“Hay señales esperanzadoras... cambios forzados en la Asamblea (elección de diputados por sus méritos) y en la CSJ por abrirse al escrutinio público. Mejorará la democracia, el aire será más limpio...”
Escrito por Rafael Castellanos.12 de Abril.Tomado de La Prensa Gráfica.
Vivimos momentos interesantes, hay señales esperanzadoras, cambios forzados en el actuar de la Asamblea y la CSJ. Estas instituciones clave han sido como una piedra de molino al cuello deteniendo nuestro progreso. Su funcionamiento no ha sido al servicio del pueblo, sino de intereses privados y partidarios. Han abusado de sus cargos, se han recetado muchos privilegios que no les corresponden, con honrosas excepciones.
No han importado rivalidades ni diferencias ideológicas, al final, se han comportado como una cofradía que se protege entre sí. Al margen de las disputas públicas, reales o de montaje, al presentarse una situación que amenaza su statu quo, cierran filas.
Esto viene de mucho tiempo atrás, por ello tienen tan baja estima popular, califican tan mal en las evaluaciones de las instituciones internacionales sobre transparencia, democracia y competitividad. Aunque siempre ha habido gente decente que ha tratado de hacer bien las cosas y ser honestos, al final no logran cambiar el sistema. Este los absorbe, los anula y los hace saltar frustrados. En cambio si se adaptan al sistema, no levantan roncha.
Una de las razones por las que ha sido difícil cambiar es por la secretividad con que se han manejado los organismos, la poca información que sale al ciudadano, el nulo rendimiento de cuentas, la ausencia de transparencia.
La tendencia al cambio es firme, la sociedad está más alerta, exige más claridad, el pedido de transparencia y rendimiento de cuentas hace tanto ruido que se van forzando cambios. Las instituciones se han ido abriendo, la presión es inexorable, las realidades se van imponiendo a las visiones personales y las de colectivos políticos.
Los medios de comunicación, el periodismo investigativo y editorial juegan un papel fundamental en la apertura, a pesar de señalamientos serios y rumores menos serios de compra de voluntades, la famosa “lista de Capres”. Otro gran factor son las organizaciones de la sociedad civil que sin diferencias políticas han presionado porque se abra el sistema.
Las propuestas de apertura quedaban siempre en frustración, porque el sistema político permitía que las instituciones del estado siguieran secuestradas por los partidos políticos y sus cúpulas, la apertura pasaba necesariamente por cambiar la forma de elegir diputados y era imposible que ellos mismos lo hicieran voluntariamente.
El recurso de inconstitucionalidad de un ciudadano sobre el tema, como tantos casos importantes, permaneció olvidado en las pesadas pilas de papeles que no se mueven en la CSJ.
La historia suele cambiar con eventos inesperados, esta vez fueron electos de forma diferente 4 magistrados de la Sala de lo Constitucional. La crisis en ARENA forzó la salida de la dirigencia, esto interrumpió la negociación viciada en progreso, se produjo un “impasse” y vacío por la interrupción de la negociación, lo que resultó en una elección diferente. Escogieron gente con deseos de cumplir su deber. Resultado, una sentencia que está cambiando la historia que parecía imposible.
La Asamblea, sin ARENA, trató de burlar la sentencia con un decreto viciado, enfrentaron el veto de un presidente que lo emitió pensando en el país, no en el partido.
El FMLN anuncia que no tratará de superar el veto, enfrenta costos de credibilidad en sus bases. Les sería más rentable hacer las cosas bien, los espacios se les van cerrando, el país está atento.
El Frente probablemente sacará el mismo número de diputados que lograría con listas cerradas, pero electos por el votante. GANA y los otros pequeños, quién sabe. Los desacreditados tendrán sus días contados, será el inicio de otra era. ARENA debe jugar inteligentemente sus cartas, poner a los mejores candidatos posibles, evolucionar visiblemente.
La Corte sufrirá una implosión, sus ansias los llevaron a una jugada errada, hoy están al escrutinio público, tendrán que cambiar.
Los cambios son desencadenantes de inquietudes sociales largamente retenidas, como una primavera en que las flores son mejoras en la democracia, el aire será más limpio.
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