El mayor logro del presidente Funes es haber contenido, por ahora, la amenaza del proyecto autoritario y eso es realmente relevante. Labor compleja cuando el FMLN tiene la mayor parte del gabinete, es fuerte en la Asamblea, astuto y domina las calles entre sus muchas armas.
Escrito por Rafael Castellanos.29 de Mayo. Tomado de La Prensa Gráfica.
Ningún gobierno se inició con un signo de incertidumbre tan grande. Su origen lo explica, la alianza de un candidato de izquierda moderada con ideas democráticas, usando de referentes a Lula da Silva y Barack Obama, con el FMLN, con una visión política (al menos de la cúpula) irreconciliable, un modelo autoritario cuyos referentes son Chávez y los Castro, fue como el nacimiento de siameses unidos de manera complicada o imposible de separar y que los dos sobrevivan con salud. Ambos luchan por su vida y es difícil predecir quién sobrevivirá.
La incertidumbre inicial era generalizada; la izquierda radical con la esperanza de que se plegara al del Frente, pero con dudas. Los que adversamos el modelo totalitario, más del 80% de la población, esperanzados que cumpliera su promesa democrática, inciertos de si tendría la voluntad y la fuerza para imponerse a un partido fuerte, dogmático con dinero y gran capacidad de maniobra.
Los retos para definirse llegaron rápidamente con la crisis de Honduras. Chávez desplegó toda su fuerza para no perder esa pieza importante en su juego expansionista, las presiones al FMLN y al presidente fueron de alto voltaje. Funes procedió con mesura y cautela, pero sobre todo con inteligencia y pragmatismo; no se sometió a Chávez. Hoy es líder de la reinserción de Honduras en la comunidad internacional.
Honduras es clave para nosotros, es casi nuestro más importante socio comercial. A futuro, de ellos dependen algunos de nuestros intereses estratégicos más importantes: la presa El Tigre, vital para nuestra suficiencia energética; el canal seco y la salida al atlántico, indispensables para despegar el gran motor de crecimiento; un centro logístico y de distribución aprovechando Cutuco, así como el espinoso tema del control en el golfo de Fonseca.
Rápidamente viajó a Brasil y a Estados Unidos, no a Caracas ni a La Habana. Siguieron las declaraciones contundentes de que no entraríamos al ALBA y fuertes correcciones públicas a declaraciones de dirigentes del FMLN abrazando a Chávez o insultando a Estados Unidos. Eso marcó el tono. Su popularidad aumentó a medida que se definía.
Las diferencias fueron cada vez más públicas, más irreconciliables. El Frente subestimó el carácter y la determinación del presidente, creyó que lo sometería fácilmente. Funes probablemente subestimó la inamovilidad de la cúpula del FMLN, creyendo que podía cambiar la naturaleza de los dirigentes, influir en un desplazamiento a una línea moderada, más al centro, más acorde con la realidad y el deseo de la población. Ambos se equivocaron y el choque era inevitable.
Sin una base política propia, consiguió el apoyo de los diputados tránsfugas de ARENA y el del PCN, con esos votos puede gobernar sin el FMLN si es necesario. Tiene el apoyo de la población que rechaza abrumadoramente el proyecto totalitario, en un país presidencialista tiene muchísimo poder
El surgimiento de su grupo de apoyo, aunque no está claro su potencial y futuro, se interpreta como una expresión más avanzada de independencia.
La derecha fragmentada es un fenómeno que cambia el mapa político. La división en la izquierda comienza, el Frente perderá gente hacia el centro y el movimiento radical de Dagoberto Gutiérrez le quitará gente a la izquierda. Ante este panorama, el proyecto político y las alianzas adecuadas serán clave.
La aritmética legislativa será diferente en 2012, GANA no tendrá tantos diputados, probablemente el Frente pierda algunos. Esa visión exige alianzas más amplias sobre bases concretas y confianza.
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