El PNUD considera que la violencia contra las mujeres es la “cara escondida” de la inseguridad ciudadana. Las autoridades no tienen cifras que revelen qué tipo de violencia es la que afecta al sexo femenino.
Escrito por Tania Membreño.Domingo 22 de Noviembre. Tomado de La Prensa Grafica.
Blanca, Elda y Nora. Así se llamaban tres de las 485 mujeres asesinadas hasta el 4 de noviembre de 2009. Los crímenes ejecutados en contra de personas del sexo femenino han aumentado en un 84% este año, de acuerdo con las estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC).
La cantidad de crímenes contra personas del sexo femenino registrados por la corporación policial entre el 1.º de enero y el 4 de noviembre de 2009 es de 485 homicidios. En el mismo período durante 2008, el número de asesinatos de féminas fue de 264. El aumento en números constituye 221 crímenes más que el año anterior.
Era principios de agosto cuando Nora Cecilia López, una mujer de 42 años, empleada de una agencia bancaria, fue asaltada por tres hombres que se subieron a su vehículo en una céntrica calle de Santa Tecla. Su cadáver fue encontrado días después en un sector baldío de Ciudad Arce, La Libertad. La PNC después de tres meses de ocurrido el crimen no ha revelado el móvil de ese asesinato.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su último informe sobre Desarrollo Humano para América Central dedica un espacio importante a la problemática que aqueja a la población femenina. Considera que la violencia contra la mujer es la “cara escondida” de la inseguridad ciudadana en el istmo. El reproche proviene de la carencia de estadísticas por parte de las instituciones involucradas en la creación de políticas públicas de seguridad en Centroamérica.
En el Salvador, ni la Policía, ni la Fiscalía General de la República (FGR), ni el Instituto de Medicina Legal (IML) cuentan con datos desagregados que revelen la magnitud de la violencia contra las personas del sexo femenino.
Los datos de la PNC son limitados. Con ellos no se puede determinar cuántas de esas mujeres fueron víctimas de violencia doméstica y cuántas de violencia social. “Caminar sin datos estadísticos es como caminar a lo ciego”, describió Julia Evelyn Martínez, directora del Instituto de Desarrollo de la Mujer (ISDEMU).
Martínez señala que para crear las políticas de seguridad es básico contar con las estadísticas que determinen las acciones a tomar para erradicar los diferentes tipos de delincuencia en el país entre estos la violencia doméstica, escondida en los hogares de el Salvador, sin importar los niveles económicos, sociales y educativos del agresor y de su víctima.
El rastro del maltrato intrafamiliar es visible cuando la tragedia llega. Así como llegó esa madrugada del pasado 12 de julio a la casa de Blanca Cecilia Zetino Salazar, en el municipio de Usulután. Ella fue asesinada por su compañero de vida. Blanca tenía 21 años y tres hijos. Convivía desde hacía dos años con Amado Villatoro Villarreal, un hombre de 60 años. Celoso dicen los vecinos. El hombre también mató a sus dos hijastras y a su bebé, de tres meses. Ellos estaban dormidos cuando el hombre los atacó con su corvo.
Los vecinos cuentan que esa madrugada escucharon una discusión, algo que se había vuelto algo común en esa vivienda, pero nunca pensaron que su desenlace fuera una masacre. Esa noche ninguno de sus vecinos alertó a la Policía, dicen que lo habían hecho en otras ocasiones, ellos eran testigos de las agresiones que eran víctima la mujer y sus hijos.
Dos días después del asesinato de Blanca Cecilia y sus hijos, a 110 kilómetros al poniente de Usulután, Elda Veraliz Ramos, otra víctima de la violencia doméstica, falleció a manos de su ex compañero de vida. El crimen contra la joven de 24 años de edad fue ejecutado frente a su hijo de nueve años que se encontraba al interior de su vivienda en Ciudad Delgado. El agresor identificado como Ricardo Augusto Cruz Martínez utilizó un desarmador para matar a Elda Veraliz. Él continúa prófugo. La Policía les dijo a los parientes que estuvieran pendientes si lo veían para ellos llegar a detenerlo.
La cantidad de mujeres fallecidas en contexto de violencia doméstica en el Salvador es incierta para la PNC, Fiscalía y ILM.
Las autoridades de la PNC aceptan que este año no tienen estadísticas de eso. Tampoco lo supieron el año anterior, ni en 2007. Nunca lo han sabido. “No, no se tiene la cantidad de homicidios que han sido a causa de la violencia doméstica, eso lo determina después de hacerse la investigación, la actual dirección ha ordenado sacar ese registro, pero no tenemos aún resultados”, dijo la comisionada Nery Sayes, jefa policial de la División de Servicios Juveniles y de la Mujer.
La jefa policial comparte la opinión de la directora del ISDEMU y considera que la carencia de datos sistematizados representa una de las grandes limitantes que enfrentan para prevenir los homicidios no solo de mujeres, sino en general.
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