Se necesita gobierno. Pero, no se siente el gobierno. Y esto es una fuente profunda de inseguridad. No se percibe planteamiento integrado, ni coordinado sobre el tema de seguridad pública.
Escrito por Sandra de Barraza.07 de mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.
Muy pocas personas tuvieron oportunidad de ser invitadas a las presentaciones sobre el Plan Nacional de Seguridad. Nadie tuvo en sus manos información escrita sobre el contenido del Plan. Todos se limitaron, comentó la prensa, a escuchar las grandes líneas. Muchos preguntaron por información adicional y no la obtuvieron. Cuestión de seguridad y de eficacia dijeron. Han pasado varios meses desde que se conoció la iniciativa presidencial de “compartir” con actores clave la estrategia. Pero la tendencia en los indicadores de seguridad ciudadana no se ha modificado. El ambiente de inseguridad continúa generalizándose. Ni las canchas de juego, ni las escuelas, ni las iglesias son espacios públicos seguros. Todos, absolutamente todos, a toda hora y en todo lugar, estamos en riesgo.
Hace un año la situación era crítica. Cierto y nadie puede negarlo porque allí están las cifras. Pero... cambió la administración, los electores confiaron la administración del Órgano Ejecutivo a otro partido político, hubo cambio de autoridades hace doce meses y la situación ha cambiado para empeorar. Los índices de inseguridad van al alza... en abril el promedio de homicidios fue de 13 dice la PNC... fueron 42 más que en marzo. La situación en las cárceles es crítica. La situación está fuera del control de las autoridades, no logran recuperar “su autoridad”. Allí como en muchas partes se impone el poder de los “residentes”. ¡Dicen que no han logrado depurar al personal! Esto se ha dicho una y otra vez. Esto se ha reconocido una que otra vez. Y la situación sigue tal cual.
La inseguridad se vive y siente por todos lados. Las medidas siguen tomándose aisladamente. En todas las colonias se opta por poner portón en los accesos principales. Cierran la calle y nadie pasa. Esto seguramente no resuelve el problema pero mejora la sensación. Pero... el cierre de calles en residencias urbanas “por seguridad” atenta la libertad de movilidad y los derechos de otros ciudadanos. Y esto tiene la autorización o la indiferencia de las alcaldías municipales y del MOP. En todos lados las colonias residenciales son expresión de la “iniciativa ciudadana” ante la ineficacia del Plan de Seguridad en marcha. En todas las colonias se expresa la debilidad y fragilidad de la institucionalidad. Todos tienen temor porque muchos han sido víctimas directas. Y continúan cerrándose las calles.
El cierre de calles motivado por la inseguridad en municipios altamente poblados se agrava con las iniciativas de los “empresarios del transporte público” en protesta por las extorsiones y las muertes de motoristas y en demanda casi perpetua por el incremento del subsidio. Generan desorden y caos cuando se quiere y donde se quiera. Y así ¿cómo se recupera la sensación de seguridad pública? ¿Y quién se atreve a poner orden? En todos los ambientes se respira impunidad y desorden; y nadie hace nada eficaz por recuperar el orden en los distintos ámbitos de la vida. Se olvida que el orden es la base de la seguridad.
Protestas por todo y en todo lugar. ¡Hasta los funcionarios de gobierno participaron en las marchas y protestas del primero de mayo por lo que el gobierno deja de hacer! ¡Hasta el vicepresidente de la República protesta por lo que su partido no ha hecho en el gobierno! No han logrado lo básico y elemental del artículo nº 2 de la Constitución de la República. La vida, la integridad física y la libertad están amenazadas en la escuela, en la calle, en el trabajo. Entre tanto uniforme y entre tanto zapato... se les olvidan sus atribuciones y competencias. A casi un año de cambio de gobierno, parece que muchos no se han dado cuenta de que son gobierno porque están en cargos de gobierno.
Son gobierno. Se necesita gobierno. Pero, no se siente el gobierno. Y esto es una fuente profunda de inseguridad. No se percibe planteamiento integrado, ni coordinado sobre el tema de seguridad pública. No se conoce accionar coordinado ni efectivo en el tema de seguridad pública. ¿Hay planteamiento? Se conoce de carencia presupuestaria, pero muchos se preguntan si con asignación y gasto efectivo ¿cambiaría la situación? A un año de gobierno no se esperan milagros pero se agradecerían señales claras con logros efectivos.
Logros efectivos, verificables y comparables. Logros que se traduzcan en números a la baja. Se necesita de todos para enfrentar el tema, pero ¿sabe alguien qué hacer? La certidumbre sobre la inseguridad afecta las oportunidades de inversión y empleo. Los negocios, pequeños, medianos y grandes están acosados... procede no más que el cierre.
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