Escrito por Antonio Martínez-Uribe.06 de Mayo. Tomado de Diario Co Latino.
Después de un año del Gobierno del Cambio, los trabajadores han incrementado su nivel de organización, en particular el nivel de organización de los sindicatos. Esto es mucho más importante que la organización de la llamada “sociedad civil”, término lleno de tanta ambigüedad que nunca se sabe a que se refiere y lo que es y representa. Lo sindical es nada menos que el desarrollo de la organización de los obreros del campo y la ciudad con muy claros intereses, necesidades y reivindicaciones. No podemos ni imaginar que haya desarrollo democrático solamente con el sindicato fuerte y arrogante de la patronal. El futuro de la democracia está ligado, muy ligado al nivel de desarrollo sólido y amplio de la organización sindical en todas sus formas y variedades.
Se ha abierto una oportunidad o bien otra mas que hay que aprovecharla a todo lo largo ancho del espacio y el tiempo. Debemos soltar las tantas veces perseguida y cruelmente reprimida iniciativa y desatar el ánimo creador y liberador en los diferentes estratos populares y sociales.
El Estado y su aparato, es esencialmente conservador aquí y en cualquier parte del universo. Por lo tanto, hay que hacerlo actuar con control y presión social, popular y muy sobresaliente: con la presión sindical. No debemos esperar que, por si solo, el Estado actúe y cambie, hablamos del ejecutivo, el legislativo, el judicial y sus llamadas instituciones autónomas. Por medio de más y más organización, demandémosle que actúe y de manera especialísima, por medio de la actuación reivindicativa de las organizaciones laborales. Que nazcan y se multipliquen desde el interior de las instituciones públicas y los entes laborales privados y profundicen el bregar por sus legales y legítimas reivindicaciones culturales, sociales, económicas, políticas.
Hay que destacar, que este 1º. de mayo, vi por primera vez en mi vida, que militantes del FMLN, bien identificaos con su color púrpura, formaran un impresionante bloque al final de la marcha.
Querían decir que son la retaguardia, la plataforma, el porte de apoyo, la columna vertebral del movimiento. Esto es de gran significación política desde varios ángulos. Veamos uno: el hecho desacostumbrado de que un partido desfile y marche junto a su capital social en un día como este.
Ya sabemos que la organización de toda la demostración recayó en gran parte en el FMLN, aunque en honor a la verdad, la marcha de este primero de mayo, tuvo su propia autodeterminación.
Lo extraordinario es y ha sido que sus hombres y mujeres, jóvenes, adultos mayores, se enfilaron su picante camiseta colorada para lucirla con mucha jactancia participando pacíficamente en la demostración. Parece que esto es lo verdaderamente inédito del cambio iluminada sus mentes de una fuerte y rutilante esperanza.
Tengamos bien en cuenta, sobre todo, cuando nos han dado un plazo perentorio y predeterminado para un cargo público de elección popular, que el tiempo es implacable, cruel, impitoyable. Habrá que rendir cuentas. Y el mensaje, entre otros, es que los trabajadores parecen demostrar que prefieren antes bien confiar en sus propias fuerzas y que ni les gusta ni quieren perder el tiempo. Por eso, hay que remarcarlo: es sumamente inquietante o quizás provocador que hoy a los militares se les amplíe su tiempo y facultades en asuntos de seguridad pública en este momento en que el movimiento sindical, social y popular entra sin equívocos, en un diáfano flujo y su templado rebrote combativo. ®
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