Comentarios mas recientes

2009/11/23

La nota del día: Los padres deben definir cómo educar a sus hijos

Ninguna legislatura, ningún gobierno, ningún electorado puede suprimir o alterar la vigencia y el ejercicio de derechos y libertades fundamentales.

Editorial.Lunes 23 de Noviembre.Tomado de El Diario de Hoy.

Publicamos la semana pasada las principales disposiciones que el plan educativo del MINED contiene, cuya existencia desmintió pero también reconoció uno de los cabecillas de la extrema izquierda al decir que los críticos se oponen "a la modernización". El proyecto se fraguó tras puertas cerradas, nadie fuera de funcionarios del actual gobierno ha participado en su elaboración y, hasta donde se sabe, podría aprobarse con el voto de los diputados que controla el ex presidente Saca.
Son muchas las señales inquietantes, la primera de ellas la supresión del programa EDUCO y el abandono de las metas del plan 2021, ambos de gran éxito. Se suprimen sin efectuar una evaluación profesional (pues las supresiones se ordenaron cuando las nuevas autoridades no habían tomado posesión y, por tanto, no estaban informadas sobre logros y progreso); se suprimen sin someter los cambios al debate público. Lo que se ofreció, el fortalecimiento de la democracia, que implica precisamente apertura informativa, transparencia y discusión pública, es lo que no se hace.

Las pocas señales, comenzando por lo sorpresivo y la nocturnidad, hacer las cosas a espaldas de la gente, son pésimas. La primera, que habiendo muchas carencias en el sistema y sufriéndose de inseguridad y acoso de maras, se da prioridad a la dotación de uniformes a los escolares, sin que se diga quiénes van a elaborarlos. No extraña que muchos piensen que los uniformes vendrán de otro país y que con el tiempo serán además uniformes militarizados.

Lo segundo que se proyecta es incrementar de veinticinco a cuarenta horas por semana los horarios lectivos. Se quiere imponer pese a que un niño no tiene ni la resistencia ni el ánimo de pasarse ocho horas diarias en escuelas; muchos de ellos tienen obligaciones en sus hogares o reciben clases adicionales, desde natación hasta idiomas.

A esto se agrega otro hecho: que la mayoría de escuelas tienen dos y hasta tres turnos lectivos, por lo que no habría dónde juntar a tantos educandos, a menos que se dupliquen los niños que reciben instrucción en cada aula. De hecho en la mayoría de escuelas hay más estudiantes por aula de lo aconsejable; con los cambios de horario el hacinamiento sería intolerable.

Hay quienes piensan que la idea es que los niños reciban adiestramiento militar, como el que están imponiendo en Venezuela y fue norma tanto en la Alemania de Hitler como bajo Stalin en la Unión Soviética.

Las libertades fundamentales son inviolables

En una sociedad libre, como presumimos que es la nuestra, ninguna entidad de gobierno puede disponer de la vida y el tiempo de la gente como si fueran suyos. Antes que una legislatura haga cambios que afecten derechos fundamentales, y uno de ellos es el de las familias para definir la formación de sus hijos, debe haber una discusión general. Pero hay una faceta aún más críticamente importante:

Ninguna legislatura, ningún gobierno, ningún electorado puede suprimir o alterar la vigencia y el ejercicio de derechos y libertades fundamentales. Aunque el noventa y nueve por ciento de una ciudadanía quiera abolir libertades básicas como la de tránsito o los fueros de la familia, no tiene ni derecho ni justificación moral para hacerlo. Suprimir esas libertades es caer en la dictadura. Ni una nación ni un hombre pueden venderse como esclavos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.