El FMLN se jacta que ellos han promovido mucha legislación que favorece al pueblo. Reiteran constantemente que “la gente es primero”. Pero hoy el FMLN ha demostrado que su discurso político tiene dos caras. La gente no es primero, primero es el partido y su hegemonía sobre los elegidos es más importante que la gente.
Escrito por Ernesto Rivas Gallont.03 de Abril.Tomado de La Prensa Gráfica.
Al negarle al pueblo el derecho de elegir a sus representantes, el FMLN destruye de un plumazo todo lo que había construido y confirma que la partidocracia está por encima de la democracia.
El FMLN, el PCN y 14 de los 16 diputados de GANA han manifestado su decisión de superar el veto que el presidente Funes hizo al decreto 635 que no era más que una ratificación de las intenciones de esos partidos de mantener el estatus quo en materia electoral de los diputados.
El FMLN poniendo ojos y oídos sordos al clamor popular insiste en que el veto de Funes fue resultado de presiones de “grupos de derecha”; ignora, a propósito, las muchas manifestaciones en entrevistas de radio y televisión, campos pagados, columnas de opinión editorial, editoriales y artículos noticiosos que recogen la voz del pueblo que grita a pulmón partido, “llegó la hora del cambio”. Son ellos, los votantes los que reclaman su derecho: un gobierno del pueblo, para el pueblo.
Los partidos políticos sobrevivirán, su existencia no está en peligro. Lo que va a desaparecer es la hegemonía que históricamente han ejercido sobre sus representantes. Fíjense bien, decimos “sus representantes” porque los diputados son representantes de los partidos y no del pueblo. Pero así debe ser, así es en cualquier país democrático y El Salvador no debe ser una excepción.
En ocasiones anteriores hemos sido testigos de controversias surgidas entre el presidente Funes y su partido, el FMLN, pero ninguna tan seria como esta. La división es clara y el liderazgo del partido de gobierno (con excepción del vicepresidente Sánchez Cerén que guarda cauteloso silencio) expresa públicamente su desacuerdo con el presidente y ahora pretende superar el veto, sin importarle que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, al conocer el decreto de superación, ratifique la resolución por la que declaró la inconstitucionalidad de lo actuado por la Asamblea.
La actitud adoptada por el Frente, sobre todo si logran superar el veto, pone en un serio peligro las elecciones de marzo de 2012. Veamos: el decreto de superación del veto, si es aprobado en la próxima plenaria del congreso, llegaría al escritorio del presidente Funes alrededor de la semana anterior a la Semana Santa que se inicia el 17 de abril.
Si el presidente envía el decreto a la Sala de lo Constitucional, con suerte, podría ser durante la semana después de Semana Santa y la sala tiene 10 días para resolver. Esto significa que la resolución de la sala podría estar siendo comunicada a finales de mayo.
Posteriormente, lo que procedería es que la Asamblea elabore un nuevo proyecto de decreto que conforme con la resolución de la sala y el veto presidencial. Eso puede tomar semanas. Le seguiría la mecánica a cargo del Tribunal Supremo Electoral de preparar el proceso, hacer imprimir las papeletas de votación y establecer un ordenamiento jurídico para la celebración de las elecciones.
El peligro es que lleguemos a marzo y el mecanismo electoral no esté listo y que no se puedan celebrar elecciones. Falta considerar el tema legal alrededor del proceso que es cuestión de abogados.
Más hoy en mi blog: http://blog.netorivas.net y en nuestro programa Conversaciones con Netorivas, todos los miércoles de 7 a 8 a.m. en Radio 92.5 Club.
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