Norma Guevara de Ramirios.24 de Enero. Tomado de Diario Co Latino.
Inicia el nuevo año lectivo, miles de escuelas abrirán sus puertas y sin duda
otra vez experimentará nuestro país un crecimiento de matrícula y mayores niveles de asistencia escolar porque el gobierno asegura un marco de condiciones que en el pasado constituían barreras para acceder y mantenerse en las aulas.
La gratuidad, los uniformes, zapatos, útiles escolares, alimento escolar, representan un enorme alivio para una sociedad en la cual todavía el desempleo o los bajos ingresos afectan a casi la mitad de las familias.
No se trata de promesas, sino de realidades llamadas a impactar en el corto y mediano plazo, en lo que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo denomina, sentido de bienestar.
Sin duda la estructura física de muchas escuelas requiere mejorarse, sin duda se requiere de incorporar masivamente el uso de las tecnologías a la formación del conocimiento tanto de los maestros y maestras como de estudiantes; pero también es hora de la inventiva y la creatividad del maestro y la maestra para que junto a la comunidad educativa, contribuyan a transformar condiciones adversas en oportunidades agradables.
La escuela de tiempo pleno anunciada por el Ministerio de Educación enfrentará dificultades, pero con apoyo del magisterio, los gobiernos locales, puede lograrse mayor alcance que redundará en gozo y aprendizajes profundos de niñas y niños. El Distrito Italia en el municipio de Tonacatepeque es ya una de esas escuelas y se confirmará ejemplar en ese camino. Niñas y niños se mantendrán más tiempo en las aulas, en los huertos, practicando deportes o aprendiendo artes musicales. Que buena señal es esa.
Debe buscarse mecanismos para ampliar todavía más el bachillerato, porque al ser gratuito cuando lo imparte el Estado, como lo confirmó una reforma constitucional ratificada por la Asamblea Legislativa en el 2009; serán insuficientes las instalaciones existentes y además de un derecho, es conveniente que más jóvenes culminen su educación media, pues era nivel con menor cobertura.
El país estrenará la educación inicial en virtud de reforma a la Ley, el Ministerio guiará la forma de educar a niños y niñas desde el nacimiento y que se haga con profesionalismo. Ese nivel se confía a los municipios, a organizaciones no gubernamentales y por supuesto a la familia. San Martín, Ayutuxtepeque y Soyapango están en fase de proyectos piloto para este nivel.
Muchas personas tenemos claridad del avance que se va logrando y como dijera el Señor Presidente al recibir el Informe sobre Desarrollo Humano, si no se hace más, es porque faltan recursos financieros. Pero existe una clara visión de propiciar el desarrollo social y educativo de nuestro querido país. Sin duda se requiere en el futuro cercano elevar los niveles de inversión en educación y cuidar celosamente que esa inversión llegue a las escuelas como lo ha expresado el Ministro de Educación, en diferentes ocasiones.
Recientemente, un prominente personaje de derecha afirmaba que el gobierno está votando el dinero en uniformes, zapatos y cuadernos, que esa es responsabilidad de los padres, que el Ministerio lo que debe hacer es educar; ese señor sin duda desconoce la realidad social del país y de la educación como proceso, sin embargo constatar la existencia de ese tipo de pensamientos mezquinos, debe llevarnos a buscar el aprecio social a la educación en un sentido profundo.
Los más llamados a revalorar la educación considerando la realidad, son los maestros y las maestras que saben que un niño se ausenta por falta de cuadernos, que saben apreciar el sentimiento de igualdad y alegría entre niñas y niños que se miran en igualdad de oportunidades en un centro educativo, las maestras y los maestros que advierten cuando un niño tiene sueño por falta de alimentos, quienes jamás se han interesado en entender el peso de las condiciones socio familiares y económicas que rodean a los niños y niñas pueden despreciar el enorme valor de una política gubernamental como la que hoy se impulsa.
Por eso debemos animar a los maestros y maestras a poner su papel de educadores, su misión a favor de la infancia y la juventud primero, adelante, y a dejar de amenazar con inestabilidad que a quien afectaría es a niñas y niños. La frase la niñez es primero, es prestada y apropiada por cierta, más aún, para los profesionales de la educación.
Cualquier reinvindicación encontrará oídos receptivos y franqueza, en un gobierno comprometido con el desarrollo social; porque para todos y todas debe ser realmente cierto que LA NIÑEZ, ES PRIMERO. Felicidades niños y niñas, muchachos y muchachas, maestros y maestras por su regreso a clases.
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