27 de Diciembre. Tomado de Diario Co Latino.
Sí, eso es lo que nos está demostrando la justicia en Argentina, con la condena a cadena perpetua del ex dictaro argentino, Jorge Videla y de 44 militares por delitos de lesa humanidad.
Tal como informamos el jueves de la semana pasada, en la víspera de la Navidad, a principios de la semana los tribunales judiciales de la Ciudad de Córdoba, Buenos Aires, Mar de Plata y Salta, se disponía a enjuiciar a reconocidos militares y policías criminales, con lo que anunciaban una Natividad con justicia para millares de familiares que padecieron los vejámenes más oprobioso en la Argentina del dictador Videla.
Esos métodos de barbarie en la década de los 70 no fue exclusivo de la tierra del gaucho Martín Fierro, célebre obra de José Hernández, sino que se extendió por todo sur América: Chile, Uruguay, Paraguay, entre otros.
Videla encabezó el golpe de estado de 1976 que instauró la dictadura cívico-militar y sometieron a los argentinos a férreo régimen militar violador de los derechos humanos.
El ex jefe del Ejército, Luciano Menéndez, y 32 uniformados más recibieron penas de prisión perpetua, y los 11 restantes penas menores. Los 45 condenados se suman a los 131 sentenciados por violaciones a los Derechos Humanos.
Videla, de 85 años, deberá purgar la pena en una cárcel del Servicio Penitenciario Federal y no en una celda militar por el fusilamiento de 31 presos políticos en un penal de Córdoba.
El ex jefe del Ejército había sido sentenciado a cárcel de por vida en el histórico Juicio a las Juntas de Comandantes en 1985, pero fue indultado por el presidente Carlos Menem (1989-1999). El perdón fue anulado por la Corte Suprema en 2007 y Videla sumó además otras causas por delitos de lesa humanidad cometidos en la dictadura.
Videla y Menéndez fueron los dos mayores jerarcas acusados en el juicio de Córdoba junto a policías y otros militares. El miércoles, el tribunal dictó 16 condenas a prisión El miércoles, el tribunal dictó 16 condenas a prisión perpetua, siete penas de entre 6 y 14 años, en tanto absolvió a otros siete.
Las condenas en Argentina, verdadero acto de justicia, llama a los salvadoreños para que, en el próximo año acompañemos decididamente a quienes desde hace años vienen luchando por que se derogue la ley de amnistía, pero, esto pasa, porque los salvadoreñas y las salvadoreñas cambien la correlación en la Asamblea Legislativa.
O que la Corte Suprema de Justicia, analice lo ocurrido en Argentina, y emita una resolución que permita castiga a militares responsables de sendas masacres en el campo y de millares de desaparecidos en el marco de la conflictividad social vivida antes y durante la guerra civil.
Sin lugar a dudas, después de la presente Navidad podemos parafrasear: “La justicia tarda, pero no olvida”.
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