La muerte de los jesuitas

“Unos días después de iniciada la ofensiva, el ejército y gobierno estaban muy preocupados por la cantidad de fuerza y el largo aliento mostrado por el Frente en la actividad militar. El 15 de noviembre, al filo de la medianoche, una sección del batallón de fuerzas especiales Atlacatl golpeaba el portón de las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas UCA”.

Escrito por Juan Ramón Medrano.Sábado 28 de Noviembre. Tomado de La Prensa Grafica.

Así comienza el relato del asesinato de los sacerdotes jesuitas, acaecido la madrugada del 16 de noviembre, en el contexto de la ofensiva guerrillera de 1989; en mi libro autobiográfico “Memorias de un Guerrillero: Comandante Balta”. (página 376).
Este noviembre se cumplieron dos décadas de su asesinato y cada año no solamente son recordadas sus muertes por la UCA, sino que también se revive la discusión sobre quiénes fueron los verdaderos responsables materiales e intelectuales y si se les debe de abrir juicio o no a los señalados como culpables.

En este contexto, el ministro de Defensa, general David Munguía Payés, avivó el debate este año 2009, al declarar que todos los que participamos activamente en la guerra deberíamos de pedir perdón por las víctimas y por supuesto, que la Fuerza Armada de El Salvador como institución también, pues según la Comisión de la Verdad, ellos cometieron el 85% de los crímenes de guerra, el otro 15% fue la guerrilla.

El ministro habló de verdad, reparación y perdón, recordando la posición de la Iglesia y los sacerdotes jesuitas que han hablado de verdad, perdón y olvido.

Actualmente los familiares de los jesuitas están promoviendo en España un juicio contra los coroneles y generales que estaban al mando del ejército en aquella época, con el objeto de profundizar en la verdad, pero también desde su visión, buscando un juicio y castigo para los responsables.

Este, como todo los temas sobre el conflicto, es polémico; sin embargo, la presencia del presidente Mauricio Funes en los actos de conmemoración de la muerte de los jesuitas y las declaraciones del ministro de Defensa sobre el tema son totalmente lógicas, pues ellos pertenecen a un gobierno de izquierda, y ganaron las elecciones con el FMLN, que siempre acusó al Alto Mando del Ejército como responsable del asesinato de los jesuitas.

Entonces, no debe preocuparnos mucho el debate en la medida en que las declaraciones y acciones no tengan implicaciones jurídicas; y mientras no se derogue la Ley de Amnistía, que fue importante para lograr el cumplimiento de los Acuerdos de Paz.

Uno de los elementos mas importantes en este sentido es que el presidente Mauricio Funes ha declarado sobre el tema, que “no compete a su gobierno, juzgar a quienes asesinaron a los jesuitas, su objetivo es lograr la unidad nacional y la reconciliación”. Pero en este caso, coincido con Munguía Payés, en tanto que todos los que participamos en la guerra tenemos un porcentaje de culpa, por las muertes de ambos bandos y deberíamos de pedir perdón a los familiares de las víctimas.

En mi caso, a pesar de que la Comisión de la Verdad no me mencionó en ninguno de los casos de violaciones de Derechos Humanos y aunque personalmente tengo la conciencia tranquila, pero como miembro de la dirección político-militar del ERP, y como jefe del Frente Sur Oriental del FMLN, fui parte de la guerra. Por eso, en la página 415 de mi libro autobiográfico citado, cuando me refiero a los casos de crímenes realizados por la guerrilla, pido perdón al pueblo salvadoreño en los siguientes términos:

Por mi parte pido perdón a los familiares en estos y demás casos de muertes provocadas por el conflicto, que haya tenido que ver en ellos directa o indirectamente.