Luis Posada Carriles, uno de los anticastristas más reconocidos en el continente, irá a juicio mañana en Texas, Estados Unidos. Este hombre y sus actos, algunos comprobados judicialmente y otros bajo sospecha, son el epicentro de varios escándalos internacionales.
Escrito por Gabriel Trillos.09 de Enero. Tomado de La Prensa Gráfica.
Es considerado la némesis de Fidel Castro, quien lo ha perseguido durante muchos años, pero no ha logrado cazarlo y juzgarlo en la isla. Unos lo consideran un despiadado terrorista; otros, casi un mártir de la antirrevolución cubana. Vinculado a atentados dinamiteros en Cuba, a un atentado sangriento contra un avión, a un complot para matar a Castro en Panamá, al escándalo Irán-Contras, a la asesoría de presidentes centroamericanos en épocas de guerra, a la organización y preparación de mercenarios en Guatemala y El Salvador. Ha sobrevivido a los ataques en su contra, logrado burlar juicios y escapar de prisiones. Señalado por gobiernos, protegido por otros. El juicio de Posada no es un juicio cualquiera.
El mismo gobierno de Estados Unidos se ha tomado muy en serio este juicio, pospuesto en diferentes ocasiones. El gobierno de aquel país –que ha tenido un dilema entre sus manos con el caso, ya que Posada trabajó para la CIA y fue enviado a realizar muchos trabajos en el área centroamericana y el Caribe y además es un protegido de poderosos grupos cubanos anticastristas en la Florida–, al parecer, ha tomado la decisión de llevar este caso a niveles que antes no lo había considerado. La Fiscalía estadounidense ha enviado equipos desde Washington, D.C. a Texas para reforzar la acusación contra el anticastrista y todas las señales indican que Estados Unidos quiere enviar un mensaje internacional con el resultado de este proceso.
Si bien es cierto, enfrenta su juicio como caso migratorio por mentir en su solicitud de ciudadanía de Estados Unidos, en realidad el caso es complejo, ya que la mentira (o verdad) de Posada lo que tiene detrás son los atentados de septiembre de 1997 en Cuba. Posada dijo en su solicitud que no tuvo relación con los atentados, por tanto, para salir de la duda, en la Corte Federal de El Paso, Texas, se presentarán testimonios ofrecidos desde el FBI, revelaciones, análisis de expertos en terrorismo, de periodistas, fotos, videos, espías, contraespías. Habrá conmoción social, cobertura mediática, presión internacional. Las consecuencias podrían ir mucho más allá de una condena por mentir en una solicitud de ciudadanía estadounidense.
Los nombres de países y de políticos de Guatemala y El Salvador seguramente saltarán en el juicio. Posada Carriles tiene un nutrido historial en nuestro territorio. Se le ubica como asesor del gobierno del ex presidente Napoleón Duarte en los años ochenta, en plena guerra civil. Fue protagonista en el trasiego de armas a la Contra nicaragüense desde el aeropuerto de Ilopango, el famoso caso Irán-Contras. Se le ubica en El Salvador en los años noventa en medio de una serie de atentados dinamiteros en Cuba, en los que murió un italiano y por el que hay tres guatemaltecos y tres salvadoreños condenados, y que coinciden en que Posada los envió a colocar las bombas a La Habana. Y luego a inicios de los años 2000 fue arrestado en Panamá. La inteligencia cubana lo detectó y fue denunciado por Fidel Castro en una cumbre de presidentes en la que tuvo su famoso enfrentamiento el entonces presidente Francisco Flores. En esa ocasión, la justicia panameña lo condenó por posesión de explosivos. Posada tenía documentos de identidad salvadoreña, de los que ha tenido varios, y había estado en San Salvador planificando sus actividades en Panamá, previo al arresto. La ex presidenta Mireya Moscoso, en una polémica decisión a seis días de finalizar su mandato, en septiembre de 2004, indultó a Posada Carriles, quien apareció de nuevo en la escena cuando fue detenido en abril de 2005 en Estados Unidos. La conexión entre El Paso, Estados Unidos, y La Habana, Cuba, hace escala en San Salvador. El FBI ha recopilado mucha información aquí.
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