Escrito por Ricardo Esmahan.Martes 24 de Noviembre.Tomado de El Diario de Hoy.
La portada de la revista The Economist, destaca el titular: "Brasil despega", con un fotomontaje del Cristo de Corcovado despegando de la montaña como si fuese un cohete.
Curiosamente, la revista dominical D7 de El Diario de Hoy, comenta esta portada diciendo que todos quieren imitar ese modelo exitoso y destaca: "Mauricio Funes no es el único que mira al sur". Traigo esto a cuenta debido a que la semana recién pasada CAMAGRO invito al doctor Anderson Galvão, brasileño experto en biotecnología, para dictar la conferencia denominada: "Beneficios económicos y socio-ambientales en la aplicación de la biotecnología en la agricultura brasileña", conferencia impartida a los diputados de la Comisión de Economía y Agricultura de la Asamblea Legislativa.
Brasil es un bateador de orden mundial en muchos campos, por ejemplo, en el mundo son los productores número uno de carne de pollo, azúcar y café. Sin duda, la experiencia brasileña en el uso de biotecnología es importante conocerla. Basta ver lo siguiente: desde la introducción de variedades de soya tolerantes a herbicidas, las exportaciones en Brasil han mostrado un crecimiento sostenido año con año. En el caso específico de soya las exportaciones totales han pasado de 20 millones de toneladas reportadas a mediados de los años noventa a un promedio de 40 millones de toneladas en los últimos dos años.
Los productores brasileños han adoptado gradualmente los estándares tecnológicos del cultivo de soya genéticamente modificada (GM), como lo hace Estados Unidos y Argentina, alcanzando el último año agrícola la soya GM un 64% del total de soya cultivada.
En Brasil existen variedades que se adaptan a diferentes regiones potenciando aún más su producción. En muchas regiones de Brasil es notorio el incremento de producciones de soya GM, en franco desplazamiento del cultivo convencional. En los campos de cultivos de soya en la zona sur central, se han visto márgenes netos de ganancias superiores al 20%. Además, se destacan reducciones de costos por el bajo uso de agroquímicos.
El caso de la producción de maíz en Brasil es diferente, debido a que apenas el año agrícola recién pasado se inició el uso de variedades de maíz resistentes a insectos, con una penetración del 10.8% del total de la cosecha. Números modestos, debido a falta de inventario de esta semilla GM. Se proyecta un crecimiento del 38% para la próxima cosecha.
Los resultados positivos del uso de biotecnologia a nivel mundial no han pasado inadvertidos en la recién culminada Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria, realizada en la FAO, quedando de manifiesto la apuesta por la biotecnología como una de las vías principales para satisfacer la demanda de alimentos de una población mundial en crecimiento.
El Informe de la Cumbre refleja las líneas futuras de actuación necesarias para hacer frente al gran reto del hambre en el mundo. El documento afirma que desde la FAO se va a tratar de "movilizar los recursos necesarios para aumentar la productividad, incluyendo la revisión, aprobación y adopción de la biotecnología y otras nuevas tecnologías e innovaciones que sean seguras, eficientes y ambientalmente sostenibles".
Un estudio del instituto PG Economics, establece que si la tecnología de modificación genética no se hubiera puesto a disposición de los 12 millones de agricultores que la utilizaron en 2007, lograr los niveles de producción mundial de ese año hubiera requerido plantaciones adicionales de 5,9 millones de hectáreas de soya, 3 millones de hectáreas de maíz, 2,5 millones de hectáreas de algodón y 0,3 millones de hectáreas de canola. El total de la superficie requerida es equivalente a aproximadamente el 6% de la tierra cultivable en los EE.UU., o el 23% de las tierras cultivables en Brasil.
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