El presidente se desmarcó del compromiso que adquirió Sánchez Cerén de ayudar a expandir el Socialismo del siglo XXI
Martes 24 de Noviembre.Tomado de El Diario de Hoy.
El presidente Mauricio Funes declaró tajantemente que "no comparte" la adhesión del vicepresidente Salvador Sánchez Cerén y su partido FMLN con los planes del gobernante venezolano Hugo Chávez para impulsar el socialismo del Siglo XXI y fustigar a los Estados Unidos.
Al mismo tiempo, Funes le restó autoridad a Sánchez Cerén para que no comprometa al Estado salvadoreño con el plan expansionista del socialismo del Siglo XXI de Chávez.
"No sólo no comparto esa visión de la realidad latinoamericana y particularmente de las relaciones que los pueblos de América Latina debemos tener con los Estados Unidos, sino que además (la adhesión de Sánchez Cerén) no compromete en nada al Gobierno de la República", expresó el mandatario ayer por la mañana.
Sánchez Cerén se adhirió en Caracas, Venezuela, al proyecto de Chávez para promover el socialismo del Siglo XXI no sólo en Latinoamérica, sino en el resto del mundo, por medio de la Quinta Internacionalista Socialista, una unificación de las izquierdas.
Funes marcó más la distancia al decir que se trata de "declaraciones que expresa Salvador Sánchez Cerén en su condición de miembro de la comisión política del FMLN", pero que "el gobierno no participa" en el proyecto.
Marca fronteras
Ante Chávez y delegados de su Partido Socialista Único Venezolano (PSUV), Sánchez Cerén declaró que "compartimos la propuesta del presidente Chávez de crear la Quinta Internacional Socialista".
"Para el movimiento de izquierda y pueblo salvadoreño es fundamental la unidad para enfrentar el imperio", subrayó el vicegobernante.
Pero Funes le recordó ayer que "quien define la política exterior del país es el Presidente de la República, y el vicepresidente no puede, como ningún otro funcionario de gobierno, comprometer al Estado salvadoreño al definir sus posiciones desde una perspectiva muy particular", enfatizó.
"El único que puede comprometer al Estado salvadoreño es este servidor, porque la misión constitucional que tengo como Presidente de la República como gobernante es justamente definir y construir las relaciones de nuestro país con el resto de los países del mundo", subrayó.
Prácticamente diciéndole que como funcionario del gobierno no debería representar posiciones políticas ideológicas, sino trabajar independientemente de ellas, Funes puso su mismo ejemplo para marcar la frontera entre el papel de un funcionario y el de un político en el gobierno: "Mi agenda no es la de un partido político, aunque fue un partido político quien hizo posible que yo llegara a la Presidencia de la República. Mi agenda es nacional y, por lo tanto, responderé a los intereses de todos los intereses de los salvadoreños y salvadoreñas".
En este sentido, hizo ver para el caso que en las relaciones entre el gobierno central y las municipalidades no debe privar el espíritu partidista, sino el propósito de enfrentar la emergencia y reconstruir el país.
Por eso, expresó, "he insistido que no voy a apoyar declaraciones públicas cuando éstas están motivadas por intereses estrictamente partidarios".
Los participantes en el Primer Encuentro de Partidos de Izquierda, que concluyó el sábado en Caracas acordaron movilizaciones de repudio mundial a las Bases Militares de Estados Unidos en Colombia, por ejemplo.
En lo que se consideró un aclara alusión a Estados Unidos, Sánchez Cerén advirtió "que existe una amenaza real del imperio sobre Venezuela, Honduras y todos los pueblos del Continente, y la única forma es enfrentarlos unidos".
En contraposición, en el caso de El Salvador, Funes afirmó que "los compromisos que pueda adquirir un partido político en nada comprometen al Gobierno de la República. La base de monitoreo en Comalapa se mantiene, es la decisión de este Presidente, es la decisión del gobierno independientemente de lo que piense cualquier otro partido político".
El mandatario añadió que las declaraciones de Sánchez Cerén "no tienen mayor impacto", pues "definen nada más una posición de carácter personal como miembro de un partido político".
Pero varios dirigentes del FMLN no se quedaron atrás y trataron de restarle importancia al rechazo de Funes a las posturas del Vicepresidente.
"El partido tiene su posición, y esa no es dominada por otro que no sea el partido", respondió Carlos García Ruiz, alcalde efemelenista de Soyapango y vicepresidente de Alba Petróleos, la empresa formada por varios ediles del FMLN y la venezolana PDVSA (Ver nota aparte).
Todavía ayer lunes la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) informaba en su sitio web que, en el marco del Primer Congreso Extraordinario del PSUV, el vicepresidente salvadoreño declaró en Venezuela que Hugo Chávez es su referente.
"El Presidente Hugo Chávez Frías está construyendo una nueva sociedad que será la guía para todos los países de América Latina", expresó.
Para Sánchez Cerén, según la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN), "el concepto del Socialismo del Siglo XXI es una visión adecuada de los nuevos tiempos del mundo", indicó el vicepresidente de El Salvador.
Señaló que "para el FMLN participar en este debate de las fuerzas mundiales de izquierda y el compromiso de unirse era un espacio urgente y necesario", pues los partidos de izquierda "no pueden estar dispersos porque deben encontrar espacios comunes".
Agregó que tanto el FMLN como el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Hugo Chávez "son partidos unidos por las ideas del socialismo".
"La decisión del Presidente Hugo Chávez de llevar el debate desde las bases del partido da la firmeza ideológica, porque la unidad para que esté sellada sobre bases sólidas debe tener una base ideológica firme y ustedes (venezolanos) han tomado ese camino", expresó Sánchez Cerén en la reunión en el hotel Alba de Caracas.
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