Violencia trunca sueños de 178 estudiantes

El 73 por ciento de los escolares fue asesinado con arma de fuego y, según la Policía, en tres de cada 10 casos se comprobó que los homicidios fueron cometidos por pandilleros.

Escrito por Jaime López. Domingo 22 de Noviembre. Tomado de El Diario de Hoy.

Casi dos millones de niños y jóvenes iniciaron con muchas ilusiones su año escolar, pero no todos lo terminaron de la misma manera, ya que 178 vieron truncados sus sueños al ser asesinados.
Uno de esos casos fue el músico de la Sinfónica Juvenil José Ezequiel Cruz Villegas, de 14 años, quien fue ultimado en el Km 35 de la carretera a Comalapa, mientras esperaba el autobús que lo llevaría a San Salvador para ensayar con sus compañeros el 20 de octubre por la tarde.

El joven Cruz Villegas estudiaba octavo grado en el Centro Escolar de San Luis Talpa, en La Paz.

De acuerdo con los registros policiales, muchos de los estudiantes fueron asesinados en momentos en que se dirigían al centro educativo, regresaban a sus hogares, permanecían en reuniones con sus amigos o simplemente los llegaron a ultimar a sus casas.

El comisionado Howard Cotto, subdirector de Investigaciones de la Policía, dijo no tener a mano el comparativo de homicidios en alumnos de 2008, pero cree que la cifra podría ser similar o superior, tomando en cuenta el alza delictiva en el año.

Señaló que la cifra de alumnos ultimados representa el 4.8 por ciento del total de homicidios registrados a nivel nacional. Cotto afirmó que 131 jóvenes murieron de uno o más balazos. Lo que se traduce en que siete de cada diez fueron asesinados con arma de fuego.

De acuerdo con las investigaciones, una buena porción de estos crímenes fueron atribuidos a ataques de pandilleros.

Para las autoridades, nuevamente queda de manifiesto la amenaza que estos grupos representan para la población escolar y cuyo riesgo ha sido compartido y discutido con los representantes del Ministerio de Educación.

Más de 800 centros educativos a nivel nacional situados en lugares de auge delincuencial son vulnerables a esta amenaza.

Según la Policía, en los alrededores de esos centros, las pandillas se dedicaban a acosar a los alumnos para obligarlos a pertenecer a sus grupos, los utilizan para trasladar droga o armas de fuego, aprovechándose de los beneficios legales de que goza la infancia salvadoreña.

En un balance de la Red de la Infancia y la Adolescencia, (RIA) se consigna que la criminalidad y la violencia en El Salvador reflejan la falta de políticas de Estado, sobre todo, por la escasez de educación integral y ausencia de un sistema de protección.

La observación del RIA surge, a pesar de que la Policía Nacional Civil asegura desarrollar el Plan Escuela Segura todos los años, que consiste en delimitar los centros educativos en alto riesgo, para garantizar a los niños y adolescentes una ruta segura de su casa a la escuela, especialmente en las entradas y salidas de clases.

Por la peligrosidad, presencia de maras, disputas entre mareros por un centro escolar y por la cantidad de denuncias por asalto y extorsión, la Policía ha categorizado los centros educativos en A, B, C y D. Esta clasificación, por lo general, se hace a principio de año en coordinación con el Ministerio de Educación, afirmó la comisionada Nery Sayes, de la División de Servicios Juveniles y Familia de la Policía.

Programas preventivos

A parte de estos mecanismos de protección, la Policía afirma impulsar programas preventivos como el DARE, que significa Educación, Resistencia contra el Uso y Abuso de Drogas y la Violencia, así como el PEPAD (Programa de Educación Preventiva contra el Abuso de Droga), detalla la jefa de la División de Servicios Juveniles y Familia de la Policía.

El programa DARE va dirigido a los escolares de primero a noveno grado y el PEPAD a jóvenes de bachillerato. Con estos programas buscan evitar que los jóvenes se involucren en drogas, tanto en el consumo como en el comercio ilícito.

Si bien estos programas no han reducido los índices de homicidios estudiantiles, las autoridades policiales coinciden con las de Educación en que han eliminado casi en su totalidad las tradicionales riñas escolares, agudizadas en las principales instituciones como el Instituto Nacional General Francisco Menéndez (Inframen), Instituto Nacional Técnico Industrial, Albert Camus, entre otros.

El director del Inframen, Heriberto Cortez Hernández, manifestó que en los últimos tres años esta institución no ha figurado en el ranking de las riñas estudiantiles, gracias a un proyecto de disciplina que impulsan.

"Hemos utilizado el método de la persuasión para hacer entender a los jóvenes que el camino de la violencia y el desorden no es el correcto", destacó Cortez Hernández. Los profesores se han dedicado a fortalecer las relaciones sociales y de convivencia pacífica de los alumnos y mediante la materia Orientación para la vida.

Con esta materia, los jóvenes aprenden a desarrollar la tolerancia y a evitar las contradicciones entre jóvenes porque son reales las diferencias de institución a institución, que incluso los llevan hasta la agresión física. Cortez Hernández afirmó que antes otros directores se dedicaban a ir a las comunidades y a las casas de los alumnos-problemas "pero encontramos que eso era un error porque el joven, nos obedece y acata las indicaciones que le damos entre las cuatro paredes de la institución, pero allá afuera es su vida privada".

Recientemente la Policía capturó a un grupo de alumnos con uniformes del Inframen, armados de machetes y navajas, quienes, al parecer, se disponían a atacar a grupos de alumnos rivales.

Pero el director del Inframen negó que esos estudiantes hayan sido de la institución y lo demostró al ser encarados por su persona. Dijo que muchos delincuentes visten el uniforme del Inframen para cometer delitos, pero las investigaciones se han encargado de desenmascararlos.