Escrito por Kalena de Velado. 27 de Diciembre. Tomado de La Prensa Grafica.
Mirar con ojos nuevos todo lo humano en la mujer invita a reflexionar sobre el sentido transcendentes (profundo) de la época de fiestas que estamos viviendo por la Navidad y el Año Nuevo. El poder de hacer de las celebraciones un momento de felicidad me parece que se encuentra especialmente depositado en las manos y el corazón femenino. Todas las tradiciones culturales navideñas que saboreamos en la comida y admiramos en la decoración, la vestimenta, los regalos pensados, la música, los cantos y las reuniones familiares, las hemos aprendido de las abuelas, madres, tías, maestras, hermanas, cuñadas y amigas. Reconocer que la mujer es la creadora y transmisora del capital social y humano, sin los cuales no se puede disparar el desarrollo integral sostenible, creo que es la clave para superar la crisis actual.
Tenemos el poder de descubrir que la felicidad verdaderamente humana tiene forma y contenido de fiesta. Cada elemento de las celebraciones está relacionado, comenzando porque la fiesta implica vacaciones, una pausa en el trabajo que ordinariamente realizamos, haciendo este momento de ocio uno especial porque se sale de lo ordinario. “Una fiesta es un tiempo distinto, una ocasión excepcional, que ocurre de vez en cuando. En un día de fiesta no se trabaja. No se trata solo de no acudir a la oficina, sino de algo más: interrumpir el esfuerzo y la fatiga, la lucha por la supervivencia. La fiesta exige suspender la actividad comercial, laboral y competitiva para que haya paz. Sin paz y seguridad no puede haber verdadera fiesta”. (Ricardo Yepes, Fundamentos de Antropología)
“Por otra parte, la fiesta es un acontecimiento en el que se participa, un quehacer común, que tiene sentido por sí mismo; y en donde se crea belleza, y se disfruta de ella junto con otros. Es un tiempo de contemplar en común, que excluye, por tanto, la soledad y la mera utilidad.”
Cada inversión en alimentos especiales, adornos, presentes, invitaciones, etc., manifiesta la actitud generosa de regalar con sacrificio. Y aquí radica uno de los motivos esenciales de la fiesta en el que todo el mundo está de acuerdo: fiesta es la alegría de estar con los que se ama. De otra forma, lo festivo sería una simulación sin sustancia. En la fiesta la conciencia de los bienes compartidos producen una alegría esencialmente comunitaria, diferente a la diversión producida por exceso de bebidas embriagantes (actitud dionisíaca) acompañada de una euforia irracional, subjetiva, que produce al día siguiente una goma moral (¡y física) parecida al palitroque quemado después de encender la luz de las estrellitas.
“En efecto, no es concebible una fiesta solitaria. Acudir a ella exige ser invitado, y supone entrar en relación amistosa y amorosa con los que están allí para celebrarla. Hay un clima cálido y amable, porque se excluye el interés; en la fiesta participamos de un bien compatible por excelencia: la felicidad. Despertar al mundo común, decía Heráclito... Desde hace veinticinco siglos, la fiesta se ha definido como un tiempo sagrado, algo separado de lo ordinario y destinado al culto, a la ceremonia religiosa...”. La razón más profunda para festejar el mundo es reconocer la bondad y trascendencia de sus orígenes: Que Dios mismo trajo las cosas a la existencia y las ama sin excepción.
Celebrar bien la fiesta de Navidad es ponerse en presencia del Dios Niño en la Liturgia de la Misa del Gallo, para venerar y alabar a Dios por lo que ha hecho, por lo que es y por el don de la vida, festejando luego con una comida en familia, regalos, cantos y alegría. “La única manera de saber reír es tomarse en serio la trascendencia.”
Pido disculpas por lo que voy escribir pero al mismo tiempo les pido me publiquen pues no encuentro palabras para describir lo estupido y sin sentido de lo que la estimada sra escribe. Ella sostiene que "Reconocer que la mujer es la creadora y transmisora del capital social y humano, sin los cuales no se puede disparar el desarrollo integral sostenible, creo que es la clave para superar la crisis actual". Que estupidez tan inmensa esta. A cual crisis se refiere? Si en nuestro pais todo es crisis!! Y no pasajera sino cronica y profunda(trascendente!! de generacion en generacion!!). Lo que si debemnos de tomar en cuenta es que ella de seguro le escribe a un sector definido de la sociedad, un sector bien vestido de mujeres que se dedican a la cocina y algunas a trabajar. Quizas ese sea un fallo en mi interpretacion de lo que escribe: que ella no escribe para la mujer salvadoreña sino para un grupito reducido de mujeres que la pasan bien. Y entonces todo encaja pues esto es basura si la intencion es despertar debate del papel que la mujer debe jugar en nuestra sociedad.
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