Escrito por Carlos H. Rivas.27 de Diciembre. Tomado de La Prensa Gráfica.
pastor@carlosrivas.com
La espiritualidad cristiana es un don y una tarea: comunión con Dios (contemplación) y acción del mundo (praxis); el evangelio de Jesús denuncia las estructuras y propugna por cambios sustanciales que acerquen más al ser humano con Dios. Desde esa perspectiva, el Tabernáculo de Avivamiento Internacional, TAI, apoya iniciativas de carácter social, positivas y en consonancia con los valores del Reino de Dios. Pero, sobre todo, somos una iglesia cuyo único inspirador, líder, salvador y liberador es Nuestro Señor Jesús, y nuestra voluntad y esfuerzos por mejorar las condiciones de vida, sociales y económicas del pueblo salvadoreño se determinan por Sus enseñanzas.
Una noticia difundida hace pocos días vincula al TAI con el recién fundado Movimiento de la Democracia Participativa, lo cual, de ser cierto, comprometería el objetivo de inspiración cristiana, evangélica y eminentemente bíblica de nuestra institución: llevar un mensaje de esperanza a toda la humanidad y la realización plena del Reino de Dios en nuestra Nación y en todas las naciones de la Tierra.
Pero el TAI en ningún momento ha firmado acuerdo alguno de suscripción o pertenencia a cualquier movimiento político o social por muy bien intencionados que los mismos sean. Una cosa es mi convicción personal de que los cristianos debemos trabajar por la justicia, la equidad económica, la inclusión y la paz, y otra es la suscripción a cualquier organismo de carácter político, partido, movimiento u organización. El Evangelio me obliga a defender los derechos y sueños de los más pobres, atender las necesidades de mis más pequeños hermanos, y por eso he apoyado a instituciones que trabajan por esos mismos objetivos; pero tengo también la convicción, como ministro del evangelio, que nuestra congregación no debe formar parte de proyectos políticos. He dicho antes y lo repito: no queremos ser meretriz del poder político.
Por esa razón, ayer y hoy he rechazado prebendas “oficialistas” y pactos con partidos políticos de izquierda y derecha, pero he denunciado las injusticias y acompañado a los sectores más vulnerables de la sociedad en sus legítimas demandas, y me opongo al uso de nuestros hermanos por parte de los partidos políticos e instituciones similares. En lo personal, nunca he pretendido ser candidato a cualquier cargo público en representación de intereses políticos, a pesar de las opiniones exaltadas e interesadas de algunos sectores que solo han pretendido, en buen salvadoreño, “llevar agua a sus molinos”.
Y, como institución, tampoco ponemos al servicio de intereses ajenos al evangelio la obra que con tanto esfuerzo la membresía de nuestra congregación, de pensamiento plural, realiza para la difusión de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo; de allí que “El Primer Festival de la Esperanza”, al cual el TAI ha convocado para el día primero de enero de 2011, es un evento eminentemente cristiano, en cuyo desarrollo no tienen cabida las participaciones de carácter político, sean estas de derecha o izquierda.
Aun considerando valioso el esfuerzo emprendido por algunas organizaciones de la sociedad salvadoreña y reconociendo la capacidad y el talento de su líder, tanto para la reivindicación de la política, tan desprestigiada, como para la sociedad civil, necesitada de instrumentos efectivos para incidir en las políticas nacionales y conducir al país hacia una sociedad mejor, los cristianos evangélicos tenemos la profunda determinación de que el evangelio y los valores del Reino de Dios no están en venta, ni es el TAI una mercancía sujeta a los vaivenes del mercado de la política nacional, porque hemos sido llamados a ser sal de la tierra, y no simple polvo del camino que ante el menor soplo del viento o de los intereses particulares y políticos se desvanece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.