Generar empleo y reactivar la inversión se halla en suspenso, e inclusive ha retrocedido con el desquiciamiento que provoca la ola de despidos de funcionarios capacitados
Editorial.31 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.
El 2009 termina en guerra, la guerra del crimen organizado, las pandillas y el narcotráfico contra el mundo, la guerra del fundamentalismo musulmán contra Occidente y la guerra de los corruptos, los ignorantes y los fanáticos contra el Orden Moral e Institucional de nuestros pueblos.
Pocos buenos recuerdos deja el año que muere, año de la insensatez y las truculencias, el año en que más amenazadas estuvieron las libertades, el Orden Moral y el Estado de Derecho. En estos últimos días el promedio de homicidios y asesinatos supera los quince diarios; anteayer veinte personas perecieron en forma violenta. Los salvadoreños están pagando el costo de la poca capacidad en formular un plan efectivo contra el crimen y el costo de haber removido, y continuar removiendo de puestos claves en la policía, a personal con experiencia y conocimientos. Es grave, además, que los patrullajes del Ejército se efectúen sólo después de recibir autorización de la PNC y que ciertas áreas, de las más violentas del país, estén cerradas a esas rondas.
Como salvadoreños podemos estar orgullosos de ser libres para expresarnos, informar y buscar información. Por desgracia, casi desde que tomó posesión el nuevo gobierno, se dieron intentos para controlar a los medios de difusión y amordazar a la ciudadanía. El problema inclusive va más lejos: se pretende regular la información y la enseñanza para que este país se rija bajo un modelo de pensamiento, o falta de pensamiento, acorde con el socialismo, lo que significaría renunciar a nuestras raíces culturales.
La censura, por otra parte, tiene muchas facetas, una de ellas es ignorar o descalificar los planteamientos que hacen otros, incluyendo los adversarios políticos. Ya hubo un alto funcionario de gobierno que se quitó de encima la crítica diciendo que "eran mentiras" y "servían a intereses"; otro acusó a un representante gremial de ser un mercenario al servicio de una empresa que da empleo a miles de personas; muy flaco favor se hace a un país cuando gente en posiciones de responsabilidad cierran los ojos y se cubren los oídos a todo lo que no encaja con sus esquemas mentales.
Desarrollo y seguridad es tarea de todos
El Salvador se encontraba, hasta hace un par de años, en el umbral del despegue económico; pasar de ser una nación de renta media a situarnos en el Segundo Mundo, estaba a nuestro alcance. Vino la crisis mundial y además se ha caído en la incertidumbre generada con el cambio de gobierno, que no logra articular un plan de desarrollo económico que sea coherente y devuelva la confianza.
Los programas sociales son importantes y en muchos casos vitalmente necesarios, pero son consumo, no producción. Lo que más falta está haciendo, generar empleo y reactivar la inversión se halla en suspenso, e inclusive ha retrocedido con el desquiciamiento que provoca la ola de despidos de funcionarios capacitados. Vulnerar los derechos básicos de un sector al negarle a sus integrantes el derecho de audiencia y privarlos de su medio de subsistencia, es poner en vilo el basamento ético del Estado.
No se dice lo suficiente que la seguridad, la prosperidad y la convivencia pacífica es tarea de todos. Sin el aporte permanente en ideas y acciones de parte de la mayoría de salvadoreños, de los salvadoreños que trabajan y viven en paz, nuestro futuro será incierto.
elsalvador.com :.: Poco de bueno y constructivo deja el año que hoy finaliza
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