La ley puede además prestarse para armar una "piñata" en la que a unos les reparten las viviendas y finquitas de otros
29 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.
El reordenamiento territorial ya inició, pese a que la honorable Asamblea Legislativa con buen sentido no aprueba el desaguisado que lo pondría en vigencia: hace unos días el cantón El Guaje fue tomado por la fuerza por una banda de mareros. A los vecinos les fijaron una fecha límite para salir de allí, culminando una ola de violencia en el lugar que dejó varias decenas de muertos en este último par de años.
La mayoría de casas fue desalojada bajo protección policial, para evitar que los dueños fueran despojados de sus bienes muebles. Hasta donde sabemos, esas viviendas permanecen vacías, pues la autoridad ha impedido que extraños las ocupen.
El incidente de El Guaje no es el primero, pues son muchos los casos de familias que por amenazas han abandonado sus viviendas, que casi de inmediato son ocupadas por delincuentes. La interrogante que muchos se hacen es: ¿hay vecindarios, poblados, colonias, construcciones, edificios de apartamentos, etc., donde la gente pueda vivir sin temor a que de un momento a otro la obliguen a evacuar?
Lo que los salvadoreños deben entender es que con una "Ley de Ordenamiento Territorial" el país entero queda a merced de lo que el gobierno, una gobernación o municipio disponga sobre los usos y funciones que terrenos, caseríos, construcciones, colonias, vecindarios deben llenar, para ser considerados que cumplen una "función social".
La sola idea de que terrenos, urbanizaciones, edificios, barriadas, tierras de labranza y lo que es el uso del suelo llene una "función social" cae en lo absurdo, por la misma dinámica de desarrollo y cambio que caracteriza nuestra época. En las ciudades medievales tenía algún sentido parcelar atendiendo al uso a determinadas zonas: había un barrio de artesanos, otro de comerciantes, estaban los guetos, los barrios de la burguesía, etcétera.
Quieren burócratas usurpar lo que es de todos
Esas rígidas estructuras fueron la causa de la inmovilidad y el retraso que caracterizó al Medievo, que sólo pudo salir del estancamiento cuando se rompieron los grilletes formales; la Edad Moderna inicia en verdad cuando las ciudades evolucionan no de acuerdo con el plan trazado por las autoridades, sino siguiendo la propia dinámica humana, económica y social de sus habitantes.
La ley de "ordenamiento" equivale a un retroceso en el tiempo al no entender en qué consisten los mecanismos del progreso; la ley puede además prestarse para armar una "piñata" en que a unos les reparten las viviendas y finquitas de otros, como sucedió en Nicaragua cuando los sandinistas le cayeron encima al país.
Una de las más importantes realidades de nuestra época es lo vertiginoso del cambio tecnológico, de los mercados, de la demanda de bienes y servicios y, sobre todo, de la demografía de un barrio, ciudad o región.
Las ciudades son organismos vivos precisamente porque son habitadas por seres vivos, seres que cambian y que de manera constante buscan mejores oportunidades para lo que hacen, incluyendo dónde viven. Dejar en manos de burócratas lo que pertenece a todos --ser parte de la dinámica de una época-- pone en evidencia la pobreza de conceptos y la incomprensión de parte de sus proponentes, la fiel clientela de la "fábrica bolivariana de ocurrencias".
¿Puedes imaginar, estimado lector, dónde estaríamos si hace un siglo se hubiera "ordenado el territorio" con las ideas de entonces? Nos habrían congelado en el tiempo.
elsalvador.com :.: Lo de El Guaje es un ejemplo de ordenamiento territorial
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