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2010/12/31

EDH-El cambio de las tendencias

 Manuel Hinds.31 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.

El fin de año proporciona una ocasión para reflexionar sobre todos los cambios que se han dado en el pasado reciente, en el tiempo que ha pasado desde fines de 2008, cuando el FMLN estaba en campaña electoral para la presidencia y la crisis mundial acababa de estallar.

En esos meses el gobierno actual estaba escalando el poder, navegando sobre una ola de entusiasmo por la izquierda que parecía ser irresistible. Viendo esto, muchos se apresuraron a culpar al capitalismo por la crisis financiera mundial y a predecir el resurgimiento del socialismo (en el sentido comunista de la palabra) en el mundo entero. A nivel mundial, parecía que la izquierda estaba en ascenso.

En Latinoamérica, si bien Venezuela había sufrido un golpe duro con la caída de los precios del petróleo, todo parecía indicar que la alianza entre el presidente Hugo Chávez y los dictadores cubanos Fidel y Raúl Castro era imparable. Cada vez más países se unían al ALBA y sus vehículos económicos como Alba Petróleos.

En El Salvador, la estrategia de presentar un candidato con imagen moderada para la presidencia parecía estar funcionando muy bien para el FMLN, especialmente porque estaba confrontando a un ARENA que confirmaba la fortaleza de la izquierda al adoptar el lenguaje y las posturas del mismo FMLN, mientras se avergonzaba de su propia ideología.

Todo esto lo ocupaba el FMLN en su campaña para proyectar la imagen de ser invencible, una imagen que ayuda mucho entre los que votan no por convicción sino porque quieren estar con el que va a ganar.

Para todos estos debe ser una gran sorpresa ver que lo que ha sucedido en los dos años subsiguientes ha sido lo contrario de lo que esperaban.

A nivel mundial, pronto pudo verse con claridad que lo que había fracasado no era el capitalismo sino la intervención estatal: en la excesiva creación monetaria, que condujo a destructivas financieras y en el crecimiento exagerado de estados benefactores, que gastaban mucho más de lo sus países que podían sostener. Habiendo comprendido esto, los gobiernos europeos, tanto de izquierda como de derecha, están aplicando políticas fiscales prudentes que están reduciendo el tamaño de los estados.

En Latinoamérica, el eje de Chávez y los Castro está pasando por una crisis terminal. Económicamente, Cuba, que siempre ha estado tan mal que ha tenido que depender de patrones que la mantengan, ahora ha empeorado tanto que ni aún la enorme ayuda venezolana —que prácticamente le regala el petróleo— es suficiente para evitar su colapso. Políticamente los hermanos Castro están aislados y Chávez, aunque está aboliendo la democracia a pasos agigantados, tiene cada vez más problemas económicos.

Localmente, en El Salvador, el FMLN ha perdido la gran ventaja que, como partido, adquirió durante la luna de miel del presidente Mauricio Funes. A mediados del 2009, la popularidad del partido llegó a cifras cercanas al 70 por ciento de los votantes mientras la de ARENA caía a cifras cercanas al 10 por ciento. Los errores del gobierno, y principalmente la insistencia del FMLN mismo de mantener una posición radical de izquierda, erosionaron esta ventaja, de tal forma que para este momento la popularidad del FMLN está más o menos pareja con la de ARENA, alrededor del 30 por ciento, que es la posición relativa que ambos partidos han tenido por muchos años.

Pero la desventaja estratégica del FMLN es mayor que la que estas cifras sugieren, porque todavía tiene en el futuro la penosa y desmoralizadora tarea de tener que explicar la inevitable caída del régimen comunista de Cuba, y confrontar la indignación que generarán las revelaciones que seguramente saldrán a la luz de los actos terriblemente destructivos que los comunistas llevaron a cabo en los cincuenta años de tiranía. Todo esto pasará al mismo tiempo que el FMLN estará perdiendo el apoyo que el último Estado en manos comunistas le ha dado por tantos años.

Por supuesto, Chávez seguirá en el poder en Venezuela y seguramente va a seguir apoyando económicamente a la cúpula del FMLN a través de Alba Petróleos. Pero este apoyo, que puede estimarse en al menos unos 60 millones de dólares al año en puro efectivo, es una espada de dos filos. Por un lado, da mucho poder de compra a la cúpula que maneja la empresa y el partido. Pero por el otro lado tiende a destruir la fibra moral del FMLN, que es el activo más importante que puede tener un partido político. Si esta situación continúa así, el partido se romperá porque hay mucha gente dentro del FMLN que no quiere condonar con sus votos las contradicciones vivientes que este chorro de efectivo está generando dentro de la organización. En el mediano plazo, más que una ventaja, este chorro es un factor de decadencia.

Todo esto le causará un costo enorme al FMLN. O, al menos, a la cúpula del partido comunista que lo controla.

En realidad, la caída de Cuba puede beneficiar mucho al FMLN mismo, convirtiéndolo de un partido que obedece a Cuba a uno que decide su destino por sí mismo. Esto, con el tiempo, lo llevaría a ser un partido de izquierda moderada, con lo cual el país entero ganaría. La inversión y el crecimiento económico aumentarían inmediatamente, ya que el peligro de que el FMLN pudiera convertir a El Salvador en un esclavo del comunismo y de Cuba desaparecería. Esto no pasaría en el primer momento, pero eventualmente pondría al país en la ruta firme del desarrollo.

Es interesante ver cómo ha cambiado el panorama en sólo dos años, en todas las dimensiones: en el mundo, en Latinoamérica y aquí. Son cambios para bien. Estamos comenzando el 2011 mejor de lo que comenzamos el 2009 y el 2010.

elsalvador.com :.: El cambio de las tendencias

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