Durante una entrevista televisiva, el edil aseguró que el proyecto ya no se realizará. Indicó que no ve voluntad política del Ejecutivo para apoyarlo
Escrito por Lorena Baires. 29 de Diciembre. Tomado de La Pagina.
Seis meses después de que Norman Quijano asumiera la vara edilicia de San Salvador y que se comprometiera a cumplir todas sus promesas de campaña; el edil ya renunció a una de sus “megaobras”: el metrobús.
Hoy, durante el programa “Diálogo con Ernesto López” de canal 21, Quijano reconoció que el proyecto era inviable por dos razones: la económica y la falta de consenso político para aprobar el paquete de reformas legales que harían posible la obra en la capital.
Cuando el ahora edil hizo su promesa, confiaba en que su partido ganaría el Ejecutivo por quinta oportunidad. El escenario no fue ese, y ahora se enfrenta a un Gobierno de izquierda con un grupo parlamentario reducido a 20 diputados; que por sí solos, ya no tienen capacidad de presión real.
“Se necesita la voluntad política, aprobar sendos paquetes de reformas legales que yo introduje, que el Presidente los sancione. Porque si el Presidente los veta, pues no son ley de la República y allí no tienen competencias los gobiernos locales. Incluso si el Presidente veta, no hay posibilidad de pasar ese veto, dificilmente se sobre pasa ese veto. Entonces no sólo es cuestión financiera, sino también la voluntad política”, dijo en el programa matutino.
Muchos recordarán que fue el sábado 30 de enero de este año, cuando Quijano dio una “probadita” a los capitalinos de lo que en realidad sería el Metrobús y trajo a la capital un bus articulado desde Ciudad de Guatemala, prestado por el alcalde de esa ciudad, Alvaro Arzú.
Ese día, Quijano le habría demostrado a los citadinos que la obra era realizable. Es más, le reprochó a la entonces alcaldesa, Violeta Menjívar, su incapacidad para resolver el problema del transporte público que agobia a la ciudad.
El 22 de junio de este año, el edil fue a la Asamblea Legislativa y presentó un paquete de reformas legales a Código Municipal y a la Ley de Transporte, Tránsito Terrestre y Seguridad Vial, para poder ejecutar el proyecto.
Los empresarios reunidos en el Directorio Nacional del Transporte (DNT) le dieron la espalda al proyecto de Quijano. El presidente de la Federación de Empresarios y Transportistas Salvadoreños (Fecoatrans), Catalino Miranda, le reprochó al alcalde la forma en la que se hicieron las propuestas.
Aún, cuando Quijano cumplió sus primeros cien días, en agosto pasado, aseguró ante El Diario de Hoy: “no renunciaré a los megaproyectos”. Agregó: “Si fuera irresponsable yo me podría lavar las manos, pero no soy de las personas que se deja vencer o que renuncia a las cosas que se propone”.
Pero Luis Díaz, uno de los televidentes que envió por correo electrónico su inquietud, le cuestionó a Quijano: “Durante su campaña usted dijo que, en un escenario de triunfo del FMLN, usted financiaría sus proyectos con ayuda internacional, que había viajado aquí y allá, y que tenía ofrecimientos de colaboración externa. ¿Porqué depender ahora del Ejecutivo?”.
Quijano respondió: “Es que no solamente es el aspecto financiero. Es cuestión de voluntad política, los recursos pueden estar. El tema del Metrobus... yo nunca he hablado de financiamientos, porque es un tema que se puede sacar adelante”.
Al final, el alcalde capitalino mejor se comprometió a trabajar más por reordenar las calles del Centro Histórico de la ciudad para palear, de alguna manera, la instransitabilidad que existe. Aseguró que ya existe un primer acuerdo con el Viceministerio de Transporte (VMT) para ordenar el tráfico y las ventas en la calle Rubén Darío.
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