Nelson López.21 de Diciembre Diario Co Latino.
Desde que salieron los correos secretos del imperio a través de Wikileaks era de suponer que lo normal es que trabajen de esa forma sobre todo los famosos “agregados” que tienen que vivir de las mentiras recreadas.
Sin embargo, la derecha mediática no solo trata de hacer verdades de estas mentiras, sino que además venden las mentiras y las agrandan y sacan sus frutos políticos partidarios con gran efectividad.
Como seres reflexivos, los salvadoreños debemos entender que una de las formas más antiguas que el poder mediático sigue utilizando es la del engaño, que como un dulce arrullo nos duerme y no nos permite ni siquiera pensar.
Una de esas grandes mentiras fue precisamente la que hacia creer que la película ‘Sicko’ de Michael Moore, nominada al Oscar como Mejor Documental, fue prohibida en Cuba. “Es una mirada impresionante a la naturaleza orwelliana de cómo los burócratas del Estado hacen girar sus mentiras y tratan de recrear la realidad (supongo que para aplacar a sus jefes y decirles lo que quieren escuchar) escribió el reconocido cineasta. En su articulo: ¡Viva WikiLeaks!
“Sicko” no fue prohibido en Cuba.
Pero ¿qué hace la derecha mediática? Bueno un gran ejemplo de la utilización antiética acostumbrada para engañar es precisamente lo que hizo el periódico The Guardian que dio por hecho un chambre diplomático, una gran falsedad que fue descubierta por Wikileaks, ¡léanla! “…las autoridades cubanas han prohibido el documental de Michael Moore, “Sicko”, por ser subversivo. Aunque la intención de la película es desacreditar el sistema de salud de los EE.UU., poniendo de relieve la excelencia del sistema cubano, dijo que el régimen sabe que la película es un mito y no quiere arriesgarse a una reacción popular al mostrar a los cubanos instalaciones que claramente no están disponibles para la gran mayoría de ellos”.
Moore desmiente la información con sarcasmo “¿Suena convincente eh? ¡Sólo hay un problema: todo el pueblo de Cuba vio la película en la televisión nacional el 25 de abril del 2008! A los cubanos les gustó tanto la película, que se convirtió en una de esas raras películas norteamericanas que recibió una distribución en los cines de Cuba. Personalmente, me encargué que una copia de 35 mm llegara al Instituto de Cine de La Habana”.
Lo triste del poder mediático es que la gran mentira diplomática la transmite como una “gran verdad” y The Guardian destacó un titular engañabobos:
“Wikileaks: Cuba prohibió Sicko por describir ‘un mítico’ sistema de salud. Las autoridades temían que las imágenes de los relucientes hospitales en el filme de Michael Moore, nominado al Oscar, provocara una reacción popular”.
Esto es lo triste del poder mediático no hubo investigación mínima para desatarse con una mentirota absurda queriendo hacerla verdad en la mente de los que no reflexionan, que no piensan, a los que duermen el sueño de los injustos, por eso veamos a WikiLeaks, somos lo que es: un descubridor de mentiras con las que el imperio se dedica atar cabos.
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