones”, pero señaló que no es una repartición exclusiva de sindicalistas, sino que jefaturas y magistrados también influyen en el ingreso de su parentela con la dirección de recursos humanos.
“Hay muchos magistrados y jefes que tienen casi a toda su familia, incluso a amantes, como empleados del Órgano Judicial. Se debería investigar, porque aquí cada quien que pague sus pecados”, opinó Alfaro, quien aseguró que su organización no ha intercambiado plazas luego de una crisis.
No obstante, Mauricio Hernández, dirigente del mismo sindicato al que pertenece Alfaro, tiene a tres familiares trabajando en diferentes juzgados, entre ellos a su compañera de vida.
“Me parece algo cínico que se utilice esa información en nuestra contra para deslegitimar nuestra lucha y no se vea que jefaturas también lo hacen”, declaró Alfaro.
La “negociación” de plazas al interior de la CSJ ha sido un secreto a voces en la Corte. El ex director del Instituto de Medicina Legal (IML) Mario Gavidia denunció en diciembre que sindicalistas promovieron su destitución porque él no accedió a asignarles una cuota de las 46 plazas.
Después de la reunión de Corte Plena celebrada ayer trascendió que una de las condiciones que quieren establecer algunos magistrados a cambio del incremento salarial es establecer una regulación de los beneficios sindicales.
Los beneficios
Los dirigentes sindicales gozan del fuero sindical, el cual les permite ausentarse de forma permanente de su trabajo y recibir su cheque completo, al igual que el resto de empleados que laboran en la misma área.
Hay sindicalitas que ganan $1,242 en una plaza de colaborador técnico. El dirigente sindical que menos gana es el que recibe $600 por tener una plaza de colaborador de oficina.
El presidente de la Corte, Belarmino Jaime, dijo en el balance brindado luego de su primer año de gestión que a su llegada “la CSJ parecía una empresa familiar”. Y aseguró que su administración trabajaría en base a la meritocracia y a la austeridad.
Pero aún hay quejas: “El presidente (Jaime) dijo que iba a venir a ordenar, pues que limpie de verdad porque lo único que ha hecho es mover a la gente, y eso al final lo que provoca es que a los que mueve sigan ganando los grandes salarios”, se quejó una empleada judicial en medio de las protestas.
Uno de esos movimientos es el del Mateo Álvarez, ex jefe de investigación judicial, quien fue trasladado y ahora está trabajando como asesor de la gerencia administrativa.
Gavidia también fue trasladado a la dirección de calidad. La denuncia hecha pública por él no ha sido investigada por la administración de la Corte Suprema.
Hay más empleados judiciales que son señalados e investigados por diferentes aspectos, que lejos de ser despedidos han sido trasladados a otras dependencias.
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