LPG-Sueños para el próximo año

Así como toda familia que desea lo mejor para sus miembros en el año venidero, en la salud, en la prosperidad, en el trabajo; también, como sociedad, queremos lo óptimo para nuestro país.

Escrito por José Guillermo Zelaya.17 de Diciembre. Tomado de La Prensa Gráfica.

Esto porque a pesar de haberse firmado la paz hace 18 años, aún hay mucho por hacer: entre los sueños de la población están el de lograr que nuestro país ingrese al grupo de naciones en desarrollo humano como el de Europa Occidental, Estados Unidos, Japón o al menos el de nuestra vecina Costa Rica, aumentando la esperanza de vida, la tasa de alfabetización y el crecimiento económico con igualdad. También quisiéramos que se crearan mecanismos para asegurar el acceso universal a los servicios sociales básicos y que se cumplan los Objetivos del Milenio. Además, imaginamos la felicidad de la población si se aplica una estrategia de promoción de la equidad, pues los países con un ingreso desigualmente distribuido son políticamente, económicamente y socialmente menos estables y muy conflictivos.

Sentiríamos nuestro sueño hecho realidad si se fortalece la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas y el equilibrio de poderes entre los tres órganos del Estado para evitar que uno tenga más poder que el otro, en detrimento de la democracia que estamos construyendo. Las encuestas nos dicen que en lo político soñamos con lograr la representación proporcional en los concejos municipales, la despartidización de los organismos electorales, la modernización y la democratización de los partidos políticos mediante la promulgación de una ley de partidos, el voto de la población salvadoreña en el exterior y también acciones afirmativas que promuevan la participación real y efectiva de las mujeres en las estructuras del poder político.

Aspiramos a contar con un Estado concentrado en un rol subsidiario con los más débiles, facilitando la actividad privada en condiciones de competencia, ejerciendo su capacidad normativa con igualdad de oportunidades para todos.

Deseamos que se implemente una política de aprovechamiento estratégico de la riqueza de su lecho submarino, que es cuatro veces su plataforma continental, proyectándose hacia el mar con el comercio interoceánico, los servicios portuarios, con la producción marítima, el transporte y la recreación.

Resumiendo, pido a los lectores que me permitan cerrar los ojos y soñar a mi país de esta manera:

“Estamos a mediados del año 2020 viviendo en un nuevo El Salvador. Nadie está por encima de la ley, la cultura de la transparencia y el acceso a la información está arraigada en todos los órganos del Estado”.

Y sigo soñando: “La Corte de Cuentas es un orgullo nacional y un modelo internacional. La delincuencia y el crimen organizado han sido controlados con acciones apropiadas. Las pandillas han desaparecido y los adolescentes y jóvenes ocupan su tiempo estudiando en los bachilleratos, complejos deportivos y campamentos de fines de semana. La tasa de homicidios es inferior a seis por cada 100,000 habitantes, por lo que El Salvador ha sido considerado por la ONU como uno de los países más seguros del mundo. Solo tenemos contribuyentes honestos, respetuosos de la ley, formados desde la parvularia en el juego limpio y en el respeto a las reglas. Acabo de leer que, según el PNUD, este año obtuvimos el puesto número 29 en desarrollo humano. ¡Es un orgullo vivir en este país!”

Sueños para el próximo año