Por: Alirio Montoya.16 de Diciembre. Tomado de Diario Co Latino.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) realizó la trascendental
XXVII Convención Nacional Ordinaria, en donde el objetivo central se enfocó –entre otras cosas- en afinar la maquinaria política y electoral de cara al 2012-2014. A mi juicio, es uno de los tópicos de mayor relevancia porque ello envuelve la continuidad y aceleración del proyecto de transformación social, política y económica que este país requiere urgentemente. No debemos permitir que el partido de la oligarquía –ARENA- regrese al Ejecutivo, en tanto que eso implicaría un retroceso en las conquistas logradas hasta la fecha.
En qué consistió ese afinamiento? Primeramente hubo un cambio cualitativo respecto de la lógica y papel que desempeará el Secretariado General y demás secretarías del Frente. Sabemos que la figura de Coordinador General ya desaparece y se asume la categoría de Secretario General del FMLN. Lo de Coordinador, fue un concepto que desde el inicio de los aos de la década de 1980 se adoptó porque el Frente se constituyó por las cinco gloriosas organizaciones: PCS, FPL, RN, ERP y PRTC. Entonces, se volvió un imperativo que alguien coordinara la Comandancia General de las referidas organizaciones; siendo Salvador Cayetano Carpio (Comandante Marcial) el primer Coordinador del FMLN en tiempos del conflicto.
Posteriormente la Coordinación fue asumida por nuestro líder histórico Schafik Handal, quien por su liderazgo y capacidad de diálogo se mantuvo en dicha coordinación hasta las negociaciones y consecuente Acuerdo de Paz.
Una vez el FMLN entró al sistema como partido político legalmente constituido, se decidió continuar con la figura de Coordinador, tanto en cuanto el Frente continuó siendo un Partido de tendencias y corrientes. Pero la misma dialéctica y correlación del pensamiento histórico enfocado a llevarles mejorías a los campesinos, a la clase trabajadora y otras transformaciones a favor del pueblo, condujeron al partido a unificarlo cada día más. Ahora somos una formación política sólida, mayoritaria y unificada. Por consiguiente esto requería que la conducción sea consolidada en un solo horizonte, en tanto, es en ese momento donde surge la necesidad de la adopción del término secretario. Nuestro primer Secretario General, Medardo González, tiene la ardua labor de conducir los destinos del Partido y como un colectivo unificado, la Comisión Política debe encaminar los destinos de nuestra patria en la lógica de alcanzar una sociedad más humana, solidaria y con justicia social.
A raíz de estos cambios, la derecha y nuestros buenos amigos de la izquierda dispersa han criticado esa nueva modalidad. Nos increpan el hecho de habernos olvidado del marxismo-leninismo; lo cual es una falacia que pretende bajar los ánimos de nuestra aguerrida militancia. El asunto estriba en que estamos en la ruta de redisear la estrategia de cara a resolverle los problemas de la gente, no así a enfrascarnos en discusiones respecto a cuestiones ideológicas que la gente no entiende. El marxismo-leninismo es una incuestionable herramienta de análisis y de aplicación a la realidad, eso no requiere discusión alguna.
En Venezuela, Hugo Chávez sencillamente lo que hizo es darle el poder al pueblo; Evo Morales en Bolivia, fortalecer el movimiento social para llevar a cabo las transformaciones y Rafael Correa en Ecuador, a través del Poder Ciudadano ha ido profundizando los cambios que esa sociedad concreta demanda. Es decir, son tres países vecinos con distintas necesidades y realidades. Cómo establecer en El Salvador los soviets? Cómo implantar en nuestro país el modelo “chavista”? Simplemente es un absurdo. En El Salvador lo que necesitamos es una sociedad igualitaria, más humana y con justicia social; en donde todos los nios y jóvenes tengan acceso gratuitamente a la educación, que en los hospitales se presten mejores servicios como los alcanzados a la fecha, que se reduzca la brecha entre ricos y pobres, que disminuyan como está ocurriendo los homicidios, fomentar más empleos, ad infinitum. Si a eso le llamaremos “socialismo pipil” Cuál es el problema? Si a todo lo anterior le llamamos “socialismo democrático” o “democracia salvadorea”. A quién le importa el concepto? Lo que le interesa al pueblo salvadoreo es que se le mejoren las condiciones de vida ahora mismo, no podemos esperar más tiempo.
Lenin decía que, “Aquellos que esperan ver una revolución social ‘pura’, nunca vivirán para verla. Estas personas prestan un flaco servicio a la revolución al no saber qué es una revolución”.
En lugar de entrar a un debate estéril o bizantino, el cual imperó en la edad media, consistente en determinar cuántos ángeles cabían en la punta de un alfiler; y en lugar también de dejar ese debate para la academia, deberíamos en pensar en cómo derrotar en el 2012 al Gran Inquisidor de la clase trabajadora del Gran San Salvador, seor Norman Quijano. Un Alcalde que al verse autodefraudado por no cumplir sus promesas a los capitalinos como la construcción de bóvedas y el famoso Metrobús, decide inhumana y antojadizamente desalojar y apalear a los pobres vendedores en plena crisis económica; y todo con el objetivo de darle un barniz a su pésima gestión y quedar bien con el gran capital, dueos de la Gran Vía, Metrocentro, Las Cascadas y Galerías, quienes se ven amenazados por la competencia. En consecuencia, qué entiende la derecha por libre mercado?
Volviendo al tema que nos ocupa, los nuevos Convencionistas Nacionales, Consejo Nacional, Comisión Política, directivas departamentales y municipales y, por supuesto, los Comités de Base, afiliados, simpatizantes y pueblo en general, debemos encaminarnos a la construcción de una nueva sociedad donde impere la justicia social. Y eso cómo se logra? Ya lo hemos sealado en otras ocasiones. Es imprescindible conectarnos más con el pueblo, vivir el sentir y pensar de la gente, aclararle las confusiones y mentiras que los medios convencionales de comunicación tratan de infundirles. Eso es lo importante, escuchar a la gente. Y como lo ha sealado un dirigente, “los funcionarios del Partido deben sacudirse la tentación, sacudirse la burocratización, acercarse más a la gente”. Eso es precisamente lo que debemos hacer para obtener las nuevas victorias que las mayorías populares están demandando de nuestro Partido ahora en el gobierno.
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