La alternativa a la estabilidad monetaria, representada por el dólar, es la inflación, el robo que sufren los pobladores de un país cuando el valor de la moneda se desvanece día a día
08 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.
a campana, como en el boxeo, salvó a los salvadoreños de una debacle monetaria. Se dolarizó a tiempo gracias a la visión que tuvieron Manuel Hinds y el presidente Flores, evitando que nos sucediera igual o peor que durante los Años Ochenta, cuando el colón estuvo a punto de desplomarse, arrastrando en su caída los ahorros de la gente.
La larga trayectoria de Manuel Enrique Hinds como brillante economista y por su inconmovible honestidad profesional, le hizo acreedor al Premio Hayek del Manhattan Institute, de Nueva York. Premio a un gran economista, a un hombre que se mantiene en permanente lucha en favor de la sensatez para articular las políticas públicas, en defensa de los frutos del trabajo y de la frugalidad de la gente, por cuidar el ingreso de los asalariados, por proteger el ahorro y el patrimonio de todos.
La alternativa a la estabilidad monetaria, representada por el dólar, es la inflación, el robo que sufren los pobladores de un país cuando el valor de la moneda se desvanece día a día.
Como desde hace mucho tiempo ha venido aseverando Manuel Enrique, la estabilidad monetaria, en nuestro caso la dolarización, es uno de los factores claves para que haya reglas claras y confiables que sustenten el quehacer productivo. Una moneda estable brinda a la población los medios para salvaguardar su trabajo y proteger su patrimonio.
Para que una economía funcione con eficiencia tiene que disponer de un sistema de señales e información con el cual la gente, tanto el que produce como el que consume, pueda definir lo que hace o deja de hacer. El agricultor, el fabricante, los que comercian, las amas de casa y todos, se orientan de acuerdo con los precios y la demanda que hay de servicios. Pero si la moneda se tambalea y termina por colapsar, se pierde esa seguridad esencial.
Un campeón de la sensatez y la gobernanza
Hinds ha venido advirtiendo, enseñando, aconsejando y escribiendo --es un privilegio para este Diario tenerlo como columnista--, para que la gente abra los ojos y se ponga en guardia contra potenciales amenazas y, sobre todo, de las consecuencias nefastas que tendría un proceso inflacionario. Y en ese batallar ha hecho uso de su excelencia como expositor, de sus formidables dotes como polemista, de su vocación y práctica como maestro y de sus conocimientos y experiencia.
Manuel Enrique ha sido funcionario, experto de rango internacional, consultor de diferentes gobiernos para solucionar crisis, viajero incansable y persona que observa, pregunta, analiza, discute y aprende de la experiencia y los conocimientos de otros. Hinds parece "saberlo todo" no sólo como profesional del más alto rango, sino como persona de gran cultura, observador de lo que sucede en el mundo, alguien que recoge tesoros donde le toca ir para luego compartirlos en sus siguientes misiones y, lo más importante, para contribuir a la gobernanza y la adopción de políticas sensatas y constructivas en el país que le vio nacer.
Nunca se deja de batallar por la sensatez, por cuidar las libertades, por oponerse a desaguisados y para advertir de los catastróficos efectos que malas decisiones y políticas pueden tener sobre un país. Pedir que las cosas se hagan de la mejor manera posible y señalar con franqueza errores es hacer patria, sumar al patrimonio de todos en un país.
elsalvador.com :.: El premio Federico Hayek a Manuel Enrique Hinds
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