Aguas turbulentas

Comentario de la semana Los anillos del poder, no obstante, los tiene el gobierno, Casa Presidencial para ser más exacto. Ojalá haga buen uso de ellos.

Escrito por Eduardo Torres. Viernes 20 de Noviembre. Tomado de El Diario de hoy.

Con las tristes secuelas de las lluvias de hace dos fines de semana y las sentidas necesidades de centenares de personas que no sólo perdieron bienes materiales, peor aún, familiares y amigos cercanos, el país trata de re-enrumbarse en un ambiente que venía ya de por sí deteriorado, tanto por la crisis económica global como por la inseguridad que vivimos. Pero lo sucedido el día después de la convención del partido ARENA, es decir, la pérdida de la aritmética legislativa, producto de la voluntad popular expresada en las urnas el pasado enero y todo lo que se ha dicho, se ha visto y se ha especulado desde entonces, ha enturbiado las aguas del tinglado político nacional, con el consiguiente nivel de desconfianza en amplios segmentos de las fuerzas productivas del país.
La buena noticia es que la salida del Ejército, ipso facto, ha empezado a reducir la escalada criminal que venimos viviendo. El reto será una mejor coordinación con la Policía mientras continúa el despliegue territorial, pues esto debería ser un esfuerzo incluyente, ya que lo que la Presidencia está haciendo, con buen tino, es poner a disposición de la ciudadanía los instrumentos con que cuenta el Estado para proteger la integridad física de las personas y sus bienes materiales. Creo que sacar al Ejército para combatir la criminalidad, en coordinación con la Policía, ha sido la medida más popular que ha ejecutado el Presidente Funes. Una medición de JBS para este periódico indicó que más del 90% de los salvadoreños apoya la medida.

En cuanto a la economía la situación sigue compleja y, según los pronósticos 2010, estará para nosotros igual o aún más difícil que 2009, ya que a pesar de que la mayor parte de indicadores en el mundo desarrollado son esperanzadores, hay preocupación de que se pudiera caer en una nueva recesión "en (efecto) W" si llegasen a convertirse en bumerán las inyecciones de liquidez que le ha hecho el Presidente Obama a la economía estadounidense. En nuestro país, en todo caso, será un año difícil y no es porque haya desaparecido la clase media como un docto por ahí mencionó, sino porque nos llevará un tiempo más que a la primera potencia económica en el mundo, que dicho sea de paso es nuestro principal socio comercial, lograr dejar atrás la crisis.

Esta crisis económica, la peor desde la Gran Depresión, lanzó a millones de seres humanos alrededor del mundo hacia abajo del nivel de pobreza, en especial a quienes venían saliendo de ella y como consecuencia directa del fenómeno global perdieron sus puestos de trabajo, haya sido esto en España, México, China o la India. Por ello se vuelven importantes los esfuerzos conjuntos, la búsqueda de objetivos comunes, el cómo hacer para salir adelante en cada país. Esta es la razón principal por la que ha tenido aún un mayor impacto acá en nuestro terruño la pérdida de la "aritmética legislativa", léase la salida de los doce diputados de la fracción por la cual llegaron a la Asamblea: porque de la noche a la mañana se perdió el sano contrapeso que el principal partido de oposición podría haber ejercido, producto de la voluntad popular, con sus votos en el Congreso.

Que las aguas están turbulentas, lo están, y no me refiero con ello a las que tanto luto y dolor nos dejaron hace dos semanas, sino a las del tinglado político nacional. Los anillos del poder, no obstante, los tiene el gobierno, Casa Presidencial para ser más exacto. Ojalá haga buen uso de ellos.