Ricardo Esmahan .12 de Abril.Tomado de El Diario de Hoy.
Durante el 2010, el crecimiento de los precios internacionales de las gasolinas y el diésel estuvo alimentado por una reactivación de la economía norteamericana, lo que daba optimismo. La única distorsión severa de precios la provocó el derrame petrolero del Golfo de México. El crecimiento estable de precios se mantuvo hasta febrero 2011. Sin embargo, en marzo 2011 los precios del petróleo y sus derivados se incrementaron a niveles que no habíamos visto desde mediados del 2008 y a su base están los múltiples conflictos que estallaron en el Medio Oriente y el norte de África.
El precio internacional del petróleo cerró la semana pasada a US$113 el barril para la referencia en América (WTI) y Europa nos dio la sorpresa con precio referencial de US$127 (Brent); cosa inusual, el precio europeo superó el nivel del WTI.
Platts reporta en Costa del Golfo diésel y gasolina de alto octanaje, comercializados al mismo precio. Estas alzas de las últimas semanas ya no obedecen a la demanda de invierno del norte; sino a la restricción de la oferta por la zona de conflicto.
La experiencia del alza de precios del 2007 y 2008, cuando el crudo alzó su precio en año y medio hasta US$146, estuvo enrarecida por una fuerte influencia especulativa. Recuerdo que expertos pronosticaron que el precio ascendería hasta US$200. Incluso el Presidente de Venezuela, país miembro de OPEP, se atrevió a dar dicho pronóstico. Sin embargo, sorpresivamente de septiembre a diciembre de 2008 el precio del petróleo se desplomó hasta niveles de US$30 el barril, arrastrando los precios de los derivados. Y las crisis financieras se pusieron de moda en Europa.
Hoy en 2011, el mercado internacional está transparente y las bases del precio visibles. La oferta está restringida y existe una demanda agregada, afectadas ambas por la misma causa: el conflicto de Medio Oriente y el norte de África. De prolongarse la situación, es más, de no dejar Gadafi el poder, de complicarse nuevamente Egipto e involucrarse Siria en esta convulsión, el petróleo y sus derivados seguirán caros para el mundo. Y veremos más alzas de gasolinas, diésel, gas licuado de petróleo y bunker.
Esta tesis la desarrolló la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su "Oil Market Report" del 15 de marzo pasado. Según el informe, las fluctuaciones en los precios de los "commodities" no está siendo determinada por la especulación, particularmente el petróleo. Los fundamentos, aquellos factores que afectan la relación oferta-demanda, constituyen la principal fuerza de alza de los precios.
¿En qué basa su análisis EIA? Comparó el comportamiento de los precios del crudo comercializado en bolsa durante 2000–2010, con precios de siete materias primas (cadmio, rodio, cobalto, carbón, manganeso, tungsteno y arroz), cuyo comercio ajeno al mercado de valores, se da directamente entre compradores y vendedores. La especulación focaliza su actividad en las bolsas. Si ésta fuese relevante, cabría esperar divergencias significativas entre la evolución de los precios del petróleo y las materias primas consideradas. Los precios del crudo fluctuaron de forma similar al experimentado por las otras siete materias primas.
Quien crea tener "bola de cristal" para proyecciones y pronósticos de precios de los derivados del petróleo para el 2011, perderá la apuesta como le pasó a Chávez el 2008. Estos precios están altamente correlacionados a una situación geopolítica difícil, compleja e impredecible. Pero es transparente que para este abril, países importadores netos de combustibles estratégicos para la actividad económica, el transporte, la cocción de alimentos y la generación de electricidad, impávidos verán sus precios cruzar umbrales políticamente críticos.
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