Escrito por Ricardo Chacón. Domingo 29 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Esta semana ha sido reveladora para el país, luego de varias meses de estar circulando "en secreto" el documento sobre la reforma educativa, denominado "Transformaciones de la Educación, programa social educativo, 2009-2014, "Vamos a la Escuela", al fin fue develado y por supuesto defendido por las principales autoridades de esta cartera de Estado.
No sabemos sí la Presidencia de la República avala este proyecto y sí realmente esta "será la apuesta educativa para los próximos años", de lo que sí estamos seguros es que existe un primer "hervor" oficial de parte del Ministerio de Educación donde se plantea lo qué se quiere hacer en educación para el futuro inmediato.
En una sociedad como la del siglo XXI, donde los cambios acelerados es la característica principal, donde la globalización es una realidad económico, social y cultural, donde la sociedad del conocimiento se ha impuesto, los cambios y las modificaciones a los programa de estudio, incluso las reformas educativos de un país pobre como el nuestro, no nos deberían de asustar; es más, es una necesidad imperiosa (no imperativo categórico de tipo kantiano) que se piense y se actúe en cada momento pensando en los cambios acelerados que impone la realidad.
Sin embargo, sí queremos ser consecuentes con los grades desafíos de la realidad, estos cambios y modificaciones no solo deben ser asumidos como un proceso de mediano y largo plazo, sino tratando de incorporar a todos y cada uno de los sectores de la sociedad.
Y es que la educación en las democracias, sin importar el modelo educativo que asumamos, requiere de la participación de los diversos sectores de la sociedad.
Por tanto, el conocimiento y la discusión no solo de lo qué queremos hacer sino de donde partimos, es esencial para pensar en la educación.
Evaluar lo hecho es importante como también visualizar el hombre del mañana que queremos formar; ver lo que se ha hecho con ojos críticos, e incluso determinar responsables de haberse llevado a cabo irregularidades o excesos nocivos al proceso educativo.
A partir de lo hecho, así de sencillo, habrá que construir un modelo educativo que esté pensado en que los salvadoreños posean las mayores herramientas y competencias para dar respuesta a los grande desafíos sociales de hoy t del mañana.
Sin entrar a las discusiones filosóficas del proyecto presentado por Educación me "espanta" que de un plumazo se quiera modificar la curricular y con ello, por supuesto, los programas de estudio, los libros de texto, la función del maestro y los alumnos en la escuela.
Me asunta también que un proyecto de educación para el futuro de El Salvador se ponga de manera explícita "regulaciones serias y fuertes hacia los llamados medios masivos de comunicación social".
De igual manera, me extraña que la discusión sobre los fundamentos de lo que se quiera hacer no esté en discusión en ninguna instancia del país, excepto en las oficinas de Educación y en las manos de los miembros del FMLN; sí algo debe tener un proceso amplio de discusión, en unmarco de transparencia absoluta, es la reforma educativa.
Es tan importante la educación, cuyas acciones de hoy se muestran palpablemente en el futuro inmediato, que no puede tomarse decisiones sin antes no haberlas no solo expuesto sino discutido ampliamente.
Se dice que este gobierno, el del cambio, quiere impulsar como eje transversal la transparencia....pues bien el área de Educación poco o nada se está haciendo.
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