Para la alcaldía de San Salvador, 2010 ha sido un año de logros y dificultades. Y es que hay proyectos que no se han podido ejecutar por falta de apoyo del Órgano Ejecutivo, aún así, Quijano ha prometido más inversión para 2011.Quijano dice no tener el apoyo del gobierno, pero trabajará de la mano de ellos en proyectos de beneficio para el país.
Roberto Alas.27 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.
El alcalde de San Salvador, Norman Quijano, siente luchar contra corriente cuando se trata de desarrollar proyectos municipales que involucran al Órgano Ejecutivo en la parte administrativa.
Como él lo llama, existen "trancas" por parte del gobierno, para llevar a cabo obras que le van a dar más ordenamiento a la ciudad. Y prueba de ello es que el Viceministerio de Transporte todavía no le ha autorizado los permisos para ejecutar el Proyecto de Revitalización de la calle Arce.
Esa reticencia, dice el edil, ha servido para que la junta de Andalucía, quien financia el proyecto, no le haya hecho los desembolsos para iniciar la obra. Estos fondos de cooperación estuvieron a punto de perderse, por lo que tuvo que gestionar un plazo de espera con el cooperante hasta que el VMT le dé las autorizaciones.
Ahora, siente que hay poco que hablar con el VMT y dice que acudirá a "instancias superiores" del Ejecutivo para lograr que la institución le extienda el permiso para iniciar los trabajos.
¿Cuáles han sido los obstáculos de esta administración y los mayores problemas en 2010?
Todo. Administrar esta institución siempre es cuesta arriba. Siempre hay problemas que solventar, las reticencias.
Ayer me llegó una carta de la Junta de Andalucía (en la que nos dice) que no podemos iniciar (el proyecto de la calle Arce) porque no tengo el permiso por escrito. Me cuesta creer esas cosas, me pasé un año pidiéndolo, después buscando la audiencia y nos ponemos de acuerdo en que lo íbamos a reducir a una cuadra, que me iban a enviar notificación para iniciarlo el siguiente día, y han transcurrido tres meses y hasta hoy no hay ningún desembolso si no tengo el permiso. Ese proyecto debió estar inaugurado ya.
¿Ese permiso es el que le tiene que dar el Viceministerio de Transporte?
Sí. Y no lo puedo entender porque yo siempre he sido una persona muy anuente. Esto te deprime, es lamentable porque yo he sido una persona muy colaboradora con el Ejecutivo, les voy a donar el terreno donde va a estar el Hospital de Maternidad, la señora ministra de Salud me tiene que pedir que yo declare de interés social ese terreno, lo voy hacer, todo lo que es un proyecto de país yo lo apoyo.
¿Entonces, tiene bastantes obstáculos de parte del Ejecutivo?
Esta es una pequeña muestra. Yo actúo de buena fe porque cuando hay un proyecto de país hay que apoyarlo, no está en mí oponerme a un proyecto que va a beneficiar a los salvadoreños. Esto sencillamente me desanima porque no corresponde con la voluntad que yo he demostrado.
¿Qué ve detrás de todo esto, sobre todo porque ya entramos a un año preelectoral?
Yo lo que veo es una situación mezquina de parte del Ejecutivo.
¿Entonces hay intereses políticos de por medio para no dejarlo trabajar en proyectos de país o para el municipio?
Cómo lo puedo interpretar? Es un proyecto contemplado dentro del Plan Ciudad que fue avalado por funcionarios de ellos que dijeron que había que desarrollarlo. Hay una resistencia para que yo desarrolle los proyectos.
El Presidente Funes ha dicho que ve bien el ordenamiento. ¿Ve coherencia en el discurso del mandatario?
El Presidente dice una cosa, pero los funcionarios hacen otra. Yo me voy a reunir con (Franzi) Hato Hasbún (Secretario de Asuntos Estratégicos) el 5 de enero. Con él tengo una buena relación, se puede conversar con él y tengo la esperanza de avanzar en muchas cosas. Ojalá que ahí pueda ventilar estas cosas, me voy a ir a instancias superiores porque no hay forma de avanzar (con el VMT).
¿En este tema, el problema es el viceministro de Transporte Nelson García?
Pues, bueno, ya no hallo como pedírselo (el permiso para desarrollar el proyecto de la calle Arce).
¿Le viene el problema del Sistema Integrado del Transporte paralelo al suyo?
No es paralelo al mío. Es mi sistema, es mi proyecto con otro nombre desmejorado; no es novedoso. No sé como va hacer Nelson García para remover cuatro mil ventas solo en el trayecto del Parque Bolívar y la Plaza Barrios.
¿Va a pedir que lo tomen en cuenta en ese proyecto porque tiene que ver mucho con las ventas y mercados que son facultad del alcalde ordenarlos?
Así como él expresó que la estación de transferencia iba a estar en la Catedral yo no lo apoyo; si la estación va a estar en el Salvador del Mundo, no lo apoyo. Del discurso a los hechos hay una gran diferencia. Tienen doble moral.
¿Con el ordenamiento de la ciudad también ha tenido problemas?
El ordenamiento sigue por difícil y riesgoso que sea; no voy a escoger un camino distinto a ese. El que dirige la acción es el alcalde y ellos quieren que yo vaya a negociar bajo los auspicios de la Procuraduría de los Derechos Humanos ; la sartén por el mango la tiene el alcalde, el que manda es el alcalde y no voy a ceder facultades que por ley tengo; no puede estar especulando para que la Procuraduría me autorice a hacer una acción.
¿El alcalde no va a ceder ningún ápice de ley aunque así le llame el Procurador, se lo recomiende la Asamblea Legislativa, y aunque el Arzobispo le pida ser condescendiente con los vendedores?
Eso yo no se lo puedo ceder ni al clero ni a los vendedores ni a la Procuraduría de los Derechos Humanos, porque esa es una facultad que a mí me compete.
El otro año podría ser mucho más difícil ya que habrá desalojos en el parque San José
No ha habido una más problemática que la zona hospitalaria, yo creo que esa ha sido la más difícil, y la medición de fuerzas también fue la calle Arce, y ellos saben de que aquí hay una autoridad que tiene poder de decisión.
El diálogo va acompañado de propuestas y contrapropuestas. ¿Ha tenido una propuesta concreta de parte de los vendedores?
La ventaja que yo tengo es que saben que trabajan con un alcalde que tiene determinación, y que cuando el alcalde dice "esta zona se va a ordenar, esa zona se ordena". Es la diferencia que ha habido con otros alcaldes. Cuando nosotros vamos siguiendo nuestro plan de ordenamiento, ese plan es irreversible.
¿Alojar a los vendedores en predios y edificios tiene un costo elevado para la alcaldía?
Claro, nos genera erogaciones que no estaban previstas, hemos dejado un rubro de imprevisto para los reordenamientos; es un costo fuerte, no creo que pueda andar en menos de un millón de dólares.
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