El FMLN, Chávez y el Socialismo del Siglo XXI

Escrito por Juan José Dalton. Noviembre 27. Tomado de Contra Punto.

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Hugo Chávez, presidente de Venezuela, como lo fue antes Fidel Castro, es el mismísimo “demonio” para la mayor parte de la derecha política y un “santo adorado” de otra buena parte de la izquierda salvadoreña.

SAN SALVADOR - Los medios de prensa tradicionales y conservadores de El Salvador han desatado una intensa polémica a causa de la participación reciente del actual partido de gobierno, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en un acto celebrado en Caracas en el que se apoyó el proyecto del presidente venezolano, Hugo Chávez, para impulsar el llamado Socialismo del Siglo XXI.

El acto era parte de actividades del oficialismo venezolano, que celebraba un congreso extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), así como el Primer Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda, entre el 19 y el 21 de noviembre del presente año. Por El Salvador estuvieron presentes, entre otros, el vicepresidente y ex comandante guerrillero, Salvador Sánchez Cerén, y el diputado Orestes Ortez.

Sánchez Cerén en un encendido discurso apoyó a Chávez en su proyecto socialista y tuvo palabras en contra de Estados Unidos, contrarias a la política oficial de distensión que ha impulsado el presidente Mauricio Funes, quien además dijo “no apoyar ni compartir” las posiciones del FMLN expresadas en Caracas.

En su discurso Sánchez Cerén dijo: “Los pueblos de América Latina deben unirse porque el imperio tiene una actitud desesperada de querer volver a rescatar su presencia en el Continente, pero la aspiración de los pueblos es querer cambiar hacia una ruta diferente”.

Ante la arremetida de la prensa, el propio Sánchez Cerén aclaró que estaba hablando en nombre de su partido y no del gobierno. Pero aquí es donde pudiera estar el problema, estiman algunos analistas.

Se sabe que la democracia permite y fomenta la libertad de expresión, pero los funcionarios de gobierno son eso: funcionarios estatales y hablan como tales. Antes, cuando gobernaba ARENA, el mismo FMLN criticaba a los gobernantes derechistas por hacer proselitismo político partidarista. Ahora el Frente pareciera estar cometiendo los mismos pecados.

Pero, se observa por otra parte, otra posición extrema. Un editorial del conservador periódico “El Diario de Hoy”, del miércoles 25 de noviembre, titula: “Ya se nos dijo adonde vamos: directo al comunismo”. Y el primer párrafo dice: “A menos de seis meses de tomar posesión el nuevo gobierno, el FMLN dejó salir el gato de la bolsa: lo que se pretende no es implantar en nuestro país ni socialismo ni ‘chavismo’, sino comunismo, lo que erróneamente se suponía que murió con el derrumbe del Muro de Berlín”.

Algunos líderes del FMLN han expresado su extrañeza por la algarabía de la derecha porque indican que el partido es seguidor de la línea socialista desde su fundación en 1980, cuando inició la guerra civil. Incluso, el propio Sánchez Cerén fue claro en señalar que el FMLN es “amigo de Hugo Chávez, y a mucha honra”.

Defendió, además, el derecho del FMLN a tener relaciones con otros partidos de izquierda y a participar en una internacional, como los partidos de derecha también están afiliados a una internacional conservadora.

Alguna razón tiene Sánchez Cerén. ARENA, por ejemplo, en períodos anteriores fue un aliado, más que estrecho, con el Estados Unidos de la era Bush. A espaldas de la sociedad salvadoreña (más del 70 por ciento) envió tropas a Irak sólo por compromisos con los sectores más conservadores de los republicanos, que dicho sea de paso, son los sectores más antiinmigrantes.

“Somos anteriores a los gobiernos de Chávez, Lula, Evo, Correa...”, dijo Roger Blandino Nerio, miembro de la Comisión Política del FMLN. Realmente, incluso, antes de fundarse el FMLN, las cinco organizaciones que lo crearon en 1980 se disputaban cada una ser la organización más “pura” del marxismo-leninismo.

Algunos de los analistas locales ven una supuesta ruptura entre el gobierno que preside Funes, quien llegó al poder el pasado 1 de junio, y el liderazgo del FMLN. Es difícil hablar de “ruptura”, lo que existe es quizá una falta de acoplamiento de algunos funcionarios del Estado a sus nuevas condiciones. Algunos creen incluso, que frente a Funes, están en condición de “opositores”.

Aunque hay algunas diferencias. Al menos en cuando a alineamientos políticos, Funes no es cercano a Chávez; durante la campaña electoral, cuando era candidato presidencial, abogó por hacer un gobierno moderado, que representara a todos los sectores nacionales y que tuviera buenas relaciones con Washington.

El FMLN, por su parte, no pierde oportunidad para declararse a favor de Chávez y del socialismo, así como adverso al "imperialismo", en referencia a Estados Unidos. Sin embargo, hay “ambigüedades”: el FMLN ha apoyado la base militar que Estados Unidos tiene en El Salvador (Comalapa), porque dice que es para el combate antidrogas, lo que no sucede con las bases que los norteamericanos han instalado en Colombia.

Así las cosas, la realidad indica que el binomio Funes-FMLN tiene que marchar juntos por un largo trecho. Funes en las últimas encuestas continentales (la mexicana Mitofsky y la estadounidense Gallup) se posicionó como el líder más popular de Latinoamérica. Desbancó a Luiz Inacio Lula da Silva y a Álvaro Uribe, en apenas 6 meses de mandato.

El FMLN y su trabajo de base, su estructura nacional, fue la que se movilizó y le dio el voto a Funes para que triunfara el 15 de marzo de 2009.

Lo que los analistas más sensatos recomiendan es que ambas partes tienen que acoplarse a la nueva realidad. Se trata de que ambos, con sus fortalezas y debilidades, hagan un buen gobierno y permita la continuidad. ¿Socialismo o No? El futuro lo dirá...