A partir de esta columna llega a la sección Editoriales de DIARIO LA PÁGINA el empresario Armando Bukele Kattán. Sus columnas versarán sobre política.El doctor Kattán, aparte de su reconocida trayectoria empresarial, es un hombre con amplia cultura general y también es la máxima autoridad de los musulmanes en El Salvador.La manera con la que se dirige a nuestros lectores desde su primera colaboración con este Diario es una muestra de su respeto por este público al que solicitamos reciprocidad en los comentarios.
Escrito por Armando Bukele Kattán.28 de Diciembre. Tomado de La Página.
Nosotros estamos 100% a favor de la libertad de Prensa, entendida ésta, no sólo en tener la oportunidad de manifestarse sin coacción alguna, sino también, en permitir el debate; aceptar no solo apoyos, sino también contradicciones; y en criticar hechos y no personas; en informar y no en desinformar.
Los medios alternativos y el uso de Internet son la posibilidad en el presente y la esperanza de ampliarse en el futuro, no solo para aquellos que no tienen voz; sino también para aquellos que teniéndola, tienen obstáculos para manifestarse en los medios tradicionales.
Las noticias periodísticas sobre El Salvador, agudizadas en los últimos meses, en la mayoría de los medios, ponen a nuestro País en una situación extremadamente caótica, la cual incluso dicen que presenta signos de empeoramiento. Esto no es cierto. Todo se presenta como malo, en el actual Gobierno y todo parece que empezó a gestarse a partir del 1 de Junio de 2009. No niego que la situación no es bonancible y que hay enormes problemas y que el actual Gobierno no lo ha hecho todo bien. Pero eso es diferente a presentarlo, como que todo se ha hecho mal, y que se le niegue al Gobierno algún mérito, cuando haya hecho las cosas bien. Además se le niega, la buena voluntad que se le nota a muchos funcionarios, de querer hacer las cosas mejor que antes.
Veamos tan solo algunas noticias:
“Gobierno mantiene una deuda pública de más de $11,000 millones”. Pero no se informa que el Gobierno anterior dejó una deuda arriba de $10,000 millones, y que los alrededor de 1,400 millones de deuda del actual Gobierno, se han usado en gran medida para resolver problemas heredados: bonos a corto plazo pendientes de pagar por el Gobierno anterior; obras inconclusas, cuyos fondos desaparecieron o se desviaron en la Administración anterior, como el Hospital de Maternidad y el Boulevard Diego de Holguín y pago de compromisos internacionales pendientes etc.
Otra noticia negativa: Asesinatos imparables o delincuencia sofocante etc.
Es cierto que el nivel de delincuencia continúa alto, pero también debe decirse, que el nivel de delincuencia, dejó de incrementarse y no sólo se mantuvo sino que disminuyó en el 2010, logrando su punto de inflexión y cambiando la tendencia. Páginas enteras critican el papel del Gobierno en ese sentido, cuando debería felicitarse por obtener los primeros resultados positivos en mucho tiempo. Un Diario de gran circulación, pública en primera página el siguiente comentario de una gremial empresarial, apoyado por 4 páginas completas internas:
“Economía retrocede en 2010 y Empresarios critican que no existe una política de seguridad”.
Y entonces ¿cómo se obtuvo esos resultados?
Con sólo detener el crecimiento de la delincuencia, ya es ganancia. E Incluso los delitos y los homicidios, bajaron. Esto se debe a la labor del Presidente, del Ministerio de Seguridad, de la Policía Nacional civil y de la labor complementaria de la Fuerza Armada. ¿Cuesta acaso reconocerlo? Yo estoy a favor del papel coyuntural de la Fuerza Armada, en estos menesteres, basado en la autorización del Presidente Funes, de acuerdo a la Constitución de la República. Los gobiernos de derecha no se atrevieron a hacerlo, a pesar de necesitarlo, sobre todo en la pasada Administración. A eso se une el papel de la derecha política, en la que ofreció disminuir el papel de la Fuerza Armada, incluso más que la exigencia del FMLN, durante los Acuerdos de Paz; y el papel de ciertos grupos de Izquierda, que siguen criticando a la Fuerza Armada, y han tenido siempre buenas relaciones con la derecha política, incluso aceptaron que éstos gobernaran con casi poder absoluto por más de 20 años y se relacionaron amistosamente con ellos.
La delincuencia seguirá disminuyendo poco a poco y con el control de los penales y el bloqueo de la señal de los celulares en los mismos, se darán mejores resultados en el 2011.
Pero todavía disponemos de demasiados asesinatos y delitos en general para comandar una campaña atemorizante y destructiva.
En la curva matemática del crimen, existe un área bajo la misma, que puede presentarse con lujo de detalles e incluso fotos amarillistas, Pero eso no viene al caso. Lo que debe analizarse no es el área bajo la curva, sino la tendencia de la misma; por lo cual de seguir haciéndolo, tan sólo puede explicarse por tratarse no de periodismo, sino de política partidarista.
EL objetivo aparente sería desprestigiar al Gobierno en aras de las elecciones del 2012 y del 2014; pero lo que se está logrando es que la delincuencia crezca; sus líderes se solidifiquen y adquieran más poder y autoestima: ¿cuándo pensaremos en función País?
Los delincuentes podrán decir y con apoyo mediático: “Tenemos en jaque a las autoridades…” Peor aún hubiera pasado, si el Presidente Funes hubiera cedido a las presiones exageradas de los medios tradicionales, cierto sector empresarial dominante y el principal partido (todavía) de derecha, de destituir al Ministro de Seguridad y al Director de la Policía Nacional Civil. Hoy, los mismos actores han desviado su misma presión a las autoridades de Salud; primero concentradas con el Viceministro de Salud y ahora con el Director del Seguro Social. Algo hay relativo a la Reforma de Salud, pero esto tiene que ver también con tratar de desprestigiar al Gobierno, de acuerdo al refrán: Miente, miente, que al final algo queda. El Presidente Funes tiene todo el poder necesario para tomar decisiones y suficiente carácter para no dejarse manipular por nadie; pero debería comprender que como la máxima autoridad pública, no sólo debe tener el poder –que lo tiene- sino también, que toda la ciudadanía entienda que lo ha ejercido. Después de una campaña masiva de medios que él ya conoce su línea; y de insistencia legislativa de un partido para que la Asamblea le mande un recomendable de destitución, (incumpliendo la independencia de los poderes públicos) debería tener cuidado…siempre debe analizarse el porqué, el cuándo y el cómo. La fuerza del poder es conveniente (no sólo demostrarla, sino de lucirla, incluso con medidas radicales) cuando hay enfrentamiento público con funcionario alguno. Pero no con funcionarios leales y respetuosos de la jerarquía.
Por otro lado, el Presidente debería pensar en el 2012 y sobre todo, después del 2014, donde deberá fomentar un frente amplio que le sirva de apoyo para manifestarse, comprendiendo que los ataques arreciarían; ya no tendrá el poder y que sus amigos ya no contarán con dicho poder para manifestarse. No hay apoyo por más pequeño que sea que no merezca considerarse; basado en que aún lo más pequeño cuenta y que lo pequeño también puede crecer y que si lo pequeño se destruye, no quedan piezas para recomponerse, porque lo que queda es prácticamente polvo.
Otro caso, el del Director de la OIE, Eduardo Linares, insistiendo en su destitución, por señalamientos no comprobados, que son solo suposiciones subjetivas. Dichos funcionarios han actuado mucho mejor que los funcionarios en esos mismos cargos de las administraciones pasadas y recibieron el beneplácito de los mismos medios ¿Qué pasa?
Degradar masiva y mediáticamente, el trabajo de las Autoridades en materia de delincuencia y seguridad pública, no sólo ha hecho potencializar a la delincuencia y sus líderes; sino también ha aumentado el temor y la desesperanza del pueblo…
En el Gobierno anterior no se publicaban las noticias sobre la delincuencia, en base a la Campaña “Me uno por la paz”. Hoy, la mayoría de medios, se han unido en hacer todo lo contrario. Antes uno no se daba cuenta, ahora uno tiene a la mano; en la pantalla, en la hoja de papel o en la radio, las noticias espeluznantes sobre asesinatos en cualquier cantón o municipio, incluso alejado, todo enfrente de nuestros ojos o de nuestros oídos, como si fuera enfrente de nuestras casas. Alguien puede decir, pero es papel de los medios informar. Está bien, Informen. Pero no lo hagan desproporcionadamente, con enormes despliegues periodísticos, páginas enteras de reportajes y fotos destacadas de pandilleros; lo que se le niega sistemáticamente a la ciudadanía decente, que no pertenece al grupo dominante o a sus allegados. Además, se mete miedo a los empresarios y se les induce a no invertir, con resultados negativos para la Economía del País, pero también para los propios intereses económicos de los empresarios.
Con la campaña masiva negativa en el tiempo de guerra; los que se fueron y volvieron, perdieron su liderazgo y no progresaron. Fue para ellos la década pérdida. Los que se quedaron crecieron espectacularmente y a eso se debe el reacomodo de las familias en el mundo empresarial salvadoreño. ¿Volverá a repetirse la historia?
El capital salvadoreño deberá continuar invirtiendo en nuestro querido El Salvador y dejar volver a temer a los fantasmas del pasado, que hoy vuelven a tomar forma, asustando de nuevo, generalmente con el mismo cuento del petate del muerto. ¡Tiene que venir un empresario guatemalteco el CEO de Pollo Campero, a pedirles a los empresarios salvadoreños que continúen invirtiendo en El Salvador y a no desanimarse por las coyunturas! Yo por mi parte, también sigo invirtiendo en nuestro país y en el 2010 instalé 2 nuevas Empresas; y en el 2011, instalaré una nueva, si Dios me lo permite. No soy un empresario que me interese la política partidarista y por consiguiente, no necesito el compadrazgo político. En mi mismo caso están la mayoría de empresarios salvadoreños, pero inexplicablemente tienen miedo. No la precaución empresarial necesaria en los negocios, sino de un temor, casi insuperable. Si aparte de la crisis económica mundial, y los problemas políticos heredados, se le suma este temor empresarial a invertir, entendemos claramente el porqué del retroceso de la Economía; lo que no comprendemos es por qué culpar de eso al actual Gobierno, cuando los empresarios estamos siempre ponderando que el crecimiento depende más de la inversión privada; que de la inversión pública. En el 2011 hay oportunidad de progresar. Los bancos locales están abriéndose a los créditos y hay una gran inversión extranjera disponible para incursionar en nuevos proyectos, con préstamos o coinversión, que no se ha utilizado. Los que quieran seguir los consejos de la política partidarista, ya sea en partidos o medios o gremiales, tienen todo el derecho de hacerlo. Pero tengan cuidado cuando inviertan en el extranjero. Yo seguiré invirtiendo en El Salvador y confío en que la política del Gobierno seguirá siendo adecuada al desarrollo empresarial. ¿Problemas a la vista? ¿Y cuándo no los he tenido? El verdadero empresario es el que puede correr en carreras planas o con obstáculos. Pobres de aquellos que se acostumbraron a trabajar con el favoritismo gubernamental. Yo por el contrario, estoy acostumbrado a trabajar con los gobiernos, sin los gobiernos o incluso contra los gobiernos, o mejor dicho, el gobierno en contra mía. Y aquí estamos. Gracias a Dios, siempre exitosos.
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