LPG-La farsa

La farsa tiene su origen en Grecia. Era una comedia dramática, desarreglada, grotesca. A los que actuaban en ella se les llamaba farsantes.

Escrito por Luis Gómez Zárate.18 de Diciembre. Tomado de La Prensa Grafica.

La historia de lo que fue nuestro El Salvador está llena de comedias trágicas y sangrientas, desde 1932, cuando el comunista Farabundo Martí, así calificado también por los medios de comunicación de esa época, envenenó la mente sencilla de los campesinos, ofreciéndoles lo que no era suyo y llevándolos a un levantamiento armado; al revisar el pasado más reciente, aparece opacado por la conspiración comunista, violenta y terrorista, donde los comandantes, hoy ministros de hecho, ordenaron a sus comandos secuestrar, asesinar, extorsionar, quemar autobuses, matar ganado, destruir infraestructuras, enarbolando la bandera redentorista que luchan por el pueblo y los más necesitados.

Por eso, el papa Pío XI alertó al mundo del peligro comunista, en su Encíclica Divini Redemptoris, donde califica al comunismo como una doctrina perversa que so pretexto de redimir a las masas tiende a desintegrar la sociedad, la religión, la propiedad y la libertad del hombre.

La Cuadragesimo Anno establece la excomunión a todos los que colaboran con los comunistas, para engañar al pueblo, lógicamente aquí están incluidos los mamparas, los títeres y todos los que se prestan como muñecos de cuerda.

En aquel nuestro El Salvador, los comandantes Sánchez Cerén, Merino y el miliciano Blandino Nerio han confesado públicamente ante la prensa que en El Salvador se instalará el comunismo. Los obispos salvadoreños, ante estas declaraciones, han guardado silencio, haciendo eco al refrán popular, en boca cerrada no entra mosca.

Esa comedia sangrienta que vivimos, solo los incautos, lelos y pasmados consideraron que finalizaría con la firma de esos Acuerdos llamados de Paz, donde se vendió la dignidad nacional y la gallardía del soldado, que ya no existen; pero la realidad fue diferente, se levantó el telón de la farsa grotesca y sangrienta donde participan como autores de la farsa los comandantes, que en el teatro griego eran llamados los farsantes.

Esta farsa de los comunistas está dividida en tres actos: Primero desestabilizaron con mentiras, amenazas, acciones de calle, huelgas manipulación de grupos criminales y maras, extorsiones, desorden en penales. Segundo: llegar al Ejecutivo por la vía electoral; pero presentaron una planilla presidencial de candidatos nula, de nulidad absoluta, que violenta gravemente nuestra Constitución, pues el candidato a la vicepresidencia carece de moralidad notoria; como lo demuestro en la demanda de nulidad presentada a la Fiscalía General, 8 de noviembre de 2008, la que no ha sido resuelta a la fecha. Tercero: llegar al poder y aplicar la Revolución Democrática, arma de guerra política ideada por Lenín, 1907, adoptada por el FMLN, en documento que suscribieron en el municipio de Las Vueltas, Chalatenango, 1992; aparentar ser demócratas para implantar el comunismo y ocupar a personas dóciles para engañar al pueblo. Por eso hoy, aparentan una división, entre el FMLN y Mauricio Funes, que puede profundizarse más para engañar a los salvadoreños e implantar el comunismo, como lo han confesado los comandantes. Más claro no canta un gallo.

Ingenuamente, algunas personas han pedido la destitución de Sánchez Cerén, pero él es el comunismo, el comunismo es el FMLN que ha podrido toda la sociedad salvadoreña. Realmente cuánta falta nos hace una transfusión de sangre hondureña, quienes tuvieron el valor de enfrentar el peligro comunista. Pues por el momento se ve a lo lejos que los zopes vuelan bajo, porque dentro de poco, en aquel nuestro El Salvador, solo habrá cadáveres y llanto que ya se escucha en las familias de los empleados despedidos, y Mauricio Funes prometió no hacerlo. Otra farsa más.

La farsa