Ricardo Esmahan.25 de Enero. Tomado de El Diario de Hoy.
En el reciente Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD, denominado "De la pobreza y el consumismo al bienestar de la gente", se hacen propuestas interesantes, como por ejemplo, aprovechar el hecho de que al poseer un coeficiente de importación elevado se pueda convertir en una oportunidad extraordinaria para obtener recursos, que contribuyan a mejorar la competitividad de varias ramas productivas, que podrían liderar la generación de empleo y el crecimiento económico en los próximos años.
Un instrumento óptimo para aprovechar esta situación sería la creación del Programa de Fomento de Apuestas Estratégicas (PROFAES). El Programa consistiría en aportaciones obligatorias, entre 1 y 5% del valor de la producción interna y de las importaciones. Estos fondos serían utilizados en proyectos seleccionados por un Consejo integrado por delegados de los sectores seleccionados de productores y del gobierno, orientados a la inversión en tecnología, investigación, desarrollo de nuevos mercados, asistencia técnica, publicidad y desarrollo de marca, entre otros.
La propuesta del PNUD es totalmente válida, debido a que por muchos años el sector agropecuario y agroindustrial de El Salvador y en general en Latinoamérica, ha dependido en gran medida de los mecanismos de cooperación internacional y la colaboración estatal para el impulso de acciones de reactivación. Todos entendemos que el presente y futuro del sector, pasa por hacer llegar la mayor cantidad de recursos o inversiones que permitan dinamizar las relaciones al interior de las diversas cadenas agroproductivas.
Existen actualmente importantes experiencias que van de alguna manera en línea con la novedosa propuesta del PNUD, podemos destacar la creación del "Fondo para la Competitividad y Reconversión del Sector Agropecuario y Agroindustrial" (FOCAGRO), que surgió a iniciativa de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial (CAMAGRO). Esta entidad nació como un sistema de aportaciones subsectoriales de carácter privado, que tiene como objetivo la captación de recursos financieros para el desarrollo de la competitividad de los subsectores integrados en cadenas agroproductivas. Se basa en la corresponsabilidad de los distintos agentes que participan en las cadenas.
Para poder llegar a crear los FOCAGROS se tuvo que convencer de los beneficios a las diferentes cadenas productivas, llegándose a un consenso sobre los mecanismos de aportaciones. Fue así como los subsectores de cinco cadenas agroproductivas (lácteos, maíz blanco/harineras, sorgo/avícolas, cerdos/industria cárnica y arroz/beneficios) dieron el primer paso para el establecimiento de una Carta de Entendimiento, donde se comprometen a la implementación de FOCAGRO ante la presencia de otros subsectores del agro.
Con los FOCAGRO se han desarrollado una serie de iniciativas para fomentar el uso de nuevas tecnologías, apoyar la comercialización y el cumplimiento de los Convenios para la Siembra y Comercialización en diferentes subsectores, con el objetivo de integrar las cadenas de agronegocios, la generación de valor agregado, la competitividad y la reconversión productiva del sector agropecuario y agroindustrial salvadoreño en el contexto de la apertura comercial y los tratados de libre comercio, particularmente con los Estados Unidos de Norteamérica.
La constitución del fondo se estableció bajo el principio de voluntariedad y compromiso con la reconversión productiva, dentro de un marco legal.
La operación de FOCAGRO está regulada por un Reglamento, que contiene un procedimiento operativo basado en la Carta de Entendimiento y compromiso con la competitividad y reconversión de los sectores participantes. Con él se contribuye a la transparencia, eficiencia y equidad en la administración de los recursos financieros del Fondo, regulando los alcances y la elegibilidad de los proyectos a financiar. CAMAGRO apoya estos Fondos asistiendo en su administración a los Consejos de Productores e Industriales que le conforman.
Esta iniciativa tuvo viabilidad ante el DR CAFTA en marzo de 2006 y su vigencia fue prorrogada en 2009.
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