Empresa Privada e importadores de autos nuevos ven que reforma fiscal empeorará crisis
Escrito por René Serrano. Martes 8 de Diciembre. Tomado de El Diario de Hoy.
Aunque el Ministerio de Hacienda retrocedió ayer en la intención de aplicar un nuevo impuesto a los jugos y néctares, este y otros sectores que serían afectados con el plan de reforma fiscal, cuyo estudio se inició ayer en la Asamblea Legislativa no están satisfecho. Reiteraron que el aumento de impuestos va a generar desempleo y bajas en la inversión.
La primera noticia que llevó el titular de Hacienda, Carlos Cáceres, a la comisión de Hacienda fue que se eliminaría el impuesto especial de todas las bebidas, jugos, néctares y refrescos isotónicos.
El impuesto, que era parte del anteproyecto que impulsa el Gobierno de Mauricio Funes, pretendía gravar con cinco centavos de dólar por gramo de azúcar a los productos mencionados, adicionales al 10% que ya paga en concepto de impuesto "ad valorem" o sobre el valor ese sector.
En tanto, el plan de aplicar impuesto de $0.20 por litro a las bebidas energizantes se mantiene.
QUEJAS
Pese a que un día antes Funes insistió en que la reforma tributaria no afectaría a la clase media y los pobres, como ARENA y las gremiales han recalcado, al final así ocurriría al trasladar el incremento en el costo de producción a los consumidores, según dijeron en un campo pagado los microempresarios, trabajadores, vendedores, distribuidores y fabricantes de jugos, néctares, refrescos y bebidas estimulantes. Además se quejaron por la medida fiscal (Ver nota aparte).
Ellos vieron inoportuno el aumento, pues impactaría negativamente en el bolsillo de la gente. Ante esas presiones, el Gobierno tomó a bien no gravar con el nuevo impuesto a este rubro.
Pese a que se hizo ese primer cambio, la industria de bebidas azucaradas continúa inconforme, porque se mantiene el impuesto ad valorem, como Hacienda lo propuso desde el principio.
Adolfo Salume, presidente de Pepsi Cola El Salvador, dijo que ellos están de acuerdo en pagar más impuestos, pero que la carga debe ser distribuida por igual entre todas las industrias, para que no haya sectores privilegiados.
Destacó que el 10 % del ad valorem debería disminuirse, por ejemplo, a 5% pero que se aplique al resto de las industrias, incluyendo a las llamadas entre teléfonos móviles y fijos, que no son tocados con la reforma tributaria.
También representantes de la empresa privada llegaron a presentar a la Comisión de Hacienda otras observaciones para que se incluyan, y así, añadir una nueva modificación al paquete fiscal.
La "contrapropuesta", como se le ha llamado, busca que el impacto en las arcas de las empresas sea menor y que el Gobierno alcance su propósito de elevar la recaudación. Sus nuevas sugerencias van dirigidas a modificar reformas a las leyes de Renta, IVA y CódigoTributario (Nota aparte).
En tanto, el diputado Carlos Reyes, de ARENA, enfatizó ayer en la posición de su partido de que "es falso" que el Ejecutivo diga que la reforma sólo va a afectar a quienes tienen altos ingresos.
Reyes enfatizó que uno de los sectores que más resultará perjudicados, aparte del agro y otros, es el transporte. Puso como ejemplo que por cada viaje que haga alguien que en su camión acarrea arena o grava, el dueño cobrará ya no $100 sino $113 por viaje, pues deberá aplicar el descuento del 13% del IVA."Eso impactará en la construcción, la gente ya no va a mejorar su casita", sostuvo.
La Asociación Salvadoreña de Importadores de Vehículos (Asalve) teme que al gravar con un impuesto de entre el 1 y 8% la compra de autos nuevos y usados golpeará más al sector que ya experimenta caídas de más del 50% en sus ventas en 2009. Jorge Díaz, vicepresidente, propuso elevar el costo de renovar la tarjeta de circulación de un auto. Si se considera que el parque vehicular es de 545 mil, el Gobierno recaudaría más del doble de los $10 millones que se propone en ese rubro.
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