La falta de autoridad, los sismos, las aguas negras y los drenajes antiguos roen las bases del Gran San Salvador. Mientras, ni la alcaldía ni la Anda ni el MOP tienen un mapa completo de los drenajes, futuras cárcavas podrían formarse bajo los pies de los capitalinos
Domingo 22 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Los habitantes del Gran San Salvador no caminan sobre suelo firme. Drenajes construidos a inicios del siglo pasado, fallas sísmicas que atraviesan de forma oblicua el subsuelo; y la falta de una institución responsable de supervisar la construcción, dar mantenimiento preventivo y reparar los drenajes y acueductos deteriorados... Todos esos factores han contribuido a que el último año, los habitantes del AMSS hayan observado cómo pequeños baches se convertían en pozos y luego en cárcavas.
Frente a este problema, el Ministerio de Obras Públicas, la OPAMSS, la Asociación Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos (ASIA) y el Instituto Salvadoreño de la Construcción (ISC) han reconocido que la ubicación y el estado de las tuberías y drenajes de San Salvador son una incógnita y señalan la necesidad de realizar un estudio completo sobre el tema.
A ello se suma que, desde que se finiquitó la Dirección General de Urbanismo y Arquitectura (DUA), la cual era responsable de los drenajes de las ciudades, ninguna otra oficina del MOP, de la Anda o de la alcaldía municipal ha considerado suya la tarea de revisar y dar mantenimiento a los drenajes.
Las reparaciones que la Anda tiene pendientes por toda la ciudad no son fruto de un trabajo preventivo, sino de la llamada de un ciudadano desesperado porque teme que su colonia sea la próxima que acapare los titulares, como ya fue el caso de Llano Verde, en Soyapango, y de la colonia Luz.
Enrique Melara, ingeniero civil con una maestría en Geotecnia, advierte: "Se produce el deslizamiento, se produce la cárcava. La gente empieza a pedir ayuda, el ministerio de Obras Públicas lo resuelve. Pero, luego, ahí queda la obra. Se ha invertido una buena cantidad de millones. Pero si no hay un grupo de gente que se encargue de cuidarla y mantenerla, esa estructura en cuatro años se va a volver a dañar. ¡Y son gastos millonarios los que hace el país!", afirma sobre las reparaciones ya realizadas.
El ingeniero y especialista en hidrología Carlos Montenegro, señala que se necesita un reglamento de diseño de drenaje fluvial y, "como se le quiera llamar, la DUA tiene que volver a existir".
Hace tres años, la OPAMSS y el Forgaes realizaron la cartografía geomorfológicas del AMSS. La subdirectora de Control OPAMSS, Celina Cruz, considera que ese instrumento, hoy por hoy, permite entender que existen materiales sumamente erosionables, como es el caso de la Tierra Blanca Joven (TJB) compuesta por varios tipos de materiales. Uno de esos materiales, identificado como Badland en el mapa geomorfológico, presenta una diversidad de tipos de erosión como la erosión subterránea y la erosión vertical, entre otras.
"Si se combina la TBJ juntamente con un colector que se rompe y que no se repara inmediatamente, tendrá usted como resultado lo que hoy observamos", afirma Cruz en alusión tanto a los hundimientos que inhabilitan las calles y avenidas, así como a las cárcavas que han obligado a decenas de ciudadanos del AMSS a abandonar sus viviendas, sobre todo en Ilopango.
De no atenderse las recomendaciones de los técnicos, el Gran San Salvador seguirá asentado sobre un subsuelo donde es poco probable mantenerse en pie.
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