Escrito por Armando Salazar. Diciembre 21. Tomado de Contra Punto.
A Arena y al gran capital todavía le esperan días y noches de angustia
SAN SALVADOR - La expulsión del señor Saca del partido Arena, no sólo es para la derecha un problema de cuentas o de picardías en la selección de un candidato presidencial, o de una generalizada conspiración interna e invisible para apoderarse del partido.
El problema central es que el principal instrumento político de la oligarquía se ha desgajado con fuerza y sigue. Nos quedamos esperando el día domingo 20 de Diciembre, para ver si confirmaba públicamente Roberto Murray Meza su ingreso al Coena. Pero no. El visionario capitalista, el “único” redentor (unificador) identificado, no quiere vincularse a un partido que hará el estruendo final del colapso del barco arenero. Murray Meza ya saltó del barco. Hace meses. Pero, por caridad, les mandó a decir que les dará pisto. No se sabe entonces para qué. Murray Meza ya no confía en Arena. Más claro, agua, que le hace flotar.
La oligarquía y el gran capital, afrontan una crisis de poder político nacional mucho más profunda que la coyuntura del Golpe de Estado del 15 de Octubre de 1979, que sustituyó el instrumento político-militar (el PCN, jefeado por militares). Tardaron un año en generar el partido Arena, articulada en sus orígenes umbilicales impulsivos por los Escuadrones de la Muerte y ORDEN, ambas estructuras con líderes que la Historia los indica como los más lúgubres del país.
El Salvador YA NO será la tumba donde los rojos terminarán. Arena y el gran capital se han dado cuenta muy tarde que su construcción ideológica ya no sirve. No funciona, porque la población salvadoreña ha develado la venda del autoritarismo y la imposición cotidiana. La ley del “más fuerte” también se desvanece con su partido político y se desplaza hacia otros epicentros.
La coyuntura marcará que Arena pierde identidad corporal (y corporativa). Esto es algo muy profundo y serio. Para sus seguidores y militantes, ha quedado demostrado que los asideros y los cementos de cohesión ideológica y política, no han sido más que la articulación pública de los intereses del gran capital y sus gremiales, depredadores por profesión y oficio de los recursos del Estado, de los dineros de consumidores y ciudadanos. Hoy se terminó la fuente de recursos (nuestros impuestos).
Alfredo Cristiani tenía una esperanza en Murray Meza. Pero este no va (y eso que no recurrió a procedimientos estatutarios de su partido para su designación posible). Ya la leche está cortada dentro del partido Arena, y saben que tampoco servirá para cuajada, ni quesadilla o requesón, como podrán entender en sus oficios los dirigentes de ANEP. Ni el señor Regalado Dueñas estaría dispuesto a liderar la recolección del despojo y la unificación de un instrumento político que ya caducó en su fecha de garantía.
La expulsión del señor Saca, como parte con sinergias partidarias, es una decisión sin precedentes. Aún así, aunque sea un deseo interno y público, el Coena no podrá “limpiar” la casa de prácticas políticas e institucionales regentadas en esa estructura política. No sobrevive ni un tan solo argumento de “democracia” para el país.
Para la población que vive de su salario, de las rebuscas y del grito pelado anunciando en calles, también dice que era hora que Arena tuviera problemas serios y como los deseos son directos, más en época de navidad y fin de año, estarían pidiendo que “toparan” a los más “gruesos” de toda esta olla de corrupción y autoritarismo de una sola vez.
A Arena y al gran capital todavía le esperan días y noches de angustia. Las cosas no pueden terminar “así de simple”. Las repercusiones no solo son dentro, sino “fuera”.
Primero, porque como ellos mismos lo confirman, constituyen un aglutinamiento de distintos sectores que pujan por sus intereses económicos, desde los más temperamentales a los más vergonzosos.
Segundo, dicho partido, tiene sus orígenes en un ideario y prácticas obsoletas, que no corresponden a la actual realidad salvadoreña. Decir que “ya viene Hugo Chávez” en vez de Fidel Castro, es un recurso ideológico político que asoma con un desvelo de décadas. El anti-comunismo, ya no es petate, lo que les obligaría a romper estructuralmente el esquema político organizativo con mucha población que por atraso cultural les sigue apoyando. Es decir, ganar simpatías con espantos.
Tercero, los militantes o activistas “territoriales” de dicho partido, en su mayoría, no es gente desinformada, que se va con un tamal. Se enteran y analizan; y, en una situación de crisis, miden los bolsillos. Arena, que usufructuó el poder gubernamental, hoy no tiene mucho que ofrecer al campesino pobre o al jornalero de Cabañas, por decir un lugar. A menos que los millonarios de este país saquen de sus cuentas millones y millones de dólares… algo que puede estar en mucha duda.
Cuarto, la “derecha social” se escandaliza porque hoy es más público las andanzas sucias de sus dirigentes políticos, tan dedicados han estado a “la paz, el progreso y la libertad”… ¿y si no hubiera sido “Primero El Salvador, Segundo El Salvador,…”?...nos quitan hasta la ropa interior.
Quinto: los valores morales que Cristiani y su Coena han argumentado son como escupir para arriba, orinarse en el pantalón o tener techo de vidrio. Si por corrupción o por maniobras internas expulsaron al ex presidente Saca, ¿Acaso no hicieron ellos lo mismo en su oportunidad para mantener la “marca”?
Sexto: Saca y Gana han denunciado públicamente operativos de supuestos sicarios ¿Estarán anunciando Saca y los diputados “otro poder”, más allá de la oligarquía, aún no reconocido como tal en el país, que vinculen directamente a los actuales directores o financiadotes de dicho partido y allegados? Ellos, digo, por procedencia, conocerán más de las interioridades de “origen”.
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