Escrito por Robert Bottome. 23 de Diciembre.Tomado de El Diario de Hoy.
El primer mandatario de Venezuela es un rey Midas, pero al revés. Así como el mitológico rey de Frigia convertía todo lo que tocaba en oro, Hugo Chávez destruye a todo lo que le pone la mano.
El poder destructor de Chávez se caracteriza por cuatro males:
1) Su afán de imponer un sistema político-económico, que históricamente siempre ha arrastrado a los pueblos al fracaso y a la miseria.
2) Su insistencia de privilegiar lo político sobre la experiencia y la técnica en su tren gerencial. Sus casi once años en el poder son testigos de falta de profesionalismo y pésima habilidad, tanto gerencial como administrativa de todos los segundones de Chávez.
3) Falta total de mantenimiento en las obras, servicios y empresas estatales.
4) Ninguna inversión en equipos ni en nuevas tecnologías.
Ya es legendario el cementerio de empresas estatales que han desaparecido en Venezuela, mientras decae la producción y la prestación de servicios de las que quedan.
La producción de la estatal Siderúrgica del Orinoco cayó 27% en los dos años que lleva bajo el control del gobierno. Menos conocido, pero aún más grave, es la crítica situación de las cuatro empresas mejoradoras de petróleo crudo en la Faja Petrolífera del Orinoco, que hace casi dos años fueron forzadas a cambiar de tener la mayoría de sus acciones en manos de socios extranjeros a ser manejadas totalmente por PDVSA y donde los demás accionistas han sido convertidos en floreros decorativos. En menos de dos años, el socialismo, la mala administración, la falta de mantenimiento y de inversiones la llevaron a su triste y severo deterioro.
Reuters informó en días recientes que la Agencia Internacional de Energía reportó que la producción de la Faja cayó 4,1% en apenas un mes y alcanza 160 mil barriles diarios de petróleo por debajo de lo considerado normal. A los precios de hoy, eso significa una caída de 11 millones de dólares diarios.
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