Alma Benítez Molina.08 de Diciembre. Tomado de Diario Co Latino.
El 25 de noviembre de todos los años se conmemora en nuestro país el Día Nacional e
Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En forma contradictoria, el alcalde capitalino Norman Quijano, en compañía de sus huestes del CAM celebró ese día, atropellando y golpeando a varias mujeres que se opusieron al desalojo durante el “Operativo Trueno” realizado sobre la Calle Arce.
Durante el día, las mujeres marchaban exigiendo sus derechos y recordando que el 25 de noviembre fue declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres. Este día fue instaurado con ese carácter en memoria de las Hermanas Mirabal, torturadas y asesinadas por los esbirros del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo en 1960.
En otro lado, en la Asamblea Legislativa se aprobaba por unanimidad de las diputadas y los diputados presentes la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para la Mujer. Y el Instituto Salvadoreño de Desarrollo de la Mujer, ISDEMU, también presentaba el Segundo Informe Nacional sobre la Violencia contra las Mujeres.
Mientras una parte de la sociedad estaba haciendo esfuerzos para la erradicación de la violencia contra la mujer, el coronel Gilbert Cáceres y su tropa por órdenes del alcalde capitalino procedieron al desalojo de ventas de la Calle Arce. Ahora recordemos que el asesor para la seguridad de la comuna capitalina es nada menos que el dos veces ex director de la Policía Nacional Civil y ex candidato de ARENA a la Presidencia, Rodrigo Avila.
A través de diferentes medios de comunicación vimos estupefactas, escenas de brutalidad en la captura de mujeres que se oponían al desalojo. Y no lo hacían, en efecto por oponerse, sino que lo hacían en defensa de su patrimonio de trabajo que para muchas es lo único con que cuentan.
Las mujeres víctimas de esta agresión soportaron la fuerza bruta de los agentes del CAM que en número de cuatro, sostuvieron con fuerza y presión la cabeza de una mujer que ya se encontraba en el suelo neutralizada, no representaba peligro, indefensa, sin armas, rendida y sus victimarios continuaban golpeándola montados en ella. Lo mismo ocurrió cuando un vendedor, con el pecho desnudo y camisa en mano con postura de rendición fue recibido con balas de goma disparadas a corta distancia. Hay que recordar que las balas de goma mal utilizadas también matan.
Las palabras de un artículo resultan extremadamente menguadas para transmitir el horror que el CAM descargó sobre sus víctimas. Pareciera que los agentes del CAM no hacían otra cosa que repetir las escenas que muchos de ellos practican en sus hogares contra la víctima cautiva que tienen en su casa.
Pero esto no es todo, sino que esas brutales escenas ocurrían en vivo y en directo a la vista de millares de niños y niñas que las presenciaban como una película más de las tantas de terror que les presenta la televisión. La escena de un niño que veía tanto desastre me conmovió. Su cara de incertidumbre y desesperanza, sus lágrimas lo decían todo.
Como ciudadana responsable y activista por el respeto de los derechos humanos, no debo
quedarme callada. Hago un extenso llamamiento a las instituciones del Estado que les corresponda para que investiguen tan brutal atropello en grado sumo ya que el mismo alcalde Quijano dijo que habían lanzado para el “Operativo Trueno” más de 1200 miembros del CAM, incluidos los que estaban asignados en otros distritos, preparados en nuevas técnicas. El papel del CAM está siendo distorsionado por el alcalde Quijano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios que incluyan ofensas o amenazas no se publicaran.