Nunca antes El Salvador estuvo más amenazado como ahora, lo que obliga a echar mano de toda la sensatez, la inteligencia y el civismo de que somos capaces, para defender nuestras libertades
Editorial. Viernes 27 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Con el nombramiento de cuatro nuevos miembros de la cúpula arenera prosigue la gran tarea de reestructuración del partido, lo que es al mismo tiempo parte del proceso de recomposición de la derecha amplia, que incluye a la mayoría de salvadoreños.
La incluye porque esa mayoría cree en Dios, trabaja para ganar su sustento, cuida a su familia y a sus hijos, trata de convivir en paz con otros y no pretende dictarle a nadie lo que debe hacer y cómo comportarse. Cree en la honestidad, en la moral y en una sociedad libre.
Nunca antes El Salvador estuvo más amenazado como ahora, lo que obliga a echar mano de toda la sensatez, la inteligencia y el civismo de que somos capaces, para defender nuestras libertades y nuestra democracia.
El país sufre de una oleada de violencia sin precedentes, lo que es parte de la siembra de odio y la socavación de los principios de convivencia que sustentó la agresión armada de la Década de los Ochenta;
El Salvador se ha convertido en un territorio de paso del narcotráfico, el lavado de dinero, el crimen organizado y el contrabando de bienes y personas;
nuestra sociedad está bajo acoso de la difamación, que quiere atribuir a sus modos de vida males endémicos que hasta desatarse la guerra estaban en vías de solución.
El dinero de Chávez, vía ALBA Petróleos, alienta la corrupción en todos los niveles, desde diputados y funcionarios hasta sectores económicos y de la población. Es una fortuna para la nación que haya tantos que resistan esa compra de voluntades.
A la buena información, al debate sensato y el respeto a lo que otros dicen y opinan, se opone la diatriba y la tergiversación de las realidades nacionales, en particular el atribuir a los modos de vida la pobreza y las carencias que todavía se sufren. Mentir, acusar y difamar son hoy, como siempre, las principales armas de los que quieren derrumbar la democracia.
Seamos personas, no piezas en un tablero
No hay día que no traiga una barbaridad, desde los planes para "modernizar la educación" hasta los despidos masivos que tienen lugar en las dependencias del Estado. La extrema izquierda da por sentado de que marchamos al comunismo (lo que se disfraza como socialismo), al orden totalitario, a la dictadura que convierte a todos los habitantes en dependientes del poder. Se pretende uniformar la manera en que la gente debe pensar, actuar y comportarse, transformarnos a todos en autómatas.
La respuesta de la derecha y de ARENA tiene que ser clara, lógica, con los pies en la tierra, valiente y oportuna. A su vez, cada sector debe defender lo suyo: los informadores la libertad de expresión, las familias el control sobre sus hijos, las comunidades su derecho a defenderse, los creyentes sus prácticas religiosas, los productores el derecho a la propiedad y el libre mercado, los comerciantes la promoción y los bajos aranceles, los ciudadanos el voto y la honestidad electoral.
ARENA, el PDC y el PCN, los partidos que son derecha, deben ser guías, cuerpos de reflexión, organizadores políticos y los que deben sonar las alarmas y advertencias. De allí la necesidad de recomponer, revisar, evaluar, mejorar y examinar cada planteamiento.
Toca a la derecha defender el empleo, la inversión, la seguridad, el derecho a ser personas y no piezas en un infernal engranaje totalitario.
elsalvador.com :.: Recomponer la derecha para salvar al país
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