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2010/12/30

LPG-Adiós 2010 y bienvenido 2011

 Parece que fue ayer que dijimos adiós a 2009 para iniciarnos en el año que está por terminar. La primera decena de años de este siglo se ha cerrado y con este cierre también nosotros vamos cerrando paulatinamente nuestro círculo de vida, hasta los recién nacidos, pues cada puesta de sol marcamos tarjeta y quedamos totalmente en las manos del Gran Contralor de las conciencias, de las voluntades y de lo que de ellas se deriva.

Escrito por Nery Zaldaña.30 de Diciembre. Tomado de La Prensa Gráfica. 

 

La voz popular es sostenida: “¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!” Casi todos lo decimos con alegría, de corazón. De repente, en estas épocas nos volvemos como más cariñosos. La euforia de comer algo especial, hecho para la ocasión, rodeados de familiares o compañeros de trabajo, nos estimula a reír con ganas, a aplaudir, a bailar, a querer vernos bonitos, esponjados y perfumados... todo esto, por lo general, cuando estamos reunidos de dos o tres en adelante; porque, cuando estamos a solas –aunque estemos esponjados y perfumados– hay un dejo de soledad, de tristeza, de añoranza, de ganas de abrazar al pasado, de evocar rostros que ya no pudimos contemplar más, y voces que se callaron... y entonces, las canciones que otrora nos alegraran a su lado, aquel brindis tan bonito, nos hacen llorar; y viendo el vacío, nos convencemos de que la vida se va como la niebla de una mañana de invierno, porque es tan corta como un relámpago y tan breve como un suspiro.

Y –digo yo– si al final siempre nos toca ese encontrón con la tristeza y con el convencimiento de que, como dijo el sabio Salomón, todo es vanidad: el reír, el llorar, el sufrir, el trabajar, el afanarnos, etcétera; entonces, ¿por qué no retomamos las otras palabras célebres del mismo rey hijo de David: “Hay tiempo para todo: tiempo para llorar, tiempo para reír, para amar, para trabajar... incluso tiempo para morir”. Y en ese orden de ideas, entonces, ¿por qué no aprovechamos este chance que el Creador nos da: ¡la vida!, especialmente los que creemos que Él existe y gobierna todo en el universo, incluso, claro, nuestra propia existencia, y nos proponemos algo bien bonito para 2011 y para lo que nos reste de vida?

Si es perder peso, adelante; pero más que todo, algo muy importante podría ser valorar, y al Gran Arcano Celestial, darle gracias por el hambre, antes que por la comida; por el sueño, antes que por la cama; por el hogar, antes que por la casa; por el cuerpo, antes que por el vestido, calzado y demás utilería y artillería que le ponemos encima; porque hay hermanos que teniendo comida frente a sí, no pueden comer por un mortal mal ubicado en su estómago u otro sector del aparato digestivo; hay personas que teniendo su tremenda cama suave y linda como de rey no logran conciliar el sueño al natural si no se endrogan; hay personas que teniendo su hermosa residencia en exclusivas zonas y con todos los lujos no tienen hogar sino hogueras; y hay quienes teniendo todo lo material para sus cuerpos no pueden oír, hablar, movilizarse; no tienen libertad, no tienen paz.

En cualquier escenario donde pasemos la noche del 31 de este diciembre, no olvidemos que respiramos por la misericordia de Dios, y que la mejor forma de agradecérselo es siendo primero más humanos, con lo cual, aunque a duras penas, nos asemejaremos a lo divino. ¡Feliz y próspero 2011 deseo para todos y todas!

Adiós 2010 y bienvenido 2011

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